viernes, 27 de agosto de 2021

He-Man & the Masters of the Universe

El nuevo He-Man

La verdad es que no podía imaginar que volvería a escribir sobre la polémica que hay en torno a Masters of the Universe pero aquí estamos una vez más. Básicamente lo que ha ocurrido es que se va a estrenar pronto la segunda serie que Netflix tenía en preparación. La cual ya se había anunciado explícitamente que estaría dirigida a los niños, a diferencia de Masters of the Universe Revelation.

La polémica en las redes sociales va desde aquellos que muestran su descontento con el enfoque de esta nueva serie hasta a aquellos que la usan para mofarse de los que estaban descontentos con Revelation haciendo comentarios jocosos del corte “en este sí tendrán a He-Man desde el principio” y cosas así.

Mis dos anteriores artículos trataron el tema desde una perspectiva que pretendía ser objetiva, analizando la polémica, y el por qué las cosas se habían hecho de la manera en que se hicieron en Revelation, y dejando de lado mi opinión particular sobre la serie en sí, sobre su factura técnica, desarrollo y demás. Y en este caso no va a ser diferente, pero sí que he de matizar alguna cosa.

Empezaré esta vez, al contrario de lo que suele ser habitual en mí, no siendo tan diplomático: las disputas viscerales carentes de argumentos y basadas meramente en descalificaciones personales entre unos y otros continúan ahí. Y mi conclusión no puede ser otra al respecto de que la comunidad de fans de Masters of the Universe está muy fracturada y es terriblemente tóxica. La gente no tiene ganas ni intenciones de entender a los demás. Es lo mismo que pasa en otros temas como en política, si es que eso le sirve a alguien de consuelo. A mí, particularmente, eso me parece bochornoso y muy triste.

Los nuevos Masters of the Universe

Dicho esto, metámonos en faena, una vez más intentando ofrecer argumentos objetivos, aunque no por ello menos polémicos que los anteriores. Y es que si ya en los textos anteriores comenté por qué me parecían lícitas las protestas de la gente que estaba descontenta con Masters of the Universe Revelation esta vez haré lo propio: sí, a pesar de que sea una serie dirigida expresamente a niños me parecen lícitas las quejas de los fans. Aunque una vez más, por supuesto, no los términos despectivos en que unos y otros expresan sus opiniones.

¿Por qué me parecen lícitas las quejas de los fans aun cuando es una serie dirigida a niños, es decir, que no los tienen a ellos como público objetivo? Bueno, ya hablamos de ello en el artículo anterior de este blog, uno que no estaba expresamente relacionado con Masters of the Universe pero trataba el tema que nos afecta: el de las marcas de los 80s.

Como ya comenté en ese artículo las marcas son solo palabras, logotipos en el mejor de los casos, que realmente suelen carecer de ningún tipo de poder de convocatoria más allá del que les confiere el que los fans han depositado en ella desde hace décadas. ¿Qué sentido tiene pues lanzar una serie como la nueva He-Man & the Masters of the Universe donde gran parte del concepto original ha sido reemplazado? La serie se ha enfocado desde una perspectiva muy de ciencia ficción, donde ya no es solo He-Man el que se transforma obteniendo poderes especiales sino todo un grupo de chavales cuyos roles remiten vagamente a los personajes originales (hay quienes dicen que serían los herederos futuros del poder de Grayskull). Si se hubiera cambiado solo un poco más, algunos nombres quizás, la conexión con Masters of the Universe habría sido inexistente más allá el título. Y además es una serie muy en la línea de lo que se está haciendo para los chavales en general con lo cual particularmente dudo mucho que destaque. Que podría hacerlo. Pero no por el nombre Masters of the Universe sino por sus propios meritos.

Así que la cuestión una vez más es ¿Si no vas a hacer Masters of the Universe, si no vas a convocar a los fans, por qué arriesgar la marca? ¿Le otorga algún valor añadido a esta serie lucir el título de Masters of the Universe? Porque desde luego lo que sí hace es poner la marca en riesgo. Y si lo hace sin aportar nada… es un riesgo innecesario. Se suponía que la serie para los fans adultos era la de Kevin Smith, pero ha fracasado para muchos fans, eso está ahí, es incuestionable. Y eso hace que muchos fans consideren que aún no se les ha dado el producto que demandan. Y esta nueva serie, debido a todo esto que decimos, que va dirigida a niños y tienen un enfoque distinto, obviamente tampoco. Si esta serie no consigue cautivar por sus méritos propios a los niños, la marca Masters of the Universe podría verse seriamente perjudicada.

Los nuevos Masters of the Universe

Sí, es cierto que la serie de Kevin Smith tiene mucha gente que la apoya, pero la envergadura de la polémica la compromete bastante y las noticias que se tienen sobre la nueva tanda de episodios no parece augurar que las disputas cesen.

¿Quién va a apostar por una nueva serie de Masters of the Universe si la de Kevin Smith termina fracasando y esta nueva no encontrara su público infantil? Obviamente nadie. Se volvería a considerar una marca muerta como ocurrió en los 90s. También podría ocurrir que fallara la de Smith y la nueva funcionara con lo cual el futuro de Masters of the Universe sería muy distinto al que conocemos ya que la nueva versión sería la que ganara peso y acabara sustituyendo a lo que conocemos.

Así que disculpad mi opinión, pero creo que la preocupación de muchos fans está justificada. Algo que es discutible siempre que se haga con educación y de forma constructiva. En cuanto a mi opinión particular sobre lo que he podido ver en los trailers diré lo mismo que sobre Revelation y Filmation: no son mis Masters of the Universe. Nunca lo fueron. Mi primer contacto fue con las figuras vintage, y con las ilustraciones de sus cartones y cajas. Y eso es para mí Masters of the Universe, algo estilo Conan, espada y brujería, etc.

Si yo hiciera una serie sobre Masters of the Universe mis influencias serían El Señor de las Bestias (1982) y, sobre todo, Tygra (Teegra) Hielo y Fuego (1983). Habría en ella mucha más espada y brujería que tecnología, y esta sería tosca y muy limitada, retrofuturista, con cosas como que por ejemplo si un personaje como Man at Arms disparara un rayo este tendría después que recargarse de manera que hubiera un equilibrio razonable con personajes armados con armas cuerpo a cuerpo.

Así que en mi caso la serie de Smith ni fu ni fa. Y esta mucho menos. Quizás si la viera podría gustarme pero como otra cosa distinta. Y seguiría echando en falta una serie de Masters of the Universe en la línea de lo que digo.

En cualquier caso, de verdad, antes de lanzaros a atacar las opiniones de los demás, a ridiculizar sus posturas por no coincidir con las vuestras, escuchad lo que tienen que decir, quizás os den perspectiva que enriquezca vuestra visión de las cosas.


miércoles, 18 de agosto de 2021

Crisis de los Cuarenta en Ficciones Infinitas

Encuentros en la Tercera Fase - Roy

Vivimos unos tiempos en los que se siguen ciertas pautas en pos de la inclusividad que están trastocándolo todo, con la idea de hacer un mundo mejor en el que nadie se sienta excluido, discriminado, por causa de su raza, sexo, orientación sexual, etc. Se está luchando contra eso, contra que alguien diga cosas como “no puedes ser eso porque eres mujer” o “porque no eres blanco”. Y, sin embargo, por alguna razón, no parece haber el mismo empeño en corregir la discriminación cuando esta se da en función de la edad. Pero está ahí.

Supongo que quienes mejor se dan cuenta de ello son las mujeres ya que cuando se acercan a los cuarenta se les apremia a que cumplan con “lo que se espera de ellas”, que sean madres. Aunque los hombres en general no sufrimos ese acoso activo por razones obvias, la sociedad de consumo, que no está preparada para hacer cambios en sus esquemas, sigue esperando que tanto hombres como mujeres al acercarnos a los cuarenta años seamos el padre o la madre de alguien. Pero ¿Y si no lo eres? ¿Y si no puedes o simplemente no quieres serlo? No te preocupes, para ellos siempre puedes ser el tío o tía de alguien. ¿Sabes qué es lo que al parecer ya no eres? Alguien tú mismo.

¿A cuento de qué viene todo esto en un blog cómo este? A cómo afecta a nuestras aficiones y a particularmente a la ficción que consumimos. Lo empezamos a percibir cuando entramos en la treintena y para cuando llegamos a los cuarenta ya estamos hartos de escuchar que esos productos, esas películas, esas series que nos gustan, ya no se hacen para nosotros. Incluso cuando paradójicamente lo que intentan explotar son aquellas marcas de nuestra infancia que funcionaron precisamente porque estábamos ahí y siguen formando parte de la cultura pop gracias a nosotros. Nos dicen que ahora son para un público más joven, para los hijos que quizás no tenemos, para nuestros sobrinos, para los hijos de nuestros amigos. Que ahora tenemos que dejar que sean ellos quienes disfruten de esas cosas y no ser crítico con esos nuevos productos con nuestra perspectiva de señores mayores nostálgicos.

Ethienne Navarre - Lady Halcón
Lady Halcón, una película sin niños que los niños pudimos disfrutar.

En general, aquellos que son padres aceptan con gusto encajar en esa cuadrícula de target comercial porque efectivamente se ajustan a ella. A lo que la sociedad espera que sean, los padres de alguien. Sus hijos se han convertido en el centro de su universo, como es natural, y aceptan legar todo aquello que han disfrutado a sus hijos. ¿Pero qué ocurre cuando no somos padres/madres o quizás eso ni siquiera entra en nuestros planes? Como digo arriba, y a pesar de cómo ha ido evolucionando, la sociedad de consumo aún no nos contempla como una opción, como algo que ocurre. Aunque continuamente tenga señales de ello.

Lo he visto últimamente en las redes con motivo de la nueva serie de Masters of the Universe Revelation, comentarios jocosos del tipo “señores de cuarenta años discutiendo sobre una serie de dibujos animados”. Este tipo de comentarios son interesantes, especialmente porque también lo dice gente de la misma edad, que parece que jamás hubieran tenido que superar el estigma de “los dibujos animados son para niños”. Nadie haría mofa sobre “señores de cuarenta años discutiendo sobre arte del renacimiento” o “señores de cuarenta discutiendo sobre cine italiano del neorrealismo “. Y esto evidencia que, a pesar de todo, en el fondo, se sigue considerando que los dibujos animados son para niños. No sé, se me antoja como un paso para atrás. ¿De qué se supone que debemos discutir las personas adultas? ¿De política? ¿De futbol? Y en vez de coleccionar figuras o leer comics quizás deberíamos aficionarnos a la filatelia o a la numismática. Cosas de señores mayores. Ya saben. Y de repente hemos vuelto a los años 70s. O a los 50s.

¿Por qué no podemos seguir sintiendo pasión por la ficción que hemos amado desde pequeños? No hay ningún problema con que las generaciones más jóvenes disfruten de esas mismas cosas, pero ¿por qué vamos a perder el derecho a ser críticos con ellas si fueron hechas para nosotros? Marcas como Star Wars, Cazafantasmas, Robocop, etc. solo son algo hoy día porque estuvimos ahí manteniéndolas vivas a pesar del paso del tiempo y, con ello, compartiéndolas.

Luke, Leia y Han de La Guerra de las Galaxias
La Guerra de las Galaxias

Compartiéndolas. No legándolas. No entra en nuestros planes morirnos aún. No sé, a mi todo esto me recuerda cuando entrando en la adolescencia se nos decía que éramos mayores para jugar con juguetes y se nos instaba a tirarlos o dárselos a algún primo o sobrino más pequeño. Luego nos arrepentimos y, con treinta o cuarenta, nos gastamos una pasta en recuperar aquellas cosas de las que siempre hemos lamentado habernos deshecho. Lo que empecé diciendo, discriminación por edad, decirle a la gente lo que tiene que ser según su edad. ¿Por qué?

Y volviendo a lo que hablábamos, en el caso de las películas, las series y demás, es un error. Que algo funcionara estupendamente en los años 80s no significa que vaya a funcionar con otro público. Aquellos productos funcionaron en sus propias circunstancias, en su contexto, con los niños y adolescentes de aquella generación. La única garantía cierta de que algo que se llama Star Wars, Cazafantasmas o Robocop va a funcionar está en el público para quien ya lo hizo. Esa es la apuesta segura con esas marcas. Si se hace bien. Sin duda otro público es susceptible de sumarse, o no, pero se debería pasar por el respeto al público original. Porque si no, ¿para qué hacer uso de una de estas marcas?

El poder de estas marcas reside en su capacidad de convocatoria. Si no sabes qué es Robocop, su capacidad de convocatoria es cero. De hecho, en su día, el título sonaba ridículo. En español quizás no tanto porque, por esnobismo, cualquier cosa en inglés nos suena mejor, pero para el público estadounidense aquello sonaba como a nosotros si se hubiera llamado Robopolicía. El título hace pensar en un telefilme infantil o una película muy de serie B cuando menos. Que fue lo que debió creer Paul Verhoeven cuando le enviaron el guion y lo tiró a la basura. Hasta que su mujer le insistió en que lo leyera.

Robocop
Vale, Robocop no era una película para niños... pero nos encantó.

Hace ya muchos años que las nuevas generaciones tienen canales de televisión con programación específica para ellas durante todo el día. Se hace una cantidad ingente de programación infantil y juvenil. Tienen sus propios personajes y héroes con los que muchos de nosotros, los más mayores, ni siquiera estamos familiarizados. Una nueva película de un personaje llamado Robocop como la que se proponía en 2014 no tenía, por si sola, absolutamente nada que la hiciera especial entre todo lo demás que se hace para ellos. Nada. Su poder de convocatoria era el que los fans de la obra original de Verhoeven le damos al título. Pero no era nuestro Robocop. Y si nosotros no lo apoyamos… es muy difícil que cumpla con las expectativas de aquellos a los que se les ha ocurrido que podía ser una buena idea. Lo peor de ello es que agota la marca. En un principio tras el fracaso de este nuevo Robocop se pensó en hacer una nueva continuación directa de la película original de Verhoeven obviando las dos secuelas (otra mala idea) pero tras el fracaso de esta nueva película a los productores les queda la sensación de que la marca ya no vende. Cuando el problema no ha sido ese. No aprenden. Así que es posible que tardemos en ver otro Robocop.

Ligeramente mejor suerte ha tenido Cazafantasmas (2016) al ser desaprobada por un público en general encabezado por los fans de las películas originales y también gracias a que fue objeto de una mala praxis a la hora de ser inclusiva. No era la mejor forma de hacerlo y ni siquiera la película original pecaba precisamente de sexista a pesar de que haya quien pudiera pensar lo contrario (de eso hablaremos en un próximo artículo). La cosa es que, tras el fracaso de Cazafantasmas, pero supongo que gracias al fervor mostrado por los fans a la hora de rechazar la película, en poco tiempo vamos a tener una nueva entrega que, esta vez sí, va a ser una tercera parte. Y no un reboot. Aunque parece que lo vuelven a hacer mal. A pesar de lo cual quizás funcione.


Los Cazafantasmas
Protagonistas de Los Cazafantasmas. Una película para niños sin niños.

Empecemos por lo bueno: es una continuación canónica y, según hemos visto en los trailers, va a tirar mucho de fan service. Volvemos a encontrarnos con personajes de la primera película, como los perros infernales, Slimer, el muñequito de los Mars Mallows, y parece que todo gira en torno a un nuevo advenimiento de Gozer. En principio todo esto es bueno, a pesar de que denota falta de imaginación y habilidad para crear una nueva historia de Cazafantasmas sin volver a lo de la primera. Cosa que sí hizo Cazafantasmas II, a pesar de no ser tan buena. Pero está bien, tiran por lo que podría ser una apuesta segura.

Pero ¿por qué lo vuelven a enfocar mal? Precisamente por el tema del que hablamos en este artículo: es una película dirigida a los niños. Siempre hablando según lo que hemos visto en los trailers, aquellos personajes con quienes la película dispone que los adultos debemos sentirnos identificados son los de Carrie Coon, la madre, y el vecino del pueblo siempre dispuesto a ayudar y posible interés romántico del perspnaje de Coon, interpretado por Paul Rudd. Es decir, los adultos accesorios en toda película protagonizada por niños y destinada a ellos. Si quieres sentirte identificado con un protagonista… buscate una de Jason Statham que esas son muy adultas...

Quizás la clave de que la película esté protagonizada por niños reside en el éxito de Stranger Things, serie igualmente protagonizada por niños, que ha funcionado muy bien entre los adultos que fuimos niños en los 80s, y de la cual trae a uno de sus actores protagonistas, Finn Wolfhard. Eso ha debido hacerles pensar que no sería mala idea que esta Cazafantasmas: Más Allá estuviera protagonizada con niños, relegándonos una vez más a “eres el papá o el tito del niño al que vas a traer a ver la peli”. Sin embargo, hay un detalle de Stranger Things que no han tenido cuenta y es que, en ella, si bien los adultos somos capaces de entender y empatizar con los personajes adultos, con quienes nos sentimos identificados son los niños. Porque son niños de los 80s. Son los niños que fuimos. Y eso es algo que no podemos decir de los niños protagonistas de una película que transcurre en la actualidad. Así, que lo dicho, volvemos a estar relegados a ser el padre/madre/tío/tía de alguien.

Tres ancianos y un alien Cocoon
Los señores mayores protagonistas de Cocoon, un éxito para todos los públicos.

Y la cosa es que volviendo atrás la mirada al Cazafantasmas original resulta que fue una película que disfrutamos niños y adoescentes pero cuyos protagonistas no eran ni una cosa ni la otra. Eran adultos. Y disfrutabamos las películas de corte fantástico, comedia, ciencia ficción, etc. sin que tuvieramos la necesidad de que los personajes tuvieran nuestra edad: La Guerra de las Galaxias (1977), Cortocircuito (1986), Lady Halcón (1985), Enemigo Mio (1985), Encuentros en la Tercera Fase (1977)... Pero hoy día todo está demasiado encorsetado. ¿Podemos imaginar que hoy día se hiciera una película como Cocoon (1985) en la que hay un protagonista infantil pero el protagonismo es mayormente compartido por veinteañeros y, sobre todo, septuagenarios y que sin embargo funcione con un público infantil y adolescente?

Lamentablemente el que escribe estas líneas lo hace intentando ver la cosa desde un punto de vista objetivo ante las polémicas que se desatan en las redes sociales, pero no tanto por la pasión que debería seguir sintiendo por estas cosas. Y es que, aunque viene de antes, puedo recordar en el cine el día que fui a ver Star Wars: El Despertar de la Fuerza (2015), justo cuando empieza la película y vemos las letras yendose hacia el fondo en el espacio con la música de John Williams. Y yo me preguntaba ¿por qué no estoy entusiasmado? John Williams siempre será John Williams. Pero incluso antes de que estas nuevas películas se revelaran como el desastre de trilogía y final para la saga que ha sido, yo ya me habia hecho a la idea de que todo esto ya no se hace para mí. Y es terriblemente injusto porque empecé a esperar estas películas en el año 83, cuando El Retorno del Jedi. A decir verdad, ya todo me da un poco igual. En otra época habría escrito sendos artículos sobre cada una de aquellas  tres nuevas películas. Algo tengo preparado de cara al futuro, pero ya desde un punto de vista más global sobre la saga, no aquellos artículos que pudieron ser. Podría haber dicho tanto... pero... ¿para qué? Y desde luego ya no me apetece.

Enemigo Mio
Protagonistas de Enemigo Mio


Muchas veces es la disyuntiva en la que me encuentro a la hora de escribir un nuevo artículo. Si realmente vale la pena expresar mi opinión o si "solo es una serie", "solo es una película". Tengo muchos artículos empezados que se quedaron en eso y ya no verán la luz, otros que esperan por si alguna vez me da por continuarlos. Y en general me cuesta mucho escribir. Me empieza a faltar pasión para hablar de cosas como por qué Superman es así o asá. Por ello mis dos artículos recientes sobre Masters of the Universe Revelation se han centrado en la polémica, algo sobre lo que podía pretender ser objetivo, y en cambio he obviado hacer crítica sobre la calidad de la serie en sí: me da igual, no me ha entusiasmado, no me ha sorprendido, ni esperaba que lo hiciera, ni tan siquiera tengo nada en contra.

Debo reconocer que siento algo de envidía por cierta gente que veo en internet, en redes sociales, en youtube. Gente de mi edad que, a pesar de lo cual, manifiesta un entusiasmo, eso que llaman "hype", que yo no consigo tener, hacia nuevos estrenos de películas de ci-fi, o de DC como Black Adam, The Batman o esa nueva de The Flash, o de Marvel como las próximas  Dr. Strange o Spider-Man. Pero me dan igual, la verdad. Creo que me han ido acostumbrando a entender que no hacen esas películas para mí. No espero gran cosa de ellas y efectivamente luego tampoco son capaces de dármelo. Echo de menos cuando no era así.

Hoy he cumplido años y qué quereis que os diga, molaría ser "un tio de cuarenta y tantos años discutiendo sobre una serie de dibujos animados" pero cada vez nos lo ponen más dificil, no nos permiten apasionarnos con estas cosas. Nos censuran al hacerlo. En cualquier momento abro un nuevo blog sobre política o algo así de señores mayores.



viernes, 6 de agosto de 2021

Masters of the Universe: Revelation or Relevation?

La Hechicera y He-Man?

Tras escribir el artículo anterior, leer muchos post, muchas discusiones, ver videos y demás, me quedé reflexionando sobre todo esto y creo que ya entiendo porque Mattel enfocó la promoción de la serie como lo hizo, porque se ha hecho todo como se ha hecho, que era la duda que me quedaba cuando escribí el artículo anterior. Por supuesto todo esto es especulación por mi parte y puedo estar equivocado.

¿A quién va dirigida la serie y por qué?

Normalmente, las series de animación basadas en líneas de juguetes van dirigidas a los niños con el fin de que estos pidan esos juguetes, disponibles a través de tiendas como jugueterías, hipermercados y demás. Cuando estos juguetes son susceptibles de atraer a un público adulto, esas ventas rondan tan solo un 20% del total. Los beneficios que persiguen las jugueteras, como Mattel en este caso, están en el público infantil. Si consiguen que la serie impacte en los niños.

Pero con Masters of the Universe tienen una garantía que no tienen con una nueva marca. Y es que ya tienen enganchados a los padres de muchos de esos niños. Es precisamente la gente que ha mantenido vivos Masters of the Universe durante todos estos años de sequía. Si no fueran a dirigir la nueva serie de dibujos animados a esos adultos les daría igual empezar con una nueva ip porque igualmente estarían empezando de cero. Exactamente lo mismo. Que Masters of the Universe haya funcionado en el pasado no es, por sí solo, sin contar con esos fans, una garantía. Y es que, además, en este caso, lo sabemos porque ya ha ocurrido: la serie de los 2000 y sus figuras no funcionaron en su momento con un público nuevo, y tampoco cuajaron con el público de la serie original para quienes por un lado no había pasado el suficiente tiempo como echar de menos a He-Man y, por otro, podía ser como suplantar al He-Man original debido al diseño tipo anime de personajes y armas, especialmente en las figuras. *

El He-Man de los 2000
El He-Man de los 2000

Pero ese público ha seguido ahí, comprando las figuras vintage que tenían de pequeños y comprando las figuras para coleccionistas Masters of the Universe Classics que eran fieles a aquellas, pero mejoradas. Simplemente hay que darles lo que quieren. Mattel se ha dado cuenta de eso y creo que esa es la razón por la que desde un principio se ha vendido esta serie como una continuación espiritual de la serie de los 80s, la de Filmation. Y también por la que se pone al mando de la misma a Kevin Smith, porque siempre ha sido el tipo que nos entendía a los frikis de la cultura pop, de los comics, del cine. Nuestro hombre en Hollywood. Y también la razón por la que igualmente toda la promoción de la serie ha consistido en apelar al recuerdo de Filmation, de lo que fue en su momento, de que si volvías a casa del colegio y veías la serie y tal. Todo esto va destinado a vender la serie a personas de entre 40 o 50 años, no a sus hijos. Y ellos actuarán como comerciales, publicistas y clientes a la vez. En este caso en particular, por ahí es por donde se llega a los niños.

Y entonces viene la decepción, este cisma en el fandom y toda la polémica. Simplemente porque lo que se da no es lo prometido, no es aquello a lo que se estaba apelando. Esto es, además, evidenciado en el propio tráiler de la serie en el que todo lo que vemos se ajusta a lo prometido, pero porque prácticamente todo ello sale en él primer capítulo que es el único que cumple. Creo recordar que lo único del tráiler que no sale en el primer capítulo son las escenas de Scareglow y Orko, que no casualmente, son aplaudidas en general por el público que ha rechazado todo lo demás tras el primer capítulo. No es un tráiler honesto. Debieron pensar que de meter más material del resto de la serie mucha gente la habría rechazado antes la verla siquiera. Pero queda claro que conocen qué quiere el público objetivo al que desde el principio han destinado la serie y su promoción. Entonces la duda que queda es…

¿Por qué no se ha cumplido con lo prometido?

Concluimos entonces que conocen a su público objetivo, saben perfectamente qué quiere, promocionan que les van a dar eso hasta el último momento, hacen un tráiler que se ajusta como un guante a ello y entonces… les dan otra cosa. Es absurdo. Quiero decir, ya que llegan hasta ese punto la cuestión es ¿Por qué no se le da al público lo prometido? Porque está claro que no es que no confíen en ese producto. Y resulta que quizás la respuesta es la más simple por extraña que parezca: porque no pueden.

Aunque, como digo, se ha apelado a la serie de animación de los 80s, y al fandom que tiene su origen en ella, parece ser que en todo momento se ha evitado decir que la serie es una continuación explícitamente de la de Filmation. Se usado el concepto “continuación espiritual”. Y la razón es que Mattel no puede hacer una continuación legítima porque los derechos de la serie de Filmation no son suyos.

El He-Man de Filmation
El He-Man de Filmation

En los años 90s Mattel pasó por un momento de crisis financiera y vendió los derechos de Masters of the Universe. Es decir, ya no son propietarios de la marca que ellos mismos crearon. A día de hoy tienen, por contrato, licencia para hacer figuras, aunque finaliza en 2023, razón por la cual están explotando e incluso saturando actualmente el mercado con varias series de figuras, las dos series de animación (Revelation y otra que llegará en octubre, para niños, también a través de Netflix) e incluso se habla de una serie más de imagen real. Me da a mí por pensar que, quizás, pretenden agotar la franquicia antes de 2023, para que cuando finalice el contrato no le sea rentable a otra compañía juguetera y con ello optar por la renovación de contrato o bien incluso poder comprar de vuelta los derechos completos de la marca. Pero en fin, el caso es que no tienen los derechos de la serie de Filmation. Parece ser que son de Universal.

Es decir, por alguna razón, por tener los derechos para hacer las figuras, sí pueden hacer series, pero no pueden ser una secuela de la de Filmation con todo lo que ello implica… y es que aquella serie creó mucho del lore más básico y popular de la marca. Y esto es tremendamente complicado porque en los 80s la colaboración entre Filmation y Mattel dio lugar a una continua retroalimentación: la serie se basaba en las figuras de Mattel pero luego esta fabricaba figuras basadas en los personajes originales de la serie, como Orko o el Principe Adam. Entonces es un terreno pantanoso hasta qué punto la nueva serie puede parecerse a aquella sin infringir derechos. Por lo que tengo entendido gracias al canal de youtube de Scott Neitlich, quien desarrolló la línea Masters of the Universe Classics para Mattel, es una cuestión de porcentajes: se puede coincidir hasta un tanto por ciento determinado.

¿Qué es entonces lo que parece haber ocurrido? Han cogido lo legalmente permitido de la serie de Filmation para reclamar la atención de los fans nostálgicos de aquella, han cumplido como secuela de aquella con un primer capítulo y luego argumentalmente excusan que la serie se convierte en una distinta, la serie de Masters of the Universe que sí pueden hacer. De hecho, eso explicaría muy bien lo del tráiler: no querían que viéramos nada nuevo antes de llegar a ello a través del capítulo introductorio que es el primero, de manera que se creara la ilusión de que efectivamente seguía siendo la misma serie. Por decirlo de alguna manera han intentado un transvase de fans. Si no me estoy equivocando, que se hayan embarcado en algo así, delata cuanto necesitan a esos fans de Filmation, porque son los que les venden el producto y porque la experiencia previa, la serie de los 2000, cuando no pudieron contar con ellos el producto no funcionó. Creo que si hoy día se hubiera estrenado la del 2000 sí habría tenido un éxito mucho mayor. Pero no es seguro. Así que Mattel apuesta por esto ¿O es que hay alguna otra explicación lógica para que se hayan aferrado tanto a apelar al recuerdo de Filmation?

Kevin Smith
Kevin Smith

¿Por qué Kevin Smith se prestó a todo esto?

Posiblemente porque desde el punto de vista de dentro de la industria, a priori, no parecía tan mala la idea, imaginad: “Queremos hacer una serie nueva de Masters of the Universe y queremos contar con los fans de la serie de Filmation, pero no tenemos los derechos para hacerlo, así que empezaríamos partiendo de un primer capítulo al estilo de aquella para atraer a los fans y luego la haríamos evolucionar a algo distinto, más moderno, más actual”. Puedo creer perfectamente que, con este argumento, Smith, que no era un gran fan de He-Man pero conocía la serie original, pensara que podía llevarla en una nueva dirección que entusiasmara a los fans. Ahí quizás le traicionara un poco su ego. Y que él realmente creyera que la historia que quería contar era una buena historia. No digo que no lo sea, digo que ese pensamiento pudo impedirle contemplar la posibilidad de que a mucha gente no le gustase.

Cuando he empezado a escribir esta parte del artículo creía que era irrefutable el hecho de que Kevin Smith había mentido. Pero pensándolo bien no necesariamente es así: recuerdo como ritualmente, todos los domingos, sobre las 20:00 de la tarde veía Candy Candy. Pero nunca he sido un gran fan de Candy Candy. Y me puedo pronunciar de la misma forma sobre otras series incluyendo Caballeros del Zodiaco, Las Aventuras de Fly, ¿Campeones? y otras tan poco confesables como lo de Candy Candy. El problema viene si lo digo con la intención de hacer ver que soy participe de ese fandom. Que es lo que ha pasado con Kevin Smith y la promoción de la serie, que todo ha estado enfocado a hacer pensar que se iba a traer de vuelta una versión mejor, actualizada, de la serie de Filmation cuando no era así. Kevin Smith no ha sido honesto, pero es que, como señalo al final del párrafo anterior quizás no lo haya sido ni consigo mismo.

¿Es razonable que haya tanta gente tan molesta con la serie?

La serie se ha vendido como una continuación - espiritual - de Filmation. Después de casi 40 años lo que la gente quería ver es a He-Man. Y He-Man no está más que en el primer capítulo. Y pierde. Recordemos que la serie de Filmation empezaba con el Principe Adam diciendo que es He-Man, y que la sintonía de la serie, en su versión original, no tenía otra letra que la palabra He-Man. Ya expliqué en el artículo anterior como He-Man es el pilar de Masters del Universo. A ese público se le ha ofrecido He-Man y luego no hay He-Man. Tan simple como eso.

Y me da a mí por pensar que quizás incluso la ausencia temporal de He-Man podría deberse a la idea de poner distancia de por medio entre lo que ya es la nueva serie y Filmation. Quizás Mattel habría estado haciendo malabarismos para decirle a los fans que esto sigue siendo el Masters of the Universe que quieren y a la vez a los propietarios de los derechos de Filmation que no los están infringiendo. Confiando quizás en que los fans lo vieran simplemente como un arco de aquellos a los que aludía Kevin Smith en los que He-Man perdía la espada o lo que fuera hasta que, en un segundo acto, cuando volviera He-Man, las posibilidades de que los propietarios de la serie de Filmation reclamaran se hubieran minimizado.

Pero el fan reacciona ante lo que hay: una serie de He-Man en la que no hay He-Man. Justo al principio de la serie, no cuando llevamos diez o quince capítulos y pueden sentir que ya ha habido ese reencuentro con el personaje. Así que sí, es lógico que estén enfadados, que se sientan estafados. Y para más inri, involuntariamente, en Mattel abren otro frente al hacer del grupo protagonista que ha desplazado a He-Man, un grupo forzado y estereotipado acorde a las pautas actuales de inclusividad que estamos viendo impuestas, a veces con calzador, en el cine, televisión, etc. Resulta algo desafortunado ya que perjudica tanto a la serie como a los propósitos bienintencionados respecto a la inclusividad. Ya lo comenté en el artículo anterior y es que el grupo de Teela parece un tanto forzado en esa dirección, la de “los chicos a un lado”. E inevitablemente, por supuesto, se ha sobredimensionado al sumarse mucha gente en Internet, porque esta polémica va a mover mucho dinero.

Mossman
Mossman

¿Qué hay en el futuro de la serie?

Tal como yo lo veo, estos primeros diez capítulos no serían sino un torpe camino de transición hasta llegar a la serie que Mattel/Netflix sí puede darnos. Torpe porque hay prisa y el argumento se resiente bastante de ello. Pero solo se estarían colocando las piezas sobre el tablero: Teela acabará convirtiéndose en la nueva Hechicera y Man At Arms podría permanecer en este status de guerrero solitario errante que va por libre. Andra podría acabar siendo el reemplazo de Teela, quizás incluso como Man at Arms. Mossman podría pasar a ser una suerte de deidad. Y se me ocurre ahora, mientras escribo estas líneas, que quizás Adam podría acabar desapareciendo, que él y He-Man podrían acabar fusionados en uno solo. Es pondría distancia con Filmation… pero perderíamos el “Por el poder de Gryskull…” ¿O podrían mantenerlo sin tener a Adam? No lo sé.

Lo que sí creo, en definitiva, es que en los capítulos que están por llegar acabaremos teniendo un Masters of the Universe distinto, con He-Man de vuelta, por supuesto, pero en una Eternia distinta, con los personajes de siempre pero ligeramente cambiados algunos y otros con un nuevo status. No será el Masters del the Universe de Filmation, simplemente porque no puede... pero quizás te guste.

* No sé por qué pero todo esto me ha recordado a la muerte de Robin. Jason Todd fue el segundo Robin, el compañero de Batman. Pero a una gran parte del público le caía mal. Lo percibían como un impostor, un suplantador de Dick Grayson, el primer Robin. En DC hicieron una historia para cuyo final el público podía llamar a dos números de teléfono para decidir si Jason moría o no. Jason Todd murió. Tiempo después se le quizo dar un nuevo Robin a Batman, el tercero, Tim Drake. Pero para envitar el rechazo que tuvo Jason decidieron incluir a Dick Grayson en la historia para que este, esta vez, cediera el testigo al nuevo Robin. Creo que eso es lo que ha querido hacer Mattel con su nueva serie de Masters of the Universe... contar con la bendición de los fans de Filmation para evitar que pudiera pasar lo que ocurrió con la serie del 2000.

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