martes, 6 de abril de 2021

Zack Snyder's Justice League

Superman con traje negro y visión encendida.

Esta nueva versión de la película es el resultado de la reivindicación que han ejercido los fans del director Zack Snyder que querían ver la película que este no pudo terminar en su día, principalmente por motivos personales, y que acabó terminando Joss Whedon. La paradoja es que, precisamente por ello, realmente lo que vemos ahora tampoco es la película que habríamos visto si Snyder hubiera podido terminarla en su día. La situación de favor que gozaba gracias al apoyo de sus fans y el hecho de que la película ya en su día quedó amortizada le han permitido hacer cosas que en su momento no habría podido como estrenar la película en formato 4:3, y con el metraje de cuatro horas que cuenta ahora. Mucho menos teniendo en cuenta qué es lo que tenemos en esas cuatro horas.

A pesar de ciertas diferencias notables, la película en general es básicamente la misma que se estrenó en 2017, solo que más larga. De hecho, incluso da la sensación de que parte de las diferencias que hay no son otra cosa que un artificio con el que Snyder busca distanciarse de la que se estrenó en cines. Lo que me hace pensar que lo que habríamos visto si hubiera podido terminarla entonces se habría parecido aún más a lo que efectivamente finalmente vimos. Y es lógico que Snyder haya querido poner distancia, imaginad la cara que se le habría quedado a más de uno si después de tanta reivindicación lo que presentara fuera una película demasiado parecida a aquella (más aún de lo que es finalmente).

El Steppenwolf de Snyder
 

Y es que, en una película como esta, basada en los superhéroes de DC Comics, en personajes como Superman, no tiene ningún sentido algo como el formato 4:3 cuando lo que pide a gritos es llenar la pantalla de 16:9. Incluso, al parecer, quieren sacar una versión en blanco y negro. Nada de esto tiene sentido si no es el de querer, como digo, poner distancia con la que originalmente se estrenó. Hay otro detalle en la película que apunta en esa dirección y es el hecho de que Superman vista de negro… cuando esas escenas fueron rodadas por el propio Snyder con el traje azul y rojo. Es más, hay una escena en la que parece que, por fin, tras dos películas fallidas en ese aspecto, Snyder sabe retratar a Superman, y es cuando este llega a la Batcueva, aterriza suavemente y, con carácter afable, se presenta al Alfred. El traje negro en esa escena simplemente no funciona y da la sensación de que con él lo que Snyder está intentando hacer es alejarlo en esas escenas que el mismo rodó de cómo lo plasmó acertadamente Whedon en la versión anterior. Y es algo que vuelve a pasar hacia el final de la película.

El traje negro que Superman llevó en los comics tras su resurrección podría interpretarse como un traje de convalecencia, un “pijama” que lleva mientras se está recuperando. Incluso parece ser que el traje le ayudaba a recuperarse. El traje negro de Snyder no es nada de eso, es simplemente una versión negra del traje clásico de Superman y ya de por sí no tiene mucho sentido que lo lleve en vez del rojo y azul. Pero es que además hay una escena al final de la película, cuando vencen a los malos, cuando parece que el status quo de todo se vuelve a reestablecer, en el que vemos a Clark viniendo hacia la cámara, abriéndose la camisa y piensas “ahora sí, ahora ya veremos el traje azul” y no, sigue con el traje negro. Con lo cual esa escena en concreto no tiene mucho tampoco, no te está diciendo nada nuevo. ¿Qué Superman ha vuelto? Vale, ya lo hemos visto. ¿Con un traje negro? Vale, ya lo hemos visto. Todo apunta, como digo, a que el traje negro solo está ahí para recordarnos que es la versión de Snyder y que es “muy diferente” de la de Whedon.

La Justice League de Zack Snyder

Centrándonos en las auténticas diferencias sí es cierto que hay escenas que Whedon volvió a rodar y que los diálogos son distintos, o bien escenas rodadas por Snyder pero que fueron editadas por Whedon y ahora podemos apreciarlas en toda su extensión. Sin embargo, esas diferencias en esta nueva versión no siempre juegan a favor del Snyder. Y es que este, en su línea, apuesta por lo pomposo tanto en lo visual, sea necesario o no, como en los diálogos mientras que Whedon demostró su habitual buen hacer al editar lo que hizo el primero y reescribir lo que considera necesario siendo muy consciente de que a veces menos, es más. Se nota especialmente en el trasfondo de Cyborg. Whedon sintetiza, te cuenta lo que necesitas saber de los personajes, y lo hace de manera eficiente adaptándose a la duración que puede darle al metraje, al ritmo que debe tener una buena película de entretenimiento. E incluso hace que los personajes actúen de una manera más lógica, más orgánica. Tal como yo lo veo esta Zack Snyder’s Justice League irónicamente revaloriza el trabajo de Whedon en la versión anterior. Whedon es un buen guionista y director, es el responsable de Buffy, Firefly y Los Vengadores y en Warner sabían lo que hacer al recurrir a él.

También la intención de Warner al contar con Whedon fue la de reconciliarse con el fan descontento por el tratamiento que Snyder había hecho de los personajes, empezando por Superman, y ciertamente es en la versión de Whedon donde, por primera vez tras dos películas fallidas en ese aspecto, vimos a Henry Cavill realmente interpretar al Superman que muchos amamos.

Cuando se estrenó Man of Steel (2013) muchos criticamos aquella porque no reflejaba cómo es realmente Superman. Mucha gente entonces argumentaba que es que aún no era el Superman que conocemos, que sería tras esa película, en posibles secuelas donde lo reconoceríamos. Pero eso nunca ocurrió. La secuela Batman V Superman (2016) nos presentaba a un Superman que supuestamente era aquel, al que adoraba la gente, pero realmente en la primera película no nos habían dado motivo para creerlo. Y ahora, en esta Justice League, Snyder, cuando parece que empezaba a acertar, reniega de lo que rodó para, vistiéndolo de negro, decirnos “eh, que este no es el Superman amable de Whedon, es un bad-ass y por eso viste de negro molón”. En el Snyderverse Superman ni está ni se le espera.

Aquaman, Wonder Woman y Flash

Y es que además la película tiene al final como varias escenas, un tanto desconectadas, que bien podrían ser fragmentos de películas distintas y que anticipan un futuro aún más negro que su traje para Superman. Son escenas que es lógico que no estuvieran en el corte anterior porque no aportaban nada. Y ahora más que nunca podemos decir que el Superman de Snyder NO es Superman, no al menos un Superman canónico, como no lo es el Superman soviético de Superman Hijo Rojo o el Superman malvado de Injustice. Es una versión alternativa, un Elseworld*, y como tal los que amamos al personaje no podemos dejar de lamentar que Henry Cavill no haya podido ser el protagonista de una buena película interpretando al auténtico Superman.

Snyder no entiende o no quiere entender estos personajes. Busca la espectacularidad visual a toda costa aún cuando lo que está mostrando no tenga ningún sentido o resulte incoherente con los personajes. Estamos hablando de un Superman que aterriza violentamente destrozando el suelo y que hace lo propio cuando sale volando. De una Wonder Woman que en esta película, tras reducir a un criminal, decide matarlo llevándose por delante toda la fachada de un edificio con pinta de ser muy antiguo, el consecuente desprendimiento de cascotes a la calle y la posibilidad de que alguien salga herido. Y es que, si quería hacer algo sobre superhéroes que fuera trascedente, profundo y sí, oscuro, tuvo la oportunidad cuando dirigió Watchmen (2009) e igualmente demostró no entender los personajes al hacerlos heroicos cuando en aquel caso se trataba de personajes disfuncionales, patéticos y fracasados. Al final parece que para Snyder lo que cuenta es la foto, el retratar algo visualmente llamativo y darle una trascendencia artificial a base de cámara lenta y música de iglesia.

Darkseid
 

Es interesante también como parte del público rechazó en la versión anterior el humor, viéndolo como señal de que Whedon había querido marvelizar, "hacer a lo Disney" la película, cuando ha resultado ser que la mayor parte de ese humor, siempre en torno al personaje de Flash, lo puso Snyder. Y sus escenas entre Bruce Wayne y Barry Allen, qué duda cabe que remiten a las de Tony Stark y Peter Parker en Capitán América: Civil War (2016). En 2017 podíamos decir “Whedon, tio, que se te ve el plumero…” pero oops… resulta que no fue Whedon.

Como ya he dicho arriba, y concluyendo, esta nueva versión no sirve sino para reevaluar el trabajo que Whedon hizo originalmente, el buen hacer que tuvo al convertirlo en algo con una mínima coherencia, a partir del tosco material original de Snyder. ¿Aporta algo la nueva versión de Snyder? Bueno, es interesante la participación de Darkseid en la historia, y quizás eso sí debería haber estado en la versión que vimos originalmente… pero me da que eso no ocurrió porque viendo incierto el futuro de la saga no querían dejar un final abierto.

* Los Elseworld son cómics de DC en los cuales se cuentan historias alternativas donde aparecen versiones distintas de los personajes de la editorial. Como el mencionado cómic Superman Hijo Rojo donde la la nave que lleva al bebé Kal-El se estrella en una granja de la antigua Unión Soviética en vez de una en Kansas.


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