sábado, 19 de diciembre de 2020

The Mandalorian: Segunda Temporada

Mando y Grogu

Antes que nada avisar que este artículo contiene SPOILERS de toda la temporada. Y bueno, vamos al lio. Como ya comenté en el artículo que escribí con motivo de la primera temporada, me resultaba atractiva la idea de que esta serie fuera una especie de western centrado en este personaje que es el mandaloriano y que, con ello, se ampliara el Universo Star Wars más allá de lo que es el eje de la saga, es decir, los Skywalker, los Jedis, La Fuerza y demás. Y efectivamente, en aquella primera temporada, se supo hacer esto en gran medida y de una forma ejemplar, al tomar el trasfondo y elementos secundarios presentes en la trilogía original y expandiéndolos, enriqueciéndolos. Me refiero a escenarios, a personajes como los Jawas o los moradores de las arenas, a los modelos de droides… y tengo que volver a poner como ejemplo destacado lo que hicieron con el droide cazarrecompenzas IG-11.


Sin embargo, ya desde el principio, la trama general giraba en torno al pequeño “baby yoda”, cuyo nombre ha resultado ser Grogu, y sus habilidades en La Fuerza, y la temporada acababa con un episodio final en el que aparecían ciertos elementos que no eran de mi agrado, como este Moff Gideon portador de un sable de luz negro, que parecían augurar que volveríamos a lo de siempre… a los Jedis y a La Fuerza. Y debo insistir, todo lo que rodea a los Jedis y La Fuerza son mis elementos favoritos en la saga original, pero, por un lado, la serie se desarrolla en un momento en el que los Jedis, exceptuando a Luke, están presuntamente extintos, y, por otro lado, creo que sería enriquecedor conocer más del Universo de Star Wars al margen de La Fuerza. Dicho todo esto, a pesar de mis reticencias, esta segunda temporada me ha sorprendido gratamente.
 

Mando y los Moradores
Inusitado y bienvenido protagonismo de los moradores de las arenas.

Sigue siendo un western, con capítulos disfrutables por sí solos, y que expanden efectivamente el Universo Star Wars. Si, como ya dije, me encantó lo que hicieron en la primera temporada con el modelo de droide IG, en esta hacen lo propio con los dragones Krayt. Exageran algo, en mi opinión, con el tamaño de la criatura, pero hace comprensible que, en La Guerra de las Galaxias (1977), los moradores de las arenas huyeran al escuchar el rugido de imitación de Obi Wan sin tan siquiera ver a la criatura ¡se mueven bajo tierra! También es de agradecer el protagonismo y trasfondo que se les da a los moradores en ese capítulo.


Otra de las sorpresas de esta temporada ha sido el regreso de Boba Fett a quien la última vez que vimos, cronológicamente hablando, fue cayendo en las fauces del Sarlaac en El Retorno del Jedi (1983). Está vivo, no sabemos por qué ha perdido la armadura, y mientras la recupera lucha como un morador de las arenas. Detalle este último que me parece sumamente interesante y contribuye a darle nuevas dimensiones al personaje. Sí tengo que reconocer que no soy muy fan de lo que se hizo con él en la trilogía de precuelas, y que verle el rostro a Temuera Morrison no me entusiasma cuando el enigmático personaje siempre llevaba el casco puesto en la trilogía original, pero está bien. Tampoco me entusiasma que Mando se quite, cada vez más, el casco. Entiendo que los actores quieran que alguna vez se les vea el rostro y raro es que no exijan una cuota en pantalla aún mayor.

Mando y Boba Fett.

Sin embargo, hay algo que me parece interesante sobre el regreso de Boba Fett y es que si ya desde un principio existía la posibilidad de recuperarlo en esta serie ¿No habría sido lo suyo que hubiera sido el protagonista de la serie? ¿Que el mandaloriano del título hubiera sido Boba Fett y no este nuevo personaje que interpreta Pedro Pascal? ¿Quizás no habría sido creíble un vínculo entre Fett y el niño? Cuando he empezado a escribir este párrafo era simplemente porque estas dudas habían surgido en mi cabeza mientras veía la serie, pero cuanto más lo pienso más atractiva se me hace la idea. Eso sí, se habría complicado el encuentro que tiene lugar al final de esta temporada. En cualquier caso, la escena postcreditos nos anticipa que Boba Fett tendrá su propia serie el año que viene y no puedo evitar preguntarme si será la que por fin nos cuente historias completamente al margen de los Jedis y La Fuerza. Un apunte particular sobre dicha escena: creo que ha sido mala idea matar a Bib Fortuna.
 

¿Qué es lo que no me ha gustado de la temporada en sí? No demasiadas cosas, la verdad. Temía que el Moff Gideon fuera un villano sucedáneo de Siths y similares cuando al final “solo” es un alto mando, sin poderes de La Fuerza, pero que lleva este sable de luz negro. Y esto me hace reevaluar positivamente al personaje interpretado por Giancarlo Esposito. Particularmente el concepto del sable de luz negro no me gusta, obedece a esa idea generalizada que parece haber en todo aquello nuevo que se hace de Star Wars que consiste en coger algo que funcionaba en la trilogía original y hacerlo más grande, más fuerte o más chulo. Y lo mismo me pasa con los droides oscuros que conceptualmente me parecen de lo más pueril: droides de color negro, que siempre el negro mola más, con ojos rojos, e imparables cuan terminators. Tampoco me entusiasma la presencia de Ahsoka Tano, porque, al igual que el sable negro, procede de alguna serie de animación. Para aquellos para lo que Star Wars solo son las películas, lo que se ha hecho en imagen real, este personaje requiere de una presentación ya que de pronto nos está presentando a un nuevo Jedi cuando supuestamente Luke era el último ¿De dónde ha salido? ¿Dónde ha estado?

Giancarlo Esposito como el Moff Gideon
Giancarlo Esposito como el Moff Gideon.

Y finalmente vamos al estupendo final de temporada donde por fin nos encontramos con lo que la tercera trilogía de películas nos ha negado en gran parte: el retorno del Jedi, del Luke del final de la trilogía clásica, en una escena que, como no pocos hemos percibido, viene a ser el equivalente a la escena final de Darth Vader en Rogue One. Los tiempos han cambiado, y con ello el lenguaje cinematográfico y la espectacularidad en las escenas de acción y tanto Vader como Luke habían quedado algo ensombrecidos por las habilidades de los Jedis y Sith que aparecían en las precuelas, productos derivados y demás, hasta el punto que las nuevas generaciones con frecuencia los menospreciaban. Eran personajes que necesitaban ser reivindicados, que se recordara que son los grandes protagonistas y era necesario que se hiciera justamente como se hizo con Vader en Rogue One y como se ha hecho con Luke en The Mandalorian. Lo que les vemos hacer en pantalla no contrasta con lo que son en la trilogía clásica, con las habilidades que demuestran o la forma de luchar que tienen, y sin embargo la llevan más allá, demostrando que tienen un control absoluto del entorno cuando combaten, sin tener que recurrir a piruetas, volteretas y demás.

Luke con el rostro digital
El parecido con Mark Hamill es escaso, por no decir nulo.

Pero eso sí, si bien la aparición de Luke ha sido espectacular, hay algo en ella que para mi no ha funcionado y ha sido el CGI del rostro. Mientras se abría paso hasta el puente me preguntaba si habrían hecho como con Peter Cushing y Carrie Fisher y habrían puesto digitalmente la cara de Mark Hamill en otro actor o si habrían optado, como muchos fans sugerían, por usar al actor Sebastian Stan quien tiene cierto parecido con Hamill en aquella época. Y cuando por fin descubre su rostro me quedé en plan ¿Quién es este? ¿Qué actor han cogido para interpretar a Luke? Y durante toda escena estuve intentando reconocer si era un actor nuevo o era un CGI del rostro de Hamill, cosa que al final resultó ser. Y es que este CGI me ha parecido horrible y a mí particularmente me ha estropeado un poco la escena. Es peor que los que se hicieron con Fisher y Cushing, y podríamos intentar excusarlo con que el presupuesto en una serie de televisión no es el mismo que el de cine, pero eso hoy día ya no vale: estoy seguro que en muy poco tiempo vamos a volver a ver esta escena en Youtube, reconstruida por alguien con la tecnología del Deepfake, algo que está al alcance de cualquiera con un ordenador normalito, y quedará perfecta. Y eso es lo que no consigo explicarme, cómo el resultado original ha sido tan malo, cómo es posible que un producto de Lucasfilm, con efectos de ILM, no hayan dado la talla a estas alturas. Otro detalle, particularmente echo de menos a Salvador Vidal poníendole la voz en castellano que supongo que no habrán considerado adecuada ya por la edad. Aunque quizás no habría quedado tan mal.
 

¿Y qué nos depara el futuro de The Mandalorian? ¿Realmente hemos dicho adiós a baby Grogu? ¿Y hasta qué punto podrán funcionar dos series como The Mandalorian y El Libro de Fett con personajes tan similares? En fin, ya veremos.


jueves, 12 de noviembre de 2020

El Origen del Wonder Bread o Savage He-Man


Estoy siguiendo un canal de Youtube, Spector Creative, que es de alguien, Scott “ToyGuru” Neitlich, que ha trabajado durante más de veinte años en el sector y unos diez para Mattel, de hecho es uno de los principales responsables de la línea Masters of The Universe Classics, una línea de figuras destinadas a coleccionistas que, respetando el diseño de las figuras originales, las mejoraban. Se puede decir que son la versión definitiva de las figuras. Eso sí, hoy día son caras ya que solo se encuentran en el mercado de segunda mano. La cosa es que este hombre ayer publicaba un video que resulta ser un bombazo. Y es que parece haber confirmado parte del origen del He-Man Wonder Bread.

El He-Man Wonder Bread es una figura de He-Man con colores distintos a los habituales. Su pelo es marrón y sus botas y cinturón de color negro. Alguna vez se ha podido ver con una coraza como la de Zodac pero en color negro aunque en general solía verse la figura pelada, sin accesorios. Además, dicha armadura no era algo fuera de lo común ya que venía en un pack de armas que sacó Mattel en la época. Igualmente se le suele ver acompañado de armas de color granate que en su día Mattel incluía gratis con una segunda edición de la figura de Man-E-Faces.

Esta figura, el Wonder Bread He-Man, empezó a aparecer en el mercado de segunda mano y enseguida se convirtió en una suerte de santo grial por ser una figura rara y es que… nadie sabía de dónde había salido. Al principio se pensaba que podía tratarse de un bootleg o una customización. Después, descartado eso, se empezó a rumorear que podrían haber sido muestras de cuando Mattel se disponía a crear la línea de figuras de la película Conan el Bárbaro (1982), cuyo abandono acabó dando paso al desarollo de Masters of the Universe. O que fuera una variante realizada en algún otro país que se hubiera tomado ciertas licencias al fabricar alguna remesa de figuras de He-Man. Sobre su distribución se rumoreó que era una figura que se regalaba en una promoción de la marca Wonder Bread - como nuestro Pan Bimbo - y de ahí ese primer nombre. De hecho cuando salió la línea Masters of The Universe Classics y se creo una figura de ella, se le dio el nombre de Wun-Dar, como guiño a ese primer nombre, el de Wonder Bread He-Man. Sin embargo, descartada la posibilidad de que fuera parte de una promoción de Wonder Bread, se le empezó a llamar Savage He-Man. De lo que sí había indicios es de que la figura sí podría haber formado parte de la promoción "Compre 3 y consiga 1 gratis" que Mattel llevó a cabo a principios de los 80s. Y esto es de lo que Scott Neitlich ha encontrado evidencias.

Foto de Scott "Toy Guru" Neitlich
Scott "Toy Guru" Neitlich

Neitlich, que, como menciono más arriba, es uno de los principales desarrolladores de la línea Masters of the Universe Classics, tuvo oportunidad en 2009 de participar en la realización de un Art Book sobre los Masters en el cual se iban a mostrar imágenes nunca vistas de prototipos, diseños preliminares, etc. En su momento, con motivo de la creación de este libro, tuvo acceso a los archivos de Mattel, donde trabajaba, y la posibilidad de fotocopiar todo documento relacionado que no viniera marcado como confidencial. La cosa es que Neitlich conservaba una caja con esa ingente cantidad de papeles, muchos de los cuales no le fueron de utilidad en su día para la realización del libro, y, mirándolos de nuevo, ha descubierto una serie de cartas que en su momento pasó por alto y en las cuales, por fin, hay evidencias de lo que parece ser una de las formas en que esta figura se distribuyó. He aquí las cartas:

Carta 1: Reclamación de la Sra. Barb Hackenberg.

"Estimado Sr. Wagner

Recientemente aproveché su oferta “Compre 3 y consiga 1 gratis” de las figuras Masters of the Universe. Debo decir que ha sido una experiencia muy decepcionante no solo para mí, sino también para mi hijo y para mi sobrino.

Esperábamos una figura completa con sus accesorios. Por esa razón nos aseguramos de no comprar ninguna figura por duplicado de modo que cualquiera que recibiéramos habría estado bien. Entre los dos, los chicos tienen ahora el castillo, Battlecat, Merman, Skeletor, Beastman, Zodac, He-Man, Man At Arms. 

Imagine su disgusto con la figura que han recibido. Preguntaban quién es. Les he explicado que era una edición especial de He-Man. La siguiente pregunta fue dónde estaba el arnés de campo de fuerza y las armas. Les he sugerido que usen las que vienen con el castillo. Me han dicho que quizás podría comprárselas. Después han sugerido pintarlo con los colores correctos. Los chicos están interesados en jugar con el juguete, no en conservarlo porque sea una edición especial.

Me da la sensación de que la compañía está intentando salir del paso de manera fácil a costa de que son niños. La oferta debería haber especificado que sería una figura edición especial o haber enviado una auténtica. Los niños han participado en ofertas de Star Wars y G.I. Joe y siempre han recibido lo que esperaban. Me pensaré bien cualquier otra oferta de Mattel antes de decidir qué juguete comprar.

Sinceramente,

Barb Hackenberg."

Carta 2: De Ray Wagner, presidente, a Mark R. Ellis, de marketing.

"16-08-83

RAY WAGNER

Mark,
Quizás esta dama tiene razón en que deberíamos haber especificado que se enviaría una figura Edición Especial.

¿Podrías, por favor, preparar una respuesta para ella con una copia para Ray? Acompañarla con una figura sería apropiado.

Gracias.

Judy"

Carta 3: Respuesta de Mark R. Ellis a la Sra. Hackenberg.

"14 de Septiembre, 1983

Estimada Sra. Hackenberg

Su carta a nuestro presidente me ha sido remitida con el fin de responderle.

Gracias por tomarse el tiempo para escribirnos compartiendo sus preocupaciones sobre nuestra oferta “Compre 3 y consiga 1 gratis”

Sra. Hackenberg, nunca es nuestra intención engañar a nuestros clientes. He tenido la oportunidad de revisar todo el material usado para publicitar esta oferta, y mientras la oferta dice “Juguete gratis seleccionado por Mattel al azar” no establece claramente que fuera una figura Edición Especial. De acuerdo a la gente que ha desarrollado el programa, pensaban que clientes como su hijo y su sobrino disfrutarían más de una figura especial que de una que quizás ya pudieran tener.

Como muestra de buena voluntad, le envío con esta carta dos de las más recientes figuras de Masters of the Universe, y una muestra de otros productos de Masters. Estoy seguro de que su hijo y su sobrino disfrutarán sumando estas piezas a sus colecciones.

Gracias de nuevo por escribir. Si puedo serle de ayuda en un futuro, por favor no dude en contactar conmigo.

Sinceramente Mark R. Ellis.
Vicepresidente, Marketing
MATTEL TOYS"

 

Foto de un Wonder Bread con accesorios del Castillo y del pack de Armas
Equipada con la armadura y pistola de Zodac del Weapon Pack y accesorios del castillo.

Como Scott Neitlich concluye en su video, en estas cartas se habla de una figura de He-Man, que tiene detalles en colores distintos, y que no tenía accesorio alguno. Así que todo apunta a que debía tratarse de esta figura. Quizás nos parezca extraño el rechazo de una figura única, distinta, pero hay que mirarlo desde la perspectiva de alguien de la época, sin saber qué valor podría tener aquello en un futuro, y desde cuyo punto de vista lo que le habían enviado era un He-Man sin accesorios y con los colores equivocados. Como si intentaran colarle una figura ordinaria, sin accesorios ni embalaje original, como algo especial, cuando se habían limitado a cambiarle algunos colores.

Y es lógico que muchos niños en su día, y posteriormente coleccionistas ya adultos, al encontrarse con esta figura sin accesorios les pusieran las que venían en el castillo, como sugería la señora a sus niños, o recurrieran a los packs de armas en uno de los cuales venía la armadura negra de Zodac que efectivamente combinaba bien con las botas y cinturón de este extraño He-Man.

Así que con esto ya sabemos que la figura fue un producto de Mattel USA y el medio a través del cual llegó a manos de muchos clientes. Sin embargo, particularmente, he de señalar que esto no necesariamente aporta nueva luz sobre por qué se fabricó la figura y, desde luego, no entra en conflicto con la posibilidad de que hubiera sido fabricada previamente como anticipo de la línea  Conan o que, habiendo ya rechazado producir bajo aquella licencia, decidieran cambiarle el color del pelo a rubio presionados por los legítimos propietarios de los derechos porque este nuevo personaje de Mattel, He-Man, se parecía sospechosamente a Conan. O incluso que simplemente hubiera sido fabricada en esos colores por error. Los Masters of the Universe que se comercializaron en USA fueron fabricados en Taiwan y es posible, aunque improbable, que les llegara todo un envío completo de estas figuras con los colores equivocados. Y que más tarde, sin saber qué hacer con ellas, las aprovecharan en esta promoción con lo que efectivamente la señora Hakenberg podía haber estado en lo cierto en sus sospechas. ¿Quien sabe?

La principal razón para escribir este artículo reseñando el descubrimiento de Scott ha sido ofrecer la traducción de las cartas al castellano a gente que no domina el inglés así como mi punto de vista sobre el asunto en general. En cualquier caso, por supuesto, os dejo aquí el video original de Scott en su canal de Youtube, Spector Creative. Os recomiendo que lo sigais, habla cosas muy interesantes sobre Masters of the Universe y sobre la industria del juguete en Estados Unidos en general.





viernes, 30 de octubre de 2020

Películas de Historias Cortas para Halloween

Sam, personaje de la película Truco o Trato
 

Hay un par de películas que me gusta ver por estas fechas y me gustaría recomendar. La razón principal es que no son solo películas de terror, sino que además transcurren en la noche de Halloween. También quiero recomendarlas por su formato, el de relatos cortos, al estilo de Creepshow. Al igual que esta, la primera de ellas, Truco o Trato (2007), se presenta a través de sus créditos iniciales como si se tratasen de las historias de un cómic de terror al estilo de los de la editocial EC. Es una película producida por Bryan Singer y en su reparto cuenta, entre otros, con Anna Paquin y Brian Cox, quienes estuvieron bajo su dirección en la saga X-Men. Una particularidad interesante es que, a pesar de ser historias independientes, no termina una y empieza otra, sino que vamos viendo de todas ellas durante toda la extensión del metraje, y ya que transcurren en la misma noche y ciudad, los personajes se van cruzando de manera casual. También tienen como nexo un personaje, un “niño raro”, al que en los créditos ser refieren como Sam, que aparece en todas ellas, aunque tiene su protagonismo en la última. Por contar algo sobre las historias, no demasiado, serían las siguientes:
 

-    Una pareja con discrepancias sobre la fiesta de Halloween…
-    Unos niños que acuden al lugar donde se despeñó un autobús escolar…
-    Unas chicas que acuden a una fiesta con la idea de que una de ellas se estrene...
-    Un padre debe ayudar a su hijo con la lámpara de Halloween pero antes...
-    Un señor mayor que aborrece Halloween...
 

Las chicas de una de las historias de Trato o Truco

La otra película que me gustaría recomendar es Cuentos de Halloween (2015). También las historias ocurren en un mismo marco, en la misma ciudad, aunque en este caso no están tan conectadas como en la anterior y sí que se van sucediendo una tras otra. Lo más parecido a un hilo conductor que tenemos es la voz de una locutora de radio, interpretada por Adrienne Barbeau en un homenaje a su papel en La Niebla (1980) de John Carpenter. También tenemos en pequeños papeles a los directores John Landis (Un Hombre Lobo Americano en Londres) y Joe Dante (Aullidos, Gremlins) y al artista Drew Struzan, autor de los mejores carteles de cine de los 80s (Star Wars, Los Goonies, Indiana Jones…). Las historias son las siguientes:


-    Una canguro y su novio cuentan una historia al niño al que ha de cuidar...
-    Un niño es pillado por su vecino cuando tiraba huevos a su casa...
-    Dos parejas amigas reciben la visita de unos niños que no van a por caramelos…
-    Un chico ataviado de demonio busca venganza…
-    Una chica ha de volver a casa sola andando…
-    Una pareja sin hijos se prepara para recibir a los niños que piden caramelos…
-    Dos vecinos rivalizan decorando sus casas para Halloween…
-    La noche de Halloween de un asesino tipo Jason Voorhees o Michael Myers…
-    Dos tipos secuesdtran al hijo de un millonario cuando sale a pedir caramelos…
-    Una detective de la policía tiene que encontrar a un asesino peculiar…
 

Personje de Cuentos de Halloween

En honor a la verdad, he de decir que ninguna de las dos películas tiene grandes críticas. Tanto en Fimafinity como en IMDB rondan la puntuación media de cinco sobre diez. Pero a mí me gustan y por su formato y ambientación me parecen especialmente apropiadas para esta época. Tampoco es que haya mucho donde elegir en esta línea.

Quizás como complemento a estas dos, ahora, por tenerla fresca en la memoria, recomendaría la primera historia del episodio 3 de la serie Creepshow (2019), All Hallows Eve, otra historia corta que, como su título indica, transcurre en Halloween.

Finalmente mencionar una película que, a pesar de su título, no se trata de otra antología de historias cortas y es Historias de Miedo para Contar en la Oscuridad (2019) aunque era material que se prestaba a ello y es una pena que no acabara con este formato. Producida por Guillermo del Toro (Hellboy, El Laberinto del Fauno), nos cuenta sobre unos chicos que en Halloween visitan una casa encantada y desencadenan que las historias de terror escritas en un libro se hagan realidad. Aunque se queda en un quiero y no puedo, resulta interesante.

 

Escena de Historias de Miedo para Contar en la Oscuridad

Quizás llame la atención que nada de lo que recomiendo en este artículo destaque por ser grandes películas, pero insisto, cualquier época es buena para ver cualquier gran clásico del terror, pero estas que precisamente transcurren en esta fiesta resultan especialmente ideales y, gracias al formato, variadas.

Por cierto, ¿Sabéis por qué en tantas películas que transcurren en Halloween los personajes aparecen viendo La Noche de los Muertos Vivientes (1968)? Porque George A. Romero olvidó incluir en los créditos de la película los temas de copyright, con lo cual, según la legislación de la época, la película pasó directamente a ser de dominio público. Así que si quieren poner personajes viendo una peli de terror, pueden hacerlo con esta película porque la contrario que con otras no tienen que pagar derechos.


miércoles, 21 de octubre de 2020

Masters of the Universe: El Concepto Desvirtuado


En estos últimos tiempos, en los que he vuelto a poner mis ojos en los Masters del Universo, en pos de recuperar aquellas figuras que tuve de pequeño, he descubierto algo y es que no todos percibimos a estos personajes de la misma forma. Y es que para muchos la serie de animación tuvo un peso importante, pero en España realmente no se emitió en televisión hasta los 90s. Se podía ver, eso sí, gracias a las cintas de video que se alquilaban en los videoclubs, pero tampoco todo el mundo tenía reproductor de video.

Para muchos de nosotros el primer contacto con Masters del Universo fue a través de los anuncios de las propias figuras que aparecían en televisión. Entre eso, el vago trasfondo que dejaban entrever los primeros mini comics y, sobretodo, lo que nos mostraban las ilustraciones de las cajas y blisters, imaginábamos la mitología de los Masters del Universo a nuestra manera.

Desde luego todo aquello que nos vendía la publicidad era algo distinto de lo que después encontramos en los dibujos animados. La publicidad, el concepto original de la línea, era muy estilo Frazetta, muy oscuro y brutal. El mismo He-Man, por ejemplo, llevaba un hacha. Aparte las influencias obvias eran películas como Conan el Bárbaro1 (1982) o El Señor de las Bestias (1982). Sin embargo, muchísimos fans, quizás mayoría, llegaron al juguete con la serie de dibujos que era mucho más ligera en tono. A muchos de ellos incluso les gustan más las nuevas figuras basadas en la serie, como las de Super7, que las figuras originales. Algo que a algunos nos puede resultar algo así como una herejía, pero que en realidad es respetable, a cada cual le gusta lo que le gusta. Se criaron con aquellos dibujos animados y llegaron a las figuras con ellos así que está bien. Solo quiero subrayar el hecho de que hay distintos públicos para Masters del Universo.

Arte de la caja del Castillo de Grayskull
La fantasía heroica de Masters del Universo en su máximo explendor.
 
A mí particularmente todo lo del Príncipe Adam nunca me ha convencido. De hecho, la primera vez que supe de él fue porque vi la figura en una tienda y mi primer pensamiento fue que aquello era una de tantas copias piratas. A mis ojos aquello era muy cutre, era un He-Man al que le habían pintado una camisa blanca encima del cuerpo y unos pantalones violeta encima del taparrabos. Pero aquella figura estaba en su blíster y tenía toda la pinta de ser original. Poco después me di cuenta de que efectivamente Mattel estaba haciendo algo que a mí particularmente me parecía una chapuza y era volver a sacar las mismas figuras con distintos colores: teníamos un Merman negro que ahora era una mofeta y se llamaba Stinkor y un Beastman verde con pelitos, que al parecer olía a pino, y se llamaba Mossman.

Y es que yo de pequeño ya era muy crítico y me fijaba mucho en los detalles. Aquella primera hornada de personajes me encantó, y es la que hace que considere a Masters del Universo de los juguetes más importantes de mi infancia, pero visto en perspectiva me doy cuenta de que realmente, de lo que salió después, hubo muchas figuras que no me gustaron nada y supongo que por ello dejé de prestarles atención.

Tuve a Skeletor, a He-Man y a Merman y me quedé con las ganas de tener a Beastman y a Stratos. La mezcla de fantasía heroica y ciencia ficción, con vehículos tan chulos como el Battle Ram con aquella cabeza como de gárgola que resultaba extraña en un vehículo como aquel, o con el hecho de que He-Man cabalgara un tigre, estaba muy bien planteada en los primeros diseños, pero enseguida empezaron a meter casi cualquier cosa que se les pasaba por la cabeza y la idea original fue desvirtuándose cada vez más hasta que acabaron saliendo personajes, como casos más extremos, como un vaquero o un ninja. Particularmente tuve a Roboto, simplemente porque me gustaban los robots y me gustó la figura, pero que realmente tenía muy poco que ver con el concepto de las figuras originales.

Imagen de los personajes animados.
Los Masters del Universo en la versión animada de Filmation.

Otra cosa que, siempre en mi opinión, fue en detrimento de los diseños fue que en aquella época había una especie de obsesión por que los juguetes “hicieran” algo. Era la pregunta que solían hacer los padres ante un nuevo juguete o muñeco, o figura de acción como las llamamos ahora: “¿qué hace?” En la primera tanda de figuras de Masters del Universo esto se materializó en lo de la cintura giratoria con resorte, que a mí me daba un poco igual y estoy seguro que las figuras se habrían vendido igual sin aquello. Pero fue algo discreto. El problema es que esto degeneró y afectó a los diseños posteriores que vinieron condicionados por los mecanismos que habilitaban a las figuras con alguna función.

La primera de estas creo que fue Ram Man, el hombre ariete. Aquello no parecía un Master del Universo: ni tenía cuerpo de Master ni tenía más articulaciones que las de los brazos, que tampoco eran como los de las otras figuras. Las piernas iban juntas, pegadas, y tenían forma de muelle. Aquella figura me parecía, aún me lo parece, un horror. Pero aquello solo fue el principio. Estaba Kobra Khan, un hombre serpiente que escupía veneno (agua) y para lo cual usaba el mismo mecanismo que los dispensadores de jabón líquido. El problema es que la cabeza, la forma de la boca, estaba abierta de manera que yo particularmente no veía una cabeza de serpiente sino un dispensador adornado como si fuera una cabeza de serpiente. Me resultaba muy cutre. Exactamente lo mismo, pero con un diseño mucho peor, pasó con Leech, un personaje cuya boca, pies y manos eran ventosas. Rottar y Twistoid no tenían piernas, eran trompos (peonzas) y Blast Attack era un personaje que se partía por la mitad. Y estaban los hombres meteorito, Stonedar y Rokkon, que conceptualmente estaban muy bien pero que a la hora de la verdad las figuras no eran demasiado atractivas. Tuvimos a un personaje que extendía el cuello, otro los ojos y otro que extendía todas las partes de su cuerpo. Incluso salieron varios He-Man y Skeletor que “hacían cosas” y ninguno, para mí, estuvo a la altura de las sencillas figuras originales. Hubo un Skeletor que llevaba a la espalda un dragoncito que echaba agua - así no te lo puedes tomar en serio - y un He-Man que tenía mixtos (detonantes) en la espalda.

Poster publicitario de la época.
Este cartel es buena muestra de hasta que punto se les fue de las manos.

Vistos hoy día, no me extraña que me despegara de la colección pronto y es que, entre estos diseños condicionados por los mecanismos, otros que simplemente me parecían feos (o ridículos, como Buzz, el hombre "Abeja Maya" o uno con trompa de elefante) o aquel alejamiento de la fantasía heroica, deterioraron mucho el concepto original. Aun así, todavía hubo figuras interesantes como Trap Jaw, Hordak, Modulok, Grizzlor, Triclops o Man-E-Faces por poner algunos ejemplos.

Los vehículos no tuvieron mejor suerte y sacaron cosas que me parecen igualmente errores de diseño que desvirtuaban la idea original. Los mejores, en mi opinión, fueron el Carro de Asalto, Attak Trak, Road Riper o Roton. Pero luego había cosas como unos zancos tecnológicos, caballos robóticos o dinosaurios… ¿no habría sido lo suyo que fueran criaturas fantásticas tipo dragones? No sé, creo que fueron demasiadas las ideas cutres.

La idea de meter tecnología en un mundo de fantasía heroica, a pesar de estar bien implementada en los primeros diseños, era muy arriesgada. Hubo grandes aciertos como fueron el personaje de Man-At-Arms o el Carro de Asalto, pero era complicado mantener el tono, el equilibrio, de una manera sobria, y todo el desafortunado desmadre en el que resultó todo esto que apunto se debió sin duda a las prisas por aprovechar el momento, por no haber rumiado las ideas y no haber hecho una criba crítica en cuestión de diseños. Además, no solo el diseño se resintió por las prisas, como niño no te daba tiempo a tener las figuras que querías de la primera tanda y ya había una segunda en el mercado. Y quizás ya no podías tener las que te faltaban de la primera porque ya no las encontrabas en las tiendas, porque habían sido sustituidas por las nuevas. Es algo que desmotivaba.

Arte original de las cajas
Combinar fantasía heroica y tecnología era arriesgado pero a veces funcionaba.
 
Ahora Mattel ha sacado la línea Masters of The Universe Origins, una nueva versión de las figuras originales, pero con más articulaciones, y no puedo sino ver algo positivo en aquellos errores de diseño y es que solo me voy a sentir tentado por aquellas que creo que se apegan a la idea original de la que Masters del Universo nunca debió alejarse. Voy a poder pasar de muchas otras.

Lo que si me gustaría es que si en algún momento llegan a hacer la película sepan mantener el tono, qué meter y qué dejar fuera, y que se ciñeran a ese concepto original de las primeras figuras, las primeras ilustraciones, etc. Pero como ya decía al principio mucha gente se crio con los dibujos animados y son fans de algunas de estas figuras que a mí me parecieron horribles así que la cosa está complicada. Nunca llueve a gusto de todos.


1 Mencionar que originalmente Mattel iba a sacar una línea de figuras de Conan el Bárbaro que se frustró cuando se dieron cuenta de que la película no era precisamente para niños.

lunes, 10 de agosto de 2020

El Multiverso de DC, Marvel y Jack Slater IV

Ilustración Multiverso DC 
Los universos paralelos son muy populares en los comics de superhéroes, especialmente en los de DC Comics. Empezaron siendo el resultado de las continuas revisiones que sufrían los personajes, según las épocas, sus modas y demás. En un momento dado se cambiaban ciertos aspectos de la historia de un personaje, de sus orígenes o incluso se hacía borrón y cuenta nueva y el personaje se retomaba con un nuevo enfoque, obviando el material que se había publicado antes. Pero pronto a alguien se le debió ocurrir que no se podía simplemente prescindir de todo aquello, como si no hubiera pasado, y que a veces sería interesante rescatar alguna de aquellas ideas de manera temporal. Así que se empezó a considerar que efectivamente todo aquello había tenido lugar, en universos distintos pero similares al que estaba vigente. Y que, de vez en cuando, estos universos paralelos podrían interrelacionarse. Además, se sumaban como Universos Paralelos los de los personajes de otras editoriales que DC había comprado como el del Capitán Marvel (Shazam) o aquellas historias que ya desde su concepción nacían como historias alternativas, al margen de la continuidad.

La cosa es que en 1985 se llevó a cabo lo que debería haber sido el reinicio definitivo y lo hizo en forma de historia: Crisis en Tierras Infinitas. El resultado de esta serie de doce números en la que veíamos a personajes de muchos de esos universos fue un nuevo y único Universo DC, fusionado, que empezaría “desde cero” con la puesta al día de sus personajes, reescribiendo orígenes, etc. Y la verdad es que en principio se hizo muy bien. Pero aquello no podía durar mucho.

Poster de Crisis en Tierras Infinitas

Y es que el nuevo Universo DC no tardó en “ensuciarse” otra vez. Por un lado, las nuevas versiones de personajes antiguos no siempre eran geniales y por otro siempre había algún autor que echaba de menos, y traía de vuelta, alguna de aquellas tantas cosas que debieron quedar atrás para siempre  (ejem… Krypto). Pero lo peor fue que debido a eso en DC le cogieron el gusto a hacer reinicios cada vez que su Universo se tambaleaba un poco, algo que suele suceder, y la cosa es que nunca ha quedado mejor que tras aquellas Crisis en Tierras Infinitas. También, paradójicamente, se aficionaron más aún a la idea de los Universos Paralelos. Además, DC tienen un sello, Elseworlds, en el que cuentan historias que ocurren al margen de su Universo vigente y esto, como no, se convierte en parte de este Multiverso.

Marvel no se queda atrás. Empezando por el hecho de que la Tierra de su universo vigente es denominada Tierra 616. Ahí, tirando por largo, prevén que sus historias van a generar Universos Paralelos a destajo. También tienen sus historias al margen de la continuidad. Y además desde el 77 tiene su colección What If… donde se cuentan historias alternativas que se daban a partir de si un cierto evento que había sido relevante en sus comics hubiera tenido un desenlace distinto. Y por supuesto colecciones alternativas como Heroes Reborn, el universo Ultimate u Old Logan. Y todo esto sin hablar de las consecuencias de los innumerables viajes en el tiempo que se dan en sus comics.

Ilustración de Superman: Hijo Rojo

Y ahora a lo que vamos, y es que particularmente con esto del Multiverso y los Universos Paralelos tengo un problema y es que necesito cierta coherencia que de sentido a por qué existen. Con historias como Superman: Hijo Rojo de DC o en general con los What If de Marvel, en principio, tenemos una explicación razonable y es que son algo así como líneas temporales alternativas: son el resultado de una bifurcación a partir de que algo sucede de manera distinta. Pero ya en Superman: Hijo Rojo se mete un poco la pata en esto: Nos cuenta una historia alternativa en la cual, la nave espacial en la que el bebé Kal-El es enviado a la tierra, en vez de aterrizar en Smallville, Kansas, lo hace en la Unión Soviética. Y tenemos un Superman criado según los valores soviéticos. Hasta ahí todo bien, de hecho, es un muy buen cómic. La incoherencia empieza cuando tenemos una versión soviética de Lana Lang y de Pete Ross, los que fueran los mejores amigos de Clark en Smallville. Que aquí se llaman Lana Lazarenko y Pyotr Roslov. Vamos a ser indulgentes y vamos a pensar que le han puesto esos nombres para que el lector entienda que son equivalentes a lo que Lana y Peter fueron para el Superman de Kansas. Vale. El problema viene cuando nos presentan un Batman soviético también. Eso ya me parece ridículamente forzado: puedo aceptar que el hecho de que Superman no cayera en USA tuviera como uno de muchos efectos colaterales que Batman no llegara a existir en Gotham, basándome en la teoría del caos, en el efecto mariposa. Pero es ridículo considerar que ello a su vez acabara provocando que precisamente apareciera un Batman soviético. ¿Un personaje con las motivaciones de este Batman soviético? Si, ¿por qué no? ¿Pero que sea un Batman? ¿Un tipo que escoge como seña de identidad el símbolo del murciélago? De ninguna manera, no hay una lógica en esa coincidencia se mire como se mire. Y con ello se está devaluando la idea de que esa historia es lo que podría haber pasado si Superman se hubiera criado en la Unión Soviética.

El problema es mayor si tomamos como ejemplo al Spider-Man: Noir de Marvel. Se trata de una versión de Spider-Man con un estilo y trasfondo de novela negra. Podría ser interpretado como un What If... en plan ¿Y si hubiera habido un Spider-Man en los años 40s? Hasta ahí bien. El problema viene cuando tenemos los mismos nombres: Peter Parker, Ben Urich, May Parker, Felicia Hardy, Osborn, el Duende Verde, el Buitre… etc. ¿Un Universo Paralelo en el que existen las mismas personas pero en otra época? ¿Por qué? ¿Cómo se da eso?

Ilustración de Spiderman: Noir
En ambos casos, tanto en Superman: Hijo Rojo como en Spider-Man Noir, la razón es sencilla: son comics creados pensando en ofrecer versiones distintas de los personajes y no tanto en que alguien a posteriori pueda decidir utilizarlos como parte de un Multiverso. Aunque debo confesar que creo que incluso si así hubiera sido estoy convencido de que tampoco habrían tenido en cuenta la coherencia. No suelen ser muy cuidadosos con estas cosas y a cada vez que hacen historias de viajes en el tiempo me remito.

En realidad, sí podríamos elaborar una explicación a todo esto, y es la de que hay entidades, del rango de deidades cósmicas, que pueden disponer de estos universos a su antojo y que deciden que, por alguna razón, estas personas que son Peter Parker, Batman o Lana Lana son relevantes a nivel cósmico por lo cual permanecen más o menos inalteradas aun cuando cambie todo alrededor de ellos. Y si hacemos un ejercicio de deducción, a lo navaja de Ockham, de quienes podrían ser estas deidades, la respuesta es más lógica y más simple es la real: editores y escritores de comics. Lo cual no resulta precisamente demasiado inmersivo en mi opinión: imaginad a Peter Parker preguntándose por qué hay una versión de él en los años 40s, y a alguien como Uatu, el vigilante, explicándole que es porque es un personaje de comics. La immersión se rompe radicalmente, devuelve al lector a su realidad.

Ezra Miller y Grant Gustin como Flash
Y con esto llegamos al Live Action, a las películas y series de imagen real. Podríamos preguntarnos qué sentido tiene usar la idea del Multiverso como parece que planea hacer Warner Bros con los personajes de DC Comics. Qué sentido hay en usar varios Batman en una historia cuando Warner no está haciendo otra cosa que desaprovechar el enorme panteón de personajes que es DC ¡Hay tantos que usar! Como digo, podríamos preguntarnos eso… pero no lo haremos porque las respuestas son obvias:

La primera es que están obsesionados con Batman. Es lo único a lo que saben sacarle ahora mismo dinero. Así que… ¿Qué es mejor que tener a un Batman? Tener dos, tres o los que sean. Es comprensible pero también muy triste que no se haga una película, por poner un ejemplo, de Doctor Fate, porque están demasiado ocupados haciendo películas de Batman o salpicadas por él como Escuadrón Suicida o Harley Quinn: Birds of Prey.

La segunda es que el Universo DC cinematográfico de Warner Bros es un desastre y la mejor manera de arreglarlo es coger lo que funciona y desechar lo que no… como se hizo en su día en los comics con Crisis en Tierras Infinitas. ¿Quedará Henry Cavill como Superman? ¿Y Affleck como Batman o será reemplazado por Robert Pattinson? Wonder Woman, Aquaman y Shazam funcionaron…

Y finalmente la tercera es ¡Michael Keaton! Todos quieren que vuelva a ser Batman y es una buena forma de recuperarlo. Y quizás no solo a él sino a otros actores que han interpretado a personajes de DC en la gran pantalla. Sin duda eso vendería, la nostalgia vende.

Michael Keaton como Bruce Watne

Y es que esto es lo que ya lo han hecho los de la CW, el Arrowverso, con sus series de TV y su versión de Crisis en Tierras Infintas. Lo realmente estupendo de todo esto era ver a los Superman de Brandon Routh, al de Tyler Hoechlin, al de Tom Welling y al Flash de Grant Gustin y al de John Wesley Shipp y al de Ezra Miller todos interactuando entre sí. En ese sentido – en muy pocos más – las Crisis en Tierras Infinitas de la CW fue espectacular intentando unificar todas las series y películas de imagen real que se han hecho. Y a mí particularmente me faltaron los Superman de Dean Cain, de Gerard Christopher y John Haymes Newton y a la Supergirl de Helen Slater por mencionar algunos.

Y con esto volvemos al problema de la coherencia del que hablábamos más arriba en los comics pero que en imagen real adquiere una nueva dimensión: ¿Qué sentido tiene que una misma persona, como Superman, Batman o Flash exista en distintos universos, siendo exactamente la misma persona (Clark Kent, Bruce Wayne, Barry Allen…) y tenga… distintas caras? Al igual que antes ninguno. Y al igual que antes la explicación más razonable es la real, que no son realmente Superman, Batman o Flash sino avatares que representan a esas entidades. Dicho de otro modo: distintas interpretaciones, distintos actores.

Detalle del poster de El Último Gran Héroe

Y es que quizás tocaría hacer un ejercicio de metacine al estilo El Último Gran Héroe (1993) donde Arnold Schwarzenegger y Jack Slater son entidades distintas pero el segundo tiene la cara del primero porque es un personaje interpretado por él en una película. El problema nuevamente es que, si se hace esto en una película con los personajes de DC, el resultado parece que devalúa un poco la cosa, sería equivalente a decirte al final de la película que todo ha sido un sueño y nada ha ocurrido. Que todo es ese universo es falso. En El Último Gran Héroe se podían permitir ese lujo porque efectivamente Jack Slater no existía fuera de aquella película, su existencia se debía a la historia que se estaba contando en la película, pero no puedes hacer lo mismo con un personaje como Batman o Superman que tienen décadas de historias a sus espaldas.

Es complicado, a todos nos gustaría volver a ciertos actores que han interpretado a superhéroes volviendo a esos roles, como en el citado caso de Michael Keaton, pero dudo mucho que se pueda hacer una gran historia a partir de ello especialmente por el problema de coherencia que plantea. Aunque tengo claro que para el público en general eso no supondrá un problema. Por cierto, me he centrado especialmente en el Universo DC, pero la misma situación tendríamos si en el futuro vemos en alguna película a las versiones de Spider-Man de Tobey Maguire, Andrew Garfield y Tom Holland interactuando. ¿Quien nos querría verlos juntos? ¿Pero qué sentido tiene?

Otra cosa que me viene al recuerdo es que ya tuvimos Universos Paralelos en la infravalorada serie de Superboy, en la tercera o cuarta temporada, protagonizadas por Gerard Christopher donde veíamos versiones distintas del personaje, pero interpretadas por el mismo actor. Aquello sí tenía sentido.

domingo, 2 de agosto de 2020

El Síndrome de Lester-Schumacher (II)

Cartel Promocional de Batman Forever

Decíamos ayer… bueno, fue ya hace cinco años cuando escribí el primer artículo (aquí) centrado en la figura de Richard Lester. Como ya comenté en aquella ocasión, el síndrome de Lester-Schumacher es la forma jocosa en la que yo particularmente llamo al menosprecio que tienen que soportar injustamente algunos directores por el mero hecho de haber cogido el testigo al rodar la secuela de una película de superhéroes de éxito realizada por otro director. Me toca ahora defender a Joel Schumacher, fallecido recientemente, el cual sucedió a Tim Burton como realizador en la saga Batman.

Empezaré aclarando desde ya que no voy a intentar una posible defensa de Batman & Robin (1997). Pero siempre he tenido claro que Batman Forever (1995) es harina de otro costal y creo que es necesario mirar el conjunto con perspectiva y, sobre todo, una objetividad que generalmente brilla por su ausencia. Por ejemplo, cuando se suele decir de Schumacher que es quien se cargó la saga Batman iniciada por Burton. Esto en realidad es muy discutible.

Batman (1989) de Tim Burton tuvo un éxito sin precedentes, la batmanía pegó fuerte en todo el mundo. Veías merchandising por todas partes, toda clase de productos con el símbolo del murciélago en el ovoide amarillo. Dio mucho dinero y ni que decir tiene que en Warner estaban encantados. Así que a la hora de sacar una secuela le dieron a Burton bastante libertad, básicamente le dejaron que hiciera lo que quisiera. Y eso fue un problema.

Catwoman y Pingüino en Batman Vuelve
Las versiones freak de Catwoman y el Pingüino de Tim Burton.

A Tim Burton ya no le interesaba Batman, el personaje. Lo que le interesaban eran los posibles villanos, los que acabó eligiendo. Y eso se nota en Batman Vuelve (1992). Y ni siquiera los villanos son los personajes originales del cómic. Sí, Michelle Pfeiffer está genial como Catwoman pero poco tiene que ver con la de los tebeos. Y el Pingüino muchísimo menos. Batman Vuelve no es una película de Batman, es una película de Tim Burton, una película de seres extraños, monstruosos. De hecho, Burton incluso introdujo un monstruo de cosecha propia, un personaje que no existía en los comics, Max Shrek ¿Realmente no había en los tebeos un personaje que usar en su lugar? Batman Vuelve es, en el mejor de los casos, un Elseworld, un tipo de historia alternativa que aparecen en comics editados al margen de lo que son las colecciones vigentes, canónicas. Algo muy distinto de lo que se había hecho en la primera película. Y tuvo consecuencias.

Tras la batmanía de la primera película estaba claro que Warner quería repetir, y que el merchandising, las licencias, eran la parte jugosa del pastel. Y por supuesto, los patrocinadores como MacDonalds o Coca-Cola, no quedaron contentos: los padres salían horrorizados de los cines llevándose a sus hijos a mitad de la película. Por supuesto que la película gustó a mucha gente también. Tim Burton, su estilo oscuro, macabro, estaba de moda entonces… pero ni de lejos tuvo el éxito que Warner esperaba, algo similar al de la primera película. Si hubiera tenido el tono de aquella todos habrían estado contentos, pero no fue así. Warner no estaba contenta.

El Pingüino de Batman Vuelve
El terrorífico Pingüino de Burton echando sangre negra por la boca.

Tim Burton empezó a preparar el terreno para la tercera película. Y en Warner con mucho tacto le preguntaron si no preferiría hacer una película más pequeña. No querían que se fuera a hacer películas con otra productora, no querían ofenderlo, pero tampoco querían dejar en sus manos una nueva película de Batman. Así que finalmente el proyecto fue a las manos de Joel Schumacher. Y Tim Burton estuvo de acuerdo. Y es productor de la película.

Y ahora es necesario hacer hincapié en quien era Joel Shucmacher, o más exactamente en qué había hecho hasta ese momento: St. Elmo Punto de Encuentro (1985), Jóvenes Ocultos (1987), Línea Mortal (1990), Elegir un Amor (1991), Un Día de Furia (1993), El Cliente (1994). Películas que habían funcionado muy bien y que hoy día siguen siendo muy populares. Solo ya por esto – y las películas que hizo después -  es terriblemente injusto que muchos solo le recuerden para las mofas a costa de sus películas de Batman. Pero es que lo es incluso cuando la mofa se hace a costa de Batman Forever.

Schumacher quería adaptar los comics Batman Año Uno de Frank Miller, uno de los títulos más emblemáticos, y que desde luego tienen un tono bastante sobrio. El problema es que precisamente narra el primer año de Batman, es decir, habría sido una precuela y Warner no quería eso, sino una secuela. Con lo cual acabó haciendo el Batman Forever que conocemos. Pero quedan en ella trazas de aquel Año Uno que habría querido hacer y particularmente creo que lo que más perjudica la película para muchos espectadores es lo histriónico de los dos villanos. Hablemos de ello.

Portada de comic Joker homenaje a la película de La Máscara
Portadas homenaje a carteles de películas: la influencia del Joker en La Máscara era obvia.

Jim Carrey llega a Batman Forever tras haber hecho, entre otras, La Máscara (1994). Y es perfectamente lógico ya que una de las influencias obvias del personaje de La Máscara en el cómic es el Joker de los comics de Batman. Y es lo que su Acertijo nos ofrece, una versión jokerizada. Si al verlo en alguna de sus escenas nos paramos a pensar que estamos viendo al Joker tiene todo el sentido del mundo. Si Jack Nicholson no lo hubiera interpretado ya en la primera película, Carrey lo habría podido hacer y quizás habría sido la versión más fiel al cómic que hubiéramos visto, que es el lugar que ocupa la versión de Nicholson.

Tommy Lee Jones llega al papel de Dos Caras por un desafortunado accidente: su hijo era fan de Batman. Conoce al personaje y le entusiasma la idea de que su padre haga el personaje. Y Lee Jones finalmente accede, pero ni le interesa el personaje ni se toma demasiado en serio la película. Desde su punto de vista está haciendo un personaje de dibujos animados del sábado por la mañana. Y eso no va con él. Además, de todos los actores de la película, él era quien realmente tenía status de estrella. Había ganado un Oscar por El Fugitivo (1993). Y, al parecer, el problema que tenía era que cuando Jim Carrey estaba delante de la cámara se sentía eclipsado. Resumiendo, estaba compitiendo con Carrey en el terreno de este porque creía que su personaje debía ser tan histriónico como el suyo. Si algo desentona en la película es Tommy Lee Jones y nunca debió estar en la película. Y la cosa es que ya Billy Dee Williams tenía contrato, ya había interpretado a Harvey Dent en la primera película, e incluso se le tuvo que indemnizar por sustituirlo.

El resto del reparto está correcto cuando menos. Una de las pegas que se le podría encontrar es la elección de Val Kilmer para el personaje principal: Kilmer no tenía el aspecto que uno espera de Bruce Wayne. Y a pesar de ello hace un trabajo más que correcto, tanto como Bruce Wayne como Batman. Realmente no es un Bruce Wayne muy distinto al que Keaton interpretaba en las dos primeras películas.

Jim Carrey y Tommy Lee Jones en Batman Forever
El Acertijo de Jim Carrey y el ridículo Dos Caras de Tommy Lee Jones.

En general Batman Forever es una película más espectacular que las dos anteriores. Tiene más acción y mejores escenas de lucha. La acción, por primera vez, tiene un dinamismo similar al de los comics. Y el tono realmente no es menos sobrio que el de las dos anteriores, pero por supuesto nada que ver con el tono macabro que Burton le dio a Batman Vuelve. Que era de lo que se trataba, de devolver la saga a un status similar al de la primera película. Y particularmente creo que lo logra, me parece una digna secuela de la primera película. Es cierto que tiene más color, especialmente con esos verdes fluorescentes de la máquina de Edward Nygma, o en cosas como el maquillaje de la banda callejera, pero incluso a pesar de ello, en ese maquillaje, o en el diseño de los personajes del circo se nota cierto toque burtoniano. Sin el Batman de Burton previo el circo no habría tenido ese aspecto.

Por otro lado, y es donde encontramos la sombra de Año Uno, la trama tiene como trasfondo la mente torturada de Bruce. Incluso había escenas sobre el momento en el que toma como inspiración la forma del murciélago. Lamentablemente esto último al final acabó quedando fuera por exigencias de Warner en cuanto a la duración de la película, aunque algo de ello se puede ver en los trailers. Hay quienes incluso están pidiendo el Director’s Cut con esas escenas y aunque personalmente no creo que supongan una diferencia abismal, desde luego estaría muy bien poder ver esa versión de la película.

El Batman de Batman Forever
Val Kilmer como Batman en Forever.

Y los trajes son estupendos. El primer traje que usa Batman no deja de ser una evolución de los anteriores: se vuelve a la armadura con forma de torso musculado que tenía en la primera película en vez de la coraza art-decó de la segunda y se hacen más discretos el cinturón y el símbolo del pecho.  Y es la primera vez que vemos un traje de Robin en la saga y no podríamos haber esperado algo mejor. En cuanto al tema de los pezones, simplemente fue una decisión de diseño que a mí particularmente no me gusta pero que entiendo y que creo que ha sido sobredimensionada: son armaduras que reproducen una musculatura humana y les da esa apariencia como de dioses griegos a estos superhéroes, con lo cual entiendo que alguien pensara que no desentonaría. Las armaduras romanas también tenían pezones. Fue una simple decisión de diseño. Puede gustar o no, pero considerarla como ridícula se me antoja que se debe más a la mojigatería propia de los USA que no sé qué fobia tienen con los pezones, que a una apreciación objetiva. Y mucho me temo que se ha globalizado.

No invitaría a nadie a reevaluar Batman Forever simplemente viéndola. Creo que es un ejercicio harto más interesante el de ponerse a ver las dos películas de Burton prestando atención a las coreografías de las peleas, a lo teatral de las interpretaciones en ciertas ocasiones, a lo que hacen los personajes y qué sentido tiene y cuan ridículos son algunos diálogos o situaciones. En seguida nos daremos cuenta de cosas como que, en la primera película, Batman ni siquiera esquiva muchos de los golpes que le dan o que escenas como las de El Pingüino siendo atraído con un pescado da cierta vergüenza ajena. Una vez hecho esto, se puede ver Batman Forever y ver que en realidad las tres películas tienen un nivel similar, y que incluso Batman Vuelve podría ser la peor de las tres. Si nunca hubiera existido los Batman de Burton, si el primer Batman cinematográfico que vimos hubiera sido este Batman Forever, hoy día sería tan mítico como lo es el primero de Burton y la interpretación de Kilmer tan recordada como lo es la de Keaton.

Chris O'donnell como Robin
Chris O'donnell como Robin.

Y es que la cosa es que la película fue un éxito batiendo incluso records de taquilla. Fue una película que en su momento gustó, y que vendió juguetes. Una película muy comiquera que contentó a muchos, por mucho que hoy día se quiera ridiculizar quizás más por recordarla junto a Batman & Robin que por sí sola. Y especialmente si la comparamos con el supuesto realismo de las películas de Nolan. En alguna otra ocasión hablaremos de ese “realismo”.

Como ya dije, no voy a defender Batman & Robin. Joel Schumacher hizo la película que Warner quería que hiciera (Sigue plenamente vigente que en Warner no tienen ni idea de cómo usar los personajes de DC Comics) y lo que querían era una película infantil, algo en tono de comedia. No tenía ningún sentido hacer algo así dentro de la saga excepto el de hacer taquilla y vender juguetes (lo consiguió).

Schumacher tenía en mente un Batman 5, con el tono sobrio que habían tenido las tres primeras, con un villano como el Espantapájaros para el cual, si no recuerdo mal, se consideró a Jeff Goldblum. Y Jack Nicholson volvería al personaje del Joker, probablemente como alucinación. Pero tras Batman & Robin ni a Schumacher le habían quedaron muchas ganas de volver ni en Warner, una vez más, parecían tener muy claro qué querían.

viernes, 24 de julio de 2020

Cuentos del Mono de Oro

Jake y Jack

Hace un par de meses o así he vuelto a ver esta serie, una de aquellas que marcaron los veranos de los que fuimos niños a principios de los 80s. Se trata de una serie de aventuras de corte clásico, realizada en 1982 aprovechando el éxito de En Busca del Arca Perdida (1981), que, sin embargo, tiene sus propias marcas de identidad. Y es que, aunque nos sitúa en la misma época, y tenemos algún que otro villano nazi, la ambientación es muy particular.

El protagonista es Jake Cutter (Stephen Collins), un piloto de hidroavión que se dedica al transporte de mercancías entre las islas del Pacífico Sur y que siempre va acompañado de su perro Jack (que lleva un parche, porque le falta un ojo) y su mecánico Corky. Las distintas aventuras tienen como marco el ficticio archipiélago de las Marivellas y, particularmente, la isla de Bora Gora (inspirada en Bora Bora), donde Jake tiene su base de operaciones.

El escenario principal es el bar regentado por “Bon Chance” Louie (Roddy McDowall), administrador de Bora Gora y amigo de Jake. En dicho lugar se dan cita personajes principales como la chica de la serie, Sarah White (Caitlin O'Heaney), una espía norteamericana que, como tapadera, trabaja como cantante en el bar o personajes recurrentes como el reverendo Willie Tenboom, un espía nazi en realidad, pero que parece contento estando en un lugar tan retirado y que, contra todo pronóstico resulta hasta simpático dando pie a situaciones divertidas, especialmente aquellas que tienen que ver con “evangelizar” a las nativas… En general, el bar, y el hotel aledaño, como lugares de paso, propician que conozcamos a los personajes secundarios que darán lugar a la trama de los distintos capítulos, a menudo requiriendo los servicios de Jake y su hidroavión, y que incluyen toda clase de viajeros, espías, soldados, contrabandistas, etc. Otro personaje recurrente que no debemos olvidar es a la princesa Koji (Marta DuBois), la belleza exótica - mestiza japonesa - que legisla la parte de las islas que pertenecen al Japón.

Reparto principal de la serie

La serie empieza con un episodio piloto doble (lo habitual en la época) en el cual se nos habla de la leyenda sobre una de las islas en las cuales habría un ídolo con forma de mono, hecho completamente de oro. Aunque la trama del episodio tiene su conclusión, da pie a pensar que en algún momento futuro se volvería a ella. Incluso el título de la serie parece hace pensar en ello, no tendría sentido de otra forma. Sin embargo, esto nunca llegó a ocurrir, aunque probablemente se debiera a que la serie solo contó con aquella primera temporada, tras la cual quedó cancelada. Al parecer la serie resultaba demasiado cara para la audiencia que tenía. Por cierto, en este primer episodio, Louie fue interpretado por el actor Ron Moody (Dentro del Laberinto, la serie) .

No nos engañemos, la serie es producto de su época, y, por tanto, no vamos a negar que con frecuencia las tramas son algo simplonas y, hasta en alguna ocasión, algo fantasiosas en el peor de los sentidos: hay un episodio en el que aparece una tribu Watusi cuyos ancestros habrían llegado al pacífico trasladando el tesoro del Rey Salomón. Y hay otro con un culto egipcio. Sin embargo, la serie en general, tiene alicientes que la hacen muy especial, empezando por la ambientación en las islas del pacífico, la época, que efectivamente evoca a las aventuras tipo Indiana Jones o el romanticismo de Casablanca (1941) - de hecho, en el piloto suena As Time Goes By – o incluso el propio hidroavión resultaba un elemento exótico.

El hidroavión.

Y por supuesto, lo que principalmente hace que la serie funcione, es el carisma de algunos de los personajes principales empezando por el de Stephen Collins, Jake, y el Louie de Roddy McDowall (¿A quién puede no caerle bien McDowall?) o ese Jack, el perro con parche porque Jake se jugó su ojo falso, una piedra preciosa, a las cartas y está a la espera de poder recuperarlo. También resulta curioso ver a actores y actrices que más tarde se hicieron populares como Kim Cattrall o Faye Grant (El Gran Héroe Americano, V)

Habría estado bien que la serie continuara. Pero bueno, tenemos esta primera temporada que sigue siendo muy entretenida hoy día, precisamente por todo eso que digo arriba que la hace especial. Desde luego muchos, quienes la vimos en aquel verano de los 80s, la recordamos con cariño y ya digo que a mi particularmente en una revisión se me ha hecho entretenida, sin más, pero interesante. Por cierto, siempre he pensado que la serie de Disney Aventureros del Aire (1990), protagonizada por los personajes de El Libro de la Selva (1967), estuvo inspirada directamente en esta serie. 

Arte promocional


viernes, 17 de julio de 2020

The Strain

Imagen promocional - Vampiro sacando la lengua

Estas últimas semanas he estado viendo las cuatro temporadas de las que se compone la serie. La primera de ellas ya la había visto en su día y me pareció interesante así que la dejé aparcada. Lamentablemente una vez vista me es imposible evaluarla de manera positiva. Y ya desde ahora aclaro que esta crítica va con SPOILERS a mansalva. Es la única forma en la que se puede evidenciar todo lo que falla en esta serie.

El planteamiento del episodio piloto resultaba interesante. La llegada de este señor de los vampiros al que llaman El Amo, en un avión que llegaba al aeropuerto con todos sus ocupantes muertos, remitía claramente al episodio del Demeter en el Drácula de Stoker. Era un buen gancho para empezar, y en general los capítulos de la primera temporada no están mal, sin embargo, a medida que la historia avanza, temporada tras temporada, van sucediendose cosas y se nos va dando información, que va haciendo que todo tenga cada vez menos sentido. Da la impresión que estuvieran improvisando sobre la marcha a pesar de que previamente había una versión en cómic y aún antes una serie de libros.

Para mí lo primero que no funciona es el personaje del Amo. No es ya que esté mal construido, sino que carece de construcción alguna. Es un personaje hueco. Cuyo retrato, desde el principio, se va definiendo por sus acciones. Y a medida que somos testigos de esas acciones, al no estar cimentadas sobre la base sólida que supondría un personaje bien construido de antemano, todo resulta en un completo sinsentido.

Efrain Goodweather examinando los pasajeros del avión.
Al principio todas las precauciones son pocas... al principio.

¿Cuáles son sus motivaciones? ¿Qué es lo que quiere? ¿Cuál es su plan? ¿Destruir la civilización humana? ¿Someterla? ¿Con qué objeto? No estamos hablando, por ejemplo, del plan de toda una raza, que necesite recursos a mansalva sino del de un único individuo. Sí, a través del contagio, los strigois cada vez son más, e incluso hacía el final de la serie, en un único momento dado, Eichorst se refiere a ellos como hermanos, pero la verdad es que, en general, no son otra cosa que criaturas salvajes que no son sino apéndices del propio Amo. Han sido expresamente creados para la ejecución de este supuesto plan. El de un individuo que no tiene muchas necesidades que cubrir… más que la de alimentarse.

Cuando vemos por primera vez al Amo lleva la misma capa, ya raída, que cuando, según capítulos posteriores, se apoderó de ese cuerpo. Y antes de eso vivía en una cueva. No parece que tenga mucho apego por lo material más allá del que podría desprenderse de los anillos que lleva y de los cuales prescinde una vez cambia de cuerpo. Así que las motivaciones que podríamos entender en un ser humano como el acumular riquezas, lujos, etc. parecen no estar presentes. De necesidades sexuales, que es otra de las grandes motivaciones humanas, ni hablamos, ya que los strigois pierden sus genitales, y lo más parecido a la lujuria que llegamos a ver en uno de ellos es cuando Eichorst tiene capturada a Dutch, pero viene a ser una especie de experimento y es la primera vez que intenta algo así en más de sesenta años.

Eichorst y Dutch
Lo más parecido a la lujuria por parte de un vampiro no es sino un experimento.

Es decir, la única necesidad que parece tener el Amo, como he dicho más arriba, es la de alimentarse y, desde esa perspectiva, hay dos cosas, precisamente las que hace, que no tienen ningún sentido: destruir la estupenda despensa que sería la sociedad organizada moderna y crear miles de individuos inútiles con los que compartirla. Porque, además, estamos hablando de una criatura extremadamente fuerte, resistente y rápida que tiene gran facilidad para pasar desapercibida: en el avión del episodio piloto se alimenta de todos los pasajeros sin que ninguno se mueva siquiera de la silla. Lo que, por cierto, delata un ejercicio de gula aislado, ya que nunca más volveremos a ser testigos de algo así. En incluso cuando vemos a los otros vampiros superiores, los tres Ancianos, alimentarse, se limitan a compartir a un único individuo.

La mejor opción en todo caso habría sido pasar desapercibido. Incluso si su intención hubiera sido dominar el mundo: puede meterse en cualquier cuerpo y también puede hacer que un infectado conserve su memoria, su identidad, y a la vez mantenerlo dominado y leal. En cambio, lo que hace es crear una epidemia, en una ciudad como New York, donde rápidamente sería el centro de atención. Tampoco parece muy inteligente, de cara a pasar desapercibido, que durante siglos haya utilizado el cuerpo de un individuo con gigantismo. La excusa que da cuando lo toma es que se trata de un cuerpo fuerte, pero eso hace que resulte incoherente que más tarde acabe tomando el cuerpo de Eldritch Palmer, un señor anciano.

Eichorst y Palmer
Los conitinuos tira y afloja entre Thomas Eichorst y Eldritch Palmer carecen de sentido.

Con Eldritch Palmer tenemos un agujero de guion enorme. Gran parte de la trama en las primeras temporadas se basa en un pacto según el cual Palmer pone a disposición del Amo sus recursos y este en algún momento lo convertiría en un strigoi otorgándole con ello salud y hasta la misma vida eterna. ¿Qué necesidad tiene realmente el Amo de dicho pacto? ¿De que Eichorst tenga que estar continuamente negociando con Palmer, dudando de su lealtad, sin tener la certeza de que este cumpla con lo que se espera de él? Como veremos en la segunda temporada realmente ninguna. Si bien en un principio podemos pensar que la lealtad de Eichorst se debe a que simplemente es un malvado sediento de poder - era un oficial nazi - pronto descubrimos, con los casos del rockero Gabriel Bolivar y, sobre todo, de la madre del niño, Kelly Goodweather, que cualquiera a quien el Amo convierta en strigoi pasa a estar bajo su influjo directo, a ser completamente leal y a darle la posibilidad de que el amo pueda ver a través de sus ojos e incluso manifestarse. Con lo cual, si bien en un principio, en la primera temporada, el pacto podía tener algún sentido, la segunda hace que todo aquello pierda la coherencia: habría bastado con que que Palmer hubiera sido convertido, que simplemente se le hubiera dado lo que quiere. A pesar de lo cual, la idea del pacto se mantiene hasta prácticamente el final de la tercera.

El caso de Thomas Eichorst merece particular atención. En un principio parece un siervo leal al amo debido a que, como hemos dicho, es un malvado que había sido un oficial nazi y tal. Se nos antoja coherente su alianza con el Amo a cambio de poder e inmortalidad. Incluso parece estar a la espera de que el Amo le confiera un rango mayor, quizás ser un igual con él. Y eso igualmente funciona en la primera temporada pero se viene abajo en la segunda. Y es que cuando en la segunda temporada el Amo se ve en la necesidad de tomar un nuevo cuerpo y acaba eligiendo el de Gabriel Bolivar, desaprovechado por cierto a nivel argumental ya que físicamente se presta a la representación del vampiro gótico más clásico, Eichorst queda decepcionado porque esperaba que lo eligiera a él. Si hasta ese momento podíamos pensar que se trata de un individuo inteligente pero malvado que sirve al Amo por decisión propia, con esto queda de manifiesto que no es tal: que el Amo hubiera ocupado su cuerpo habría implicado su destrucción, la de su identidad. Solo podemos pensar, si queremos encontrarle algún sentido, que estas criaturas quedan obnubiladas por los deseos del Amo hasta el punto de convertirse en polillas atraídas por la luz de una bombilla.

Gabriel Bolivar, convertido en strigoi
Gabriel Bolivar, un rockero gótico convertido en vampiro.

Un rasgo especialmente interesante de esta serie en su primera temporada era el de plantear estos vampiros desde una perspectiva pseudocientífica, como si de una enfermedad infecciosa se tratase. Y, en ese aspecto, algo que durante toda la serie me ha llamado la atención es las pocas precauciones que toman los personajes desde ese punto de vista. Dejaremos de lado el hecho de que no vayan cubiertos de pies a cabeza, que sería lo lógico, debido a que los actores quieren mostrar su cara y a los espectadores verlas. La cosa es que ya en el capítulo piloto, mientras investigan qué ha ocurrido en el avión, encuentran gusanos en los conductos de ventilación. Es decir, que podían estar en cualquier parte. Sin embargo, ya jamás se volverán a preocupar de las superficies que tocan, incluso cuando con frecuencia acaban internándose en túneles oscuros y sucios. Ni cuando entran en contacto directo con el cuerpo de los strigoi tomarán otra preocupación que la de que no resultar heridos por esas monstruosas lenguas.

Por otro lado, continuando con el tema de la plausibilidad científica, nos encontramos con dos posibles excepciones que se sumarían a la lista de incoherencias: la primera que los espejos cercanos vibran, aunque quizás en los libros se dé alguna explicación caprichosa sobre las frecuencias que emiten y que hacen que todos estén comunicados entre sí. La segunda es que estos vampiros, como ocurre según el folklore, pero que no suele contemplarse en las adaptaciones cinematográficas, no pueden atravesar corrientes de agua como son, por ejemplo, los ríos… Dejando de lado cuestionar una posible explicación científica o ser quisquilloso con esta “regla”* lo que me resulta más llamativo es de nuevo lo incoherente que resulta el plan del Amo: no se le ocurre otra cosa que plantarse a llamar la atención en la isla de Manhattan, un lugar de donde no puede salir sin ayuda de algún ser humano. Por si fuera poco, hacia el final de la serie, incluso intentará acabar con todos los seres humanos que quedan en la isla con el fin de encontrar a los protagonistas, es decir, sin alimento en una isla de donde no puede salir por sus propios medios.

El Nacido
"El que ha visto el sol"... bueno... aquí se llama "El Nacido"

Otro defecto de la serie es la cantidad de subtramas que quedan abandonadas en seguida. Como por ejemplo la de Gus Elizalde, que es contactado por Los Antiguos con la intención de entrenarlo para convertirlo en una especie de cazavampiros tipo Buffy, pero que ni siquiera empieza a desarrollarse antes de ser sustituida por la de “El Nacido”, una especie de cazavampiros híbrido en plan Blade.

O la trama de Zach, el hijo de Goodweather, para quien supuestamente el Amo tiene importantes planes, que en ningún momento quedan claros, ni por qué él y no algún otro niño. La idea de que todo se resuma en que es el cebo para capturar al padre me parece endeble especialmente por la forma en que Eichorst o el Amo se refieren a él y que lo hacen parecer alguna suerte de elegido. Creo que en algún momento se llega a sugerir incluso que podría ser el próximo cuerpo del Amo, lo cual tiene tan poco sentido como lo de haber elegido el cuerpo anciano de Palmer.

O la trama del dichoso libro que todo el mundo busca, en el que supuestamente estaría la forma de destruir al Amo, pero que no solo está escrito de forma críptica, habla de profecías de Eclipses que nunca llegan a darse, sino que incluso tiene páginas que solo se pueden leer a la luz del día, al trasluz. Y lo de “El Rostro de Dios” ¿Y todo para decir que lo que puede destruir al Amo es el amor? Que tampoco es que destruir al Amo sea tan difícil: explosivos, lanzallamas, luz ultravioleta, etc… lo que por cierto me recuerda cómo, en cierto capítulo, Eldritch Palmer intenta tender una trampa a Eichorst en su oficina y olvida por completo la genial trampa que es la propia oficina en sí y con la cual se había cargado a los enviados de los Antiguos.

Zach y el Amo en el cuerpo de Palmer.
Inexplicable el que el Amo mantenga a Zach a su lado.

Otro de los grandes problemas de la serie es que los protagonistas, a lo largo de la serie, no obtienen al menos algunas pequeñas victorias. Y es que no pueden, ya que no hay más enemigos que Eichorst o el Amo y ellos son los enemigos últimos a derrotar. Así que durante las cuatro temporadas somos constantemente testigos de cómo héroes y villanos se encuentran, tienen una rápida refriega, y aquel que está en clara ventaja en vez de eliminar a su enemigo sin contemplaciones se limita a darle tiempo para que se recupere y escape. Frustrante las primeras veces, ridículo y aburrido el resto.

Finalmente, otra cosa que, yo en particular, no soporto, es al personaje de Efrain Goodweather. Desde el principio hay personajes, especialmente el profesor Setrakian, que le están avisando de cómo funcionan las cosas con los strigois en base a la larga experiencia que tiene con ellos y, sin embargo, Goodwaeather, no hace otra cosa, durante las cuatro temporadas, ¡las cuatro!, que cuestionarlo todo. Particularmente, me resulta un personaje desesperante. Quizás porque me he encontrado con frecuencia con personas así.

En fin, un despropósito de serie. Y no lo entiendo porque, como dije antes, es la adaptación de una serie de libros y ya tuvo una adaptación previa en cómic. En el momento de adaptarlos a la televisión todo debería estar muy pulido ya. No he leído los libros así que no sé si todo esto es el resultado de adaptarlos de manera superficial o de heredar los errores de aquellos o qué sé yo. Pero independientemente de la razón no hay excusa posible que subsane tal cantidad de sinsentidos y mucho menos que haga que la serie parezca buena. Y es una pena porque, insisto, tanto el planteamiento inicial  como algunos de los personajes (Setrakian, Eichorst…) resultaban muy prometedores. Podría haber sido una gran serie, pero, en lineas generales, y especialmente a partir de la segunda temporada, no lo ha sido.

El Profesor Setrakian
Setrakian, uno de los pocos personajes interesantes.


* ¿Exactamente que requisitos deben cumplir las corrientes de agua para impedir el paso de un vampiro? Porque si contamos el alcantarillado público con el caudal que debe tener el de una ciudad como New York...

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