jueves, 17 de octubre de 2019

Joker, why so serious?


Ante el arrollador éxito que estaba teniendo Joker, no podía sino esperarla con mi habitual escepticismo y cautela. Y es que lo primero que hice desde que vi los primeros adelantos fue mentalizarme de que debía quitarme de la cabeza la imagen icónica que tenía del Joker, la de los comics. Me preparé para eso, estaba dispuesto a ver una película sobre un tipo al que le van muy mal las cosas, hasta el punto de padecer ciertos desórdenes mentales, y que todo ello acabaría llevándolo a convertirse en un lunático psicópata vestido de payaso. Y que probablemente no sería el Joker pero que eso no impediría que fuera una buena película o incluso una gran película. Lamentablemente, tras haberla visto, no puedo verla de esa manera.

Tengo que reconocer que, en los últimos quince minutos de la película o así, sí que veo un proto-Joker, y que incluso me creo el resto de la película como antesala a eso, pero la duda que me asalta es un “¿era necesario?”. Y es que lo que esperaba era un desarrollo en profundidad, ser testigo de una progresiva caída en picado a través del sufrimiento, un descenso a los infiernos que culminara con la cordura del personaje hecha añicos. Pero no es lo que la película me da. Aunque parece pretenderlo, se queda en algo muy, pero que muy, superficial.

Y es que cuando nos asomamos a la historia, al principio de la película, el personaje ya está seriamente perjudicado. Sí, le vemos pasar algunos malos momentos, pero que solo son las últimas gotas que colmarán el vaso. Nos enteramos tarde de algunas cosas que le ocurrieron antes y explican el porqué de cómo es, cosas que él ni siquiera recuerda o sabe, pero que nos llegan como simples apuntes sin la suficiente carga emocional. Pertenecen a un pasado al que no hemos sido invitados. Cuando empieza la película ya hemos llegado tarde al origen de este personaje.


Así que, en lo que vemos durante la mayor parte del metraje, ignorando ese supuesto bagaje anterior que lleva el personaje, no hay suficiente drama, carga emocional, profundidad, para comprender o empatizar en manera alguna con él. Además, se les ocurrió la idea esta de que Arthur, que es como se llama el personaje, padece un trastorno que le hace reírse en situaciones de estrés, lo cual en principio podría parecer algo muy apropiado para un personaje como el Joker, pero que en la película no hace otra cosa que ejercer de deus ex machina para sortear las deficiencias del guión. Igualmente ocurre con la idea de que el personaje tiene  alucinaciones, algo que queda circunscrito a la micro subtrama de la chica y sus tres o cuatro escenas, y que realmente no aportan gran cosa al argumento más que para servir de relleno.

En definitiva, se nos ha vendido la película como lo que podría haber sido pero no consigue ser, una historia dramática que explicaría un posible origen para este Joker. Fracasa en ello y se hace especialmente evidente cuando requiere que sea el propio personaje quien nos de la supuesta explicación con el monólogo que suelta en la parte final, durante la entrevista con el personaje interpretado por Robert De Niro.

¿Qué sentido tiene hacer una película supuestamente basada en un personaje de cómic como es el Joker, en el tono que se ha hecho esta, tan al margen de los elementos del cómic, en un supuesto ejercicio de introspección que pudiera aportarnos una perspectiva más profunda si al final lo único que nos queda claro es que el tipo está tocado? ¿A alguien se le escapa eso cuando ve al Joker en cualquier otra representación del personaje?

No me cabe duda de que está película va a quedar para siempre como una de las mejores películas basada en personajes de DC. Que se alabará  durante años la interpretación de Joaquin Phoenix y que incluso quizás consiga algún oscar. Pero, siempre en mi opinión, ni es la gran película que muchos creen ni es el tipo de película que el cine basado en comics de superhéroes necesita.



viernes, 11 de octubre de 2019

Deep Fakes: ¿El Futuro del Cine?

Hace semanas ya me planteé hablar de este tema, pero lo deje pasar mientras escribía otro artículo que aún tengo en preparación. La cosa es que en estos días se está haciendo muy popular un video en el que vemos escenas de El Resplandor (1980) donde se ha reemplazado de manera asombrosa la cara de Jack Nicholson por la de Jim Carrey hasta el punto que hay quienes han creído que efectivamente Carrey ha recreado dichas escenas. No es así. Es lo que se llama un DeepFake.


La primera vez que me encontré con el termino Deep Fake fue hace unos meses viendo una entrevista al actor Bill Hader durante la cual hacía imitaciones de Arnold Schwarzenegger. Lo desconcertante fue que su rostro cambiaba, se hacía idéntico al de Schwarzenegger. No era la primera vez que veía como un actor cambia su rostro al imitar a otro. En concreto me venía a la memoria Jim Carrey imitando a Clint Eastwood. Sin embargo, lo que estaba viendo en ese video estaba a otro nivel, simplemente aquello no era posible, tenía que ser un montaje. Y efectivamente fijándome bien en el título del video encontré la palabra clave: Deep Fake. Aunque ahora, viendo el video, me resulta obvio, antes de eso jamás había visto un montaje de ese tipo. Y es que ahí radica el mérito del Deep Fake: lo que se puede hacer con él es simplemente asombroso.

El Deep Fake se lleva a cabo mediante un programa que estudia en distintas escenas y posturas los rostros de los actores con los cuales se va a trabajar, uno el actor original de la escena y el otro del cual se va a tomar el rostro. El programa aprende a reconocer los rostros, sus formas, para adaptar de manera precisa una máscara digital creada con el rostro de uno a los gestos, muecas, etc. del otro. Aunque lo lleva a cabo un programa sigue precisando de ajustes y decisiones por parte de la persona que crea el Deep Fake con lo cual, aunque es algo al alcance de cualquiera, no todos los Deep Fakes tienen la misma calidad. Los mejores Deep Fake que podemos encontrar en Youtube a día de hoy es el trabajo del usuario Ctrl Shift Face, responsable tanto del video de Jack Nicholson con la cara de Jim Carrey como del de la entrevista a Bill Hader con el rostro de Schwarzenegger. Invito a visitar su canal porque tiene cosas muy interesantes.

Probablemente a día de hoy se podría hacer mejor con Deep Fake ¿Quizás en el Episodio IX?

Parece ser que Deep Fake fue el método que se utilizó para crear a la joven Carrie Fisher que aparece en Star Wars: Rogue One (2016) aunque en el caso de Peter Cusching creo que se optó por otro sistema ya que según tengo entendido recrearon el rostro del actor digitalmente a partir de moldes de su rostro que se hicieron para crear las protesis que llevaba en la comedia Top Secret (1984). Sin embargo, tan solo tres años después parece ser que Deep Fake se basta para hacer algo así.

Y aquí viene la cuestión: el futuro del Deep Fake, sus posibilidades y sus repercusiones morales. Por lo pronto, el primer problema es la suplantación de identidad. Porque es que, además, a día de hoy existe software que permite clonar voces. Ya no podremos confiar en lo que vemos en televisión. Cualquier personaje famoso, cualquier político, podría aparecer diciendo toda suerte de disparates que realmente no hubieran salido de su boca. Se podría falsificar cualquier video. De hecho, está ocurriendo que hay quienes usan el Deep Fake para poner los rostros de actrices famosas en videos pornográficos.
 
Y de vuelta a la industria legal del entretenimiento, ahora mismo sería perfectamente factible hacer una película protagonizada por, por ejemplo, Humphrey Bogart o Marilyn Monroe. No solo Harrison Ford podría volver a interpretar un Indiana Jones de treinta y cinco años, sino que el personaje podría continuar protagonizando películas incluso cuando el actor fallezca. Podríamos ver una película de Star Wars que transcurriera entre La Guerra de las Galaxias (1977) y El Imperio Contrataca (1980) con los actores originales.


¿Sería ético hacer películas con la imagen de actores fallecidos? ¿Lo sería incluso cuando ellos hubieran dado su permiso antes de su muerte? ¿Cuál es el futuro de la industria cinematográfica si los estudios pueden comprar los derechos de imagen del atractivo físico de un actor o actriz con el fin de perpetuarla como estrella a base de ponerle su rostro a buenos actores que permanecerían en el anonimato? Sería un poco como lo del Pirata Roberts de La Princesa Prometida (1987): “yo no soy el auténtico Brad Pitt, y el Brad Pitt que hubo antes que yo tampoco lo era. El auténtico Brad Pitt lleva treinta años retirado en Las Bahamas”. Es más, digo Brad Pitt pensando en una estrella consolidada, pero es que Hollywood podría optar, de cara al futuro, por crear nuevas estrellas eternas a partir del físico de perfectos desconocidos.
 
Y eso sin tener en cuenta el futuro del mercado del software de entretenimiento: los videojuegos. Gracias a la realidad virtual, en el ciberespacio, podríamos tener el aspecto de cualquier estrella de cine cuyo rostro se adaptaría al nuestro mediante la misma tecnología Deep Fake. Y eso podría ser incluso el trabajo de aficionados de la misma forma que hoy día hacen mods para los juegos, con lo cual quizás tampoco se podría impedir. Como se suele decir, sería intentar ponerle puertas al campo.

Hay una película interesante sobre el tema, protagonizada por Robin Wright, la protagonista de, casualmente ya que hablabamos de ella más arriba, La Princesa Prometida. La película se llama El Congreso (2014). La película empieza muy bien pero gran parte de ella es animación y con ello, para mi al menos, se desaprovecha mucho de lo que podría haber sido si se hubiera hecho completamente en imagen real. Pero bueno, la premisa, como digo, resulta interesante.

domingo, 19 de mayo de 2019

La Censura y Hellboy


Al parecer la película no ha estado obteniendo buenos resultados en taquilla y la productora ha optado por hacer cambios que hagan la película adecuada a un rango más amplio de espectadores a fin de que no se convierta en un completo fracaso económico. Estos cambios consistirían en la eliminación de planos con violencia explícita. Y parece ser que así es como se ha estrenado la película en nuestro país. Por supuesto esta idea ha molestado a mucha gente, especialmente en un país con el pasado de este, donde enseguida salta la alarma de ¡censura! pero… ¿realmente lo es?
 
Cuando en una película o cómic eliminan parte del contenido original con el que iba a contar y especialmente si ese contenido era de carácter sexual o violento de manera casi automática nos vemos retrotraídos a otras épocas cuando efectivamente se acostumbraba, por parte de las autoridades, a eliminar el contenido que consideraban que podían ser pernicioso para el público. Y es normal que sintamos rechazo ante el hecho de que alguien se permita por nosotros decidir, de una manera paternalista, a qué debemos o no tener acceso, qué puede ser o no perjudicial. Pero este no es el caso.
 
Y es que, para empezar, lo que ha motivado eliminar esas escenas no ha sido ese ejercicio de celo de la moralidad que se da en otros casos. No ha sido el decidir que lo que se estaba ofreciendo no era apto para el público al que iba dirigida la película sino, como decíamos más arriba, precisamente cambiar ese público objetivo. Y esto ha sido hecho por motivos económicos. Por ninguna otra razón.


Podríamos considerar que efectivamente se trata de censura si pensamos que se está coartando la visión original del director, pero creo que eso sería algo ingenuo: esto no es cine de autor precisamente. Una película como esta no es como una película independiente que un director o guionista lleva a una productora sino todo lo contrario: la productora decide que quiere hacer una nueva película de Hellboy y busca a alguien que se la haga. La productora, desde el principio, supervisa el producto que se está haciendo y quiere vender. Incluso tienen pases de prueba para ver qué le gusta o no al público1 y arreglarla según los resultados. Y no pasa nada. Incluso es posible que el mismo director haya estado de acuerdo con los arreglos. Es algo que ha pasado, por ejemplo, con Star Wars: Rogue One y a mi me parece una buena película.
 
También habría que preguntarse por qué la película tenía originalmente esas escenas. Porque probablemente la respuesta igualmente sería “dinero” con lo cual aún más razonable sería esta decisión de última hora. Desde el éxito de Deadpool parece que hay cierta apetencia de películas con una calificación de edad para público adulto y ello podría haber motivado que originalmente se hubiera optado por ella con la esperanza de que fuera un taquillazo. Pero… ¿realmente es necesaria esa violencia explícita para la historia que vas a contar? Y es que, si no lo es, y solo se metió para atraer al público con esa expectativa de “película para adultos” – sí, entre comillas – entonces está más que justificado que en el momento que han visto que estaban perdiendo dinero hayan cambiado de opinión.

1 Recomendaría Algo pasa en Hollywood (2008) de Barry Levinson, protagonizada por Robert DeNiro. Quizás no sea una gran película pero es interesante ver los entrecijos de la industria. También en la estupenda El Juego de Hollywood (1992) de Robert Altman y protagonizada por Tim Robbins hay algunas escenas en las que vemos que acaba ocurriendo con lo que en un principio va a ser la producción de una película de autor...

viernes, 10 de mayo de 2019

El Extraño Caso del Dr. Banner y el Increíble Hulk



El Increible Hulk siempre ha sido mi personaje Marvel favorito, seguido por Spider-Man y Los 4 Fantásticos. Recuerdo claramente cómo lo descubrí, cuando estaba en preescolar, gracias a un cromo que tenía algún otro niño y cómo así supe de la serie de Bill Bixby y Lou Ferrigno que por entonces emitían aquí en España los domingos en la segunda cadena. Recuerdo también los minicomics que venían en los pastelitos de Cropán. Después de ello tuve comics sueltos, principalmente de la editorial Bruguera, hasta que pude empezar a seguir al personaje a través de las publicaciones de Forum. Y así hasta el día de hoy.

Algo que he lamentado durante todo este tiempo ha sido ver como parece no haber un consenso claro sobre cómo enfocar al personaje. Por ejemplo, en su primera aparición prácticamente actúa como un Bruce amnésico. Con el tiempo se establece el estándar, a grandes rasgos, de lo que será el personaje, el "Hulk aplasta” verde, que con frecuencia es tratado como una doble personalidad separada de la de Bruce. A pesar de lo cual, según la interpretación de los distintos autores, encontraremos diferencias sobre si conserva recuerdos de una identidad a la otra, si es más o menos inteligente, sobre cómo se dispara la transformación, etc. Todo esto hace que no quede tan claro que realmente estemos hablando de una doble personalidad o de una alteración en la conducta del propio Bruce. Por otro lado, otros guionistas no se conforman con esta idea de la doble personalidad y la amplían a un trastorno de personalidad múltiple según el cual dentro de Bruce habría distintos Hulks. Si en un principio estos Hulks distintos eran físicamente diferenciables (Hulk Verde, Hulk Gris, Profesor Hulk…) a la larga esto no ha hecho sino dar pie a que, aunque distintos autores estén trabajando con un mismo Hulk, el distinto enfoque por parte de cada autor se adjudique bastante gratuitamente a una personalidad distinta. Así lo podemos seguir durante un tiempo y ver como su inteligencia y personalidad varía sin razón justificada. Y si esto pasa con Hulk, peor ocurre con la parte “sosa” del personaje, Bruce, con quien algunos guionistas directamente no saben qué hacer más allá de esconder dentro a Hulk. En general el resultado me parece bastante chapucero y particularmente no puedo entender que Marvel no establezca de manera firme un canon sobre el personaje. A continuación, voy a exponer cual debería ser, en mi opinión, el enfoque correcto.
 
Mr. Fixit, el Hulk gris, más inteligente, no tan grande, y menos fuerte.

El concepto de la doble - o múltiple - personalidad de Bruce es un error heredado en su origen de la influencia obvia y declarada del personaje: la novela El Extraño Caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de Robert Louis Stevenson. Aunque la idea general que ha quedado, especialmente a raíz de las distintas adaptaciones cinematográficas, es que se trata de la historia de una persona que se transforma en otra, una buena en una mala, la realidad de la novela no es esa. El brebaje del no tan buen doctor no lo transforma en otro individuo, sino que lo despoja de la represión a la que se encuentra sometido por su posición social y la época en la que vive. Evidentemente hay un cambio en la forma de actuar - Jeckyll en todo momento lamenta lo que hace como Hyde - pero no constituye otra entidad diferenciada: Hyde es Jeckyll liberado y de hecho cada una de sus identidades en todo momento recuerda sus experiencias como su alter ego.

Este mismo enfoque, en mi opinión, es el acertado con Hulk. Bruce no tiene, estrictamente hablando, una doble - o múltiple - personalidad. Ya podemos apreciar algo de ello en el primer número de El Increíble Hulk escrito por Stan Lee pero el punto álgido en la construcción del personaje nos lo da el escritor Bill Mantlo en el estupendo The Incredible Hulk nº 312. En él nos cuenta el auténtico origen del monstruo, y que habría tenido lugar mucho antes de la exposición a los rayos gamma. Nos habla de la infancia de Bruce con un padre que lo odiaba. Nos habla de miedo, de soledad y de sentimientos reprimidos que acabarán formando el carácter introvertido de Bruce. En ese mismo número, saltando al futuro, a los acontecimientos que ya nos expusiera Stan Lee en el primero de su cabecera, somos testigos del manifiesto rechazo de Bruce, como hombre de razón, a las injusticias y al uso de la violencia, y de la evidencia, a través de los enfrentamientos con personajes como su ayudante Igor y, sobretodo, con el déspota General Ross, de que la represión e impotencia ante figuras con una ideología totalitarista ha debido ser una constante durante toda su vida: la semilla de lo que es Hulk siempre ha estado ahí, no es algo creado por la bomba gamma sino la ira reprimida de Bruce.


Así pues, tal como yo lo veo, Hulk es Bruce enfadado. O quizás debería decir liberado. Solo siendo Hulk, Bruce se permite a si mismo gritar "¡basta ya!", no en vano el gigante esmeralda se jacta de ser "el más fuerte que hay", lo cual no significa en realidad otra cosa que el hecho de que nada ni nadie puede ya hacerle daño ¿acaso no ha dejado claro en un infinito número de veces que solo quiere que lo dejen en paz?

El comportamiento de Hulk es primario, pero no deja de ser Bruce, simplemente la ira le ciega y eso congestiona su capacidad - y ganas - de racionalizar de manera compleja, de concentrarse e incluso de expresarse. No es ficción, es algo que realmente ocurre cuando estamos enfadados y en mayor grado en personas que padecen represión de la ira. A pesar de todo lo cual, su alineación moral sigue siendo la misma, recuerda perfectamente quien es la amenaza, a quien debe proteger y, en definitiva, qué está bien y qué está mal. Su violencia tiene como objetivo destruir la fuente de dolor.

Lo que le ocurrió a Bruce cuando se vio expuesto a la explosión gamma, como suele ocurrir en los tebeos de superhéroes, fue que consiguió superpoderes. Solo que, en su caso, para acceder a estos superpoderes, necesita un catalizador. Y la forma en que Bruce reprime su frustración hace que eventualmente acabe teniendo explosiones de ira en las cuales, casualmente, es donde aparece ese catalizador. Se dispara la metamorfosis y con el estrés de esta, a su vez, se terminan de resquebrajar las barreras represoras en la mente de Bruce.


El catalizador está estrechamente vinculado con la ira: Bruce no se transforma en un monstruo iracundo, sino que primero aparece la ira y por ello se transforma. Con lo cual Bruce no debería convertirse en Hulk por el mero hecho de tener acelerado el ritmo cardíaco, por correr o estar nervioso, que es algo que algunos guionistas parecen obviar. De hacerlo, con solo ponerse a correr por el parque, Bruce podría cambiar, volverse verde... ¡y seguir siendo Bruce! No habría ninguna razón para que una vez verde estuviera enfadado si no lo estaba antes.

¿Significa que Bruce solo puede transformarse a través de la ira? No, en realidad, debería poder hacerlo sin ayuda de la ira. Para apoyar esta idea, de hecho, encontramos que la ira no está presente en otros muchos irradiados gamma como Doc Samson, El Líder, La Abominación o Hulk Rojo. La excepción sería Hulka en sus primeros años y no solo acabó aprendiendo a controlar la transformación sin que la ira estuviera presente sino que optó por permanecer transformada de manera continuada. El propio Bruce durante ciertas épocas ha adoptado otras formas de Hulk en las que, de un modo u otro, mantenía distintos niveles de control: Mr. Fixit o Profesor Hulk. Es decir que o bien se puede acceder a ese catalizador sin que la ira esté presente o bien hay otros posibles catalizadores.

Tal como yo lo veo, en cierto modo la relación de Bruce con sus superpoderes sería similar, pero a la inversa, a la de Ben Grimm, La Cosa. Creo recordar que fue John Byrne quien estableció que Ben, al igual que los demás integrantes de Los 4 Fantásticos, habría tenido originalmente la capacidad de activar y desactivar sus poderes a voluntad y que si nunca había podido revertir a su forma humana era por una razón psicológica. Pues bien, a Bruce le ocurre algo similar, es incapaz de activar a voluntad sus poderes gamma. Solo lo consigue a través del catalizador que aparece durante un episodio de ira.

La encarnación conocida como "profesor". Hulk con la inteligencia de Banner y con el ego algo subido.
 
¿Qué es lo que tenemos cuando Hulk se manifiesta? Hulk no tiene un comportamiento ofensivo sino defensivo. Si, Hulk aplasta, aplasta a lo que le hace daño a él o a sus amigos, pero no se puede obviar que en esos momentos Bruce es un juggernaut de mal humor. Son inevitables los daños colaterales pero, a pesar de ello, en general, todo suele limitarse a daños materiales. Es algo en lo que algunos autores han insistido, en que, a pesar de todo, del caos que provoca Hulk, en el fondo controla la situación: no hay bajas. Tal así la cosa que, si no recuerdo mal, la etapa de Bruce Jones partía del hecho que Bruce se sentía culpable porque un niño había muerto por culpa suya. Luego se aclaraba que eso no había pasado. En el mundo real sería imposible que algo como Hulk arrasara una ciudad sin que inevitablemente acabara habiendo víctimas, pero en la ficción de los comics sirve para subrayar el hecho de que Hulk, a pesar de todo, no es uno de los malos.

Y cuando Hulk vence a los malos, Hulk se va. Busca tranquilidad, algún lugar donde los débiles humanos lo dejen en paz. Y es el trágico destino de Hulk, el de que cuando empieza a encontrar esa paz, cuando se calma en algún lugar alejado del mundo del hombre... vuelve a ser uno, vuelve a ser Banner, alguien con una mente mucho más complicada que la que tiene cuando es Hulk, y a la que paradójicamente lo primero que atormenta en esos primeros momentos tras el cambio es qué ha hecho siendo Hulk. Es fácil de entender que Hulk - es decir, el Bruce invulnerable - odie volver a ser el debilucho Banner, el Bruce vulnerable. Hulk es "el sitio más seguro del mundo" a donde Bruce puede huir, también es el más confortable, donde su mente está más relajada, en contraposición a la compleja mente de Banner, que, como hombre de razón, en busca siempre de una postura más lógica, razonable, diplomática, acaba siendo reprimida ante la tiranía de personajes como el General Ross.

Breve escena del Hulk de Ang Lee que realmente transmite la paz y libertad que Bruce/Hulk ansía

Cuando es Bruce, odia en lo que se convierte cuando es Hulk. Y como Hulk odia en qué se convierte cuando es Bruce. No es una doble personalidad sino una alteración de la misma, un cambio de perspectiva, una evaluación distinta de la situación, de la misma forma que se da en cualquier persona bajo un ataque de ira, los efectos del alcohol o las drogas o cuando se padece una depresión, por poner algunos ejemplos.

Si hablamos de las adaptaciones en imagen real, a pesar de las enormes diferencias que había en la serie de TV de Bil Bixby y Lou Ferrigno, en realidad el trasfondo psicológico estaba muy bien enfocado. También ocurre con Hulk (2003) de Ang Lee que, de hecho, se basa principalmente en el mencionado número 312 de Bill Mantlo. Sin duda hay cosas en la película que la perjudican, pero en general el enfoque es el adecuado y me parece que aporta cosas esenciales para entender el personaje que se echan en falta en otras versiones.

La película salió perjudicada frente a un público que quizás demandaba menos trasfondo psicológico y más “Hulk aplasta”. Y eso es lo que tuvimos en la siguiente versión, El Increíble Hulk (2008), protagonizada por Edward Norton y primera aparición del personaje en el UCM. Particularmente, el diseño del personaje me pareció horroroso pero una vez más el enfoque era correcto en general. Excepto el absurdo, como hemos comentado anteriormente, de que Bruce no pudiera permitir que su pulso subiera, que no pudiera tener relaciones sexuales o simplemente correr. No tenía mucho sentido.

Es en las películas del UCM donde el enfoque tiene altibajos incluso en una misma película. Por ejemplo, en Los Vengadores (2012) en ocasiones se comporta como un cachorro gigante y otras tenemos momentos geniales como ese “Dioses a mí…” tras la paliza a Loki. Lamentablemente en Vengadores: Infinity War (2018) el enfoque es definitivamente el de doble personalidad. Y sin entrar en spoilers, sobre el enfoque que se le da en Vengadores: Endgame (2019), me limitaré a decir que lo veo correcto en la línea de cierta posibilidad que hemos contemplado más arriba.

miércoles, 8 de mayo de 2019

Vengadores Endgame (II)


Debo reconocer que en el anterior artículo dedicado a Endgame me equivoqué al no entender cómo habían enfocado los hermanos Russo los viajes en el tiempo. La propuesta es nueva y efectivamente da pie un posible multiverso de líneas alternativas. Es algo que yo mismo, como fan de las películas de viajes en el tiempo, había contemplado en alguna ocasión anterior a Endgame respecto a los viajes en el tiempo con líneas alternativas pero era una solución que no me convencía. El problema es que, como les pasa a los Russo, plantea muchas dudas razonables.

Como dije en ese anterior artículo, no vamos a hablar de física, sino de coherencia narrativa y ciencia ficción. La física aún no tiene respuestas ciertas para temas como los viajes en el tiempo al pasado. Dicho esto, al plantear una historia de viajes en el tiempo al pasado debemos forzosamente elegir entre dos opciones: o las acciones en ese pasado pueden cambiar las cosas o no. No hablamos de lo que los personajes pueden querer hacer o no sino de cómo se comporta el tiempo en el universo donde transcurre la historia.

La opción más elegante, la que es coherente per sé, es decidir que no. Es lo que llamamos una paradoja cerrada. Este tipo de paradojas consisten en que la intervención del viajero en el pasado no crea cambios, sino que forma parte del pasado que existía ya antes de que el viajero volviera atrás en el tiempo. Y esto ocurre no porque el viajero evite situaciones susceptibles de producir cambios sino porque lo que decidimos es que en nuestra historia el tiempo va a funcionar así. Un buen ejemplo lo tenemos en la película Terminator (solo la primera): Skynet envía a un terminator al pasado a matar Sarah Connor, la madre del que será el héroe que vencerá a las máquinas, lo que hace que los humanos envíen a su vez a alguien para defenderla, Kyle Reese. Paradójicamente Kyle resultará ser el padre de ese héroe, John Connor, y los restos del Terminator lo que acabará propiciando la creación de Skynet. Un circulo perfectamente cerrado.


La otra opción es decidir que el viajero en el tiempo efectivamente puede cambiar cosas en el pasado y esto es complicado de manejar. Da pie a lo que llamamos paradoja abierta o paradoja del abuelo. Si el viajero en el tiempo mata accidentalmente a su abuelo en el pasado antes de que conociera a su abuela, entonces el viajero no llegará a existir y no podrá viajar al pasado para matar a su abuelo accidentalmente. El resultado es una incoherencia. Y es necesario que entendamos cómo funciona la teoría del caos o efecto mariposa. En cada cosa que hacemos se ven afectadas un número inmenso de variables que a su vez afectan geométricamente a otras tantas, la acción más sencilla puede provocar grandes cambios en un efecto cascada interminable. El mero hecho de viajar a un momento del pasado ya hace estragos en la línea temporal original ¿Cómo se resuelven estos casos? Con la idea de las líneas temporales alternativas: un viajero en el tiempo intenta salvar a su novia que murió en un accidente, cambia el pasado y su novia sigue viva lo que crea una realidad alternativa a la de la línea temporal original. El problema es que desde ese pasado alternativo no podrá volver al presente desde el que partió sino al de esa línea alternativa. Y en esta línea alternativa existe otra versión de él. Tendrá que compartir novia.

Y aquí es donde entra lo que hacen los hermanos Russo en Endgame. Primero es interesante fijarnos en cómo funciona su máquina del tiempo y que consta de dos partes: una plataforma de lanzamiento y un traje que lleva el combustible de partículas Pynn. En principio, al parecer lo que hacen los Russo con esto es crear un sistema de anclaje y arnés del cual tirar del viajero para traerlo de vuelta, cosa que este haría viajando, ojo que esto es lo importante, no sobre una línea del tiempo universal sino sobre su propia línea temporal. El viajero crea un cambio en el pasado, no puede viajar al futuro de ese pasado cambiado porque eso lo llevaría a un futuro distinto fruto de sus cambios (y recordemos que el mero hecho de irrumpir en el pasado ya crea esa línea temporal alternativa) así que lo que este sistema de anclaje hace para traerlo de vuelta al presente original es “tirar” de él sobre su propia línea temporal. Tomemos como ejemplo a Scott Lang, quien viaja al momento del ataque a Nueva York junto a Steve Rogers, Tony Stark y Bruce Banner. Una vez recuperado el bastón de Loki que contiene la gema de la mente, para volver al presente de Endgame, no puede viajar al futuro porque estaría viajando al futuro de esa línea temporal alternativa provocada por su incursión, sino que debe viajar sobre su propia línea temporal al pasado, porque su pasado inmediato está en el presente de Endgame.


Así que en principio bien, pueden viajar en el tiempo, interactuar con el pasado creando una línea temporal alternativa con lo cual no se provoca una paradoja abierta y, esta es la novedad, evitando el escollo principal en este tipo de planteamientos, que es el de volver al tiempo original, al de partida. Ahora bien, en muchas historias de viajes en el tiempo esto no sirve porque sus argumentos se basan en la idea de cambiar algo, de salvar a alguien, etc. y no podemos crear cambios en la línea temporal en la que existimos. En este caso sirve porque de lo que se trata es de hacerse con algo, que existe en esa otra línea temporal y traerlo a esta. Endgame es particular en ese aspecto.

Y aquí empiezan los dilemas: Desde el punto de vista de los personajes, ¿es lícito moralmente crear toda una línea temporal alternativa, es decir, una realidad alternativa, para satisfacer una necesidad de la propia? Una línea temporal con un futuro incierto ya que desde el momento en que es distinta por la incursión de los viajeros es imposible predecir lo que va a ocurrir en ella. ¿Y si en esa realidad alternativa Thanos va a acabar ganando y destruyendo a Los Vengadores? ¿Suena mal la idea de que para intentar reparar la línea original acaben creando una en la que suceda esto? Pues es peor. Porque el viaje de Scott, Tony, Steve y Bruce crean una bifurcación o línea temporal alternativa con su incursión al momento del ataque de Nueva York pero es que al viajar a momentos distintos, Nastasha y Clint están creando otra línea temporal alternativa, Nébula y Máquina de Guerra otra, y Thor y Mapache Cohete otra. La cosa se pone aún peor y es que Tony y Steve al perder la oportunidad de obtener el teseracto en Nueva York deciden dar un salto adicional a los 70s creando una nueva línea temporal alternativa. Es decir, para reunir las gemas que usan al final para derrotar a Thanos, se han creado cinco líneas temporales alternativas, cinco realidades alternativas expresamente para satisfacer las necesidades de la línea original ¿No se hace esto un tanto alegremente, sin medir las consecuencias, y siendo un tanto egoístas? ¡Están cambiando el Universo! ¿Por qué ninguno de los personajes científicos se plantea esto? Al principio de Endgame tenemos un Thanos decapitado, pero al final tenemos un Thanos alternativo al que consiguen vencer (el de la línea temporal alternativa que ocasionan Nébula y War Machine) … y cuatro Thanos más en sus respectivas líneas temporales.


No se vayan todavía que aún hay más. En principio hemos pensando que la máquina funciona usando la propia línea temporal de los viajeros. ¿La de los viajeros? ¿La de los trajes? ¿O exactamente cuál? Porque la Nébula mala vuelve usando el traje de la Nébula buena pero no puede estar viajando sobre su propia línea temporal porque ella no tiene un pasado en el presente de Endgame. Pero si tomamos que es el traje el que viaja sobre su propia línea temporal… ese Thanos alternativo no podría llegar tampoco al presente de Endgame porque no lleva un traje. En consecuencia, debemos pensar que el traje lo que hace es llevar un registro de las coordenadas espacio-tiempo-realidad por las que pasa el viajero en su propia línea temporal y que esas coordenadas serían universales, se podrían copiar y pasas a otro viajero que no haya estado en esas coordenadas. De esa manera Thanos habría copiado esas coordenadas en su propio dispositivo temporal y la Nébula mala habría preparado la máquina de anclaje para recibirlo - la vemos hacerlo en la película - para traerlo al final de Endgame. Si los trajes solo funcionan para eso… ¿por qué no un dispositivo de pulsera? Porque presumiblemente no es así: nada más que para entrar en el mundo cuántico, que es lo que se basa la idea del viaje en el tiempo en Endgame, Ant-Man necesitaba el traje con lo cual es presumible que un traje cuántico sea necesario. Así pues, el traje cuántico tiene dos razones de ser, llevar un registro de los viajes que hace el viajero sobre su propia línea temporal y protegerlo durante el viaje. Pero Thanos no usa un traje sino una nave completa. ¿Una nave que hace lo mismo que el traje? No sé, lo veo todo muy pillado por los pelos. Pero venga, aceptamos barco. Digo nave.

Una vez aceptamos que los trajes llevan un registro de los viajes que han realizado los viajeros podemos aceptar que Steve al final pueda viajar a cada una de las líneas alternativas donde estuvieron sus compañeros para devolver las distintas gemas. ¿Pero qué sentido tiene devolverlas? ¿Para que cambien lo menos posible esas realidades? En realidad, volver a ellas lo que hará será crear nuevas líneas alternativas a partir de cada una. Las originales donde simplemente llegaron y se llevaron las genas y las alternativas donde además Steve vuelve a reponerlas. Ahora son diez. La idea de que si vuelvo y restauro lo que me llevé nada cambiará NO funciona si planteamos que se pueden cambiar las cosas. Funciona si planteamos que con el viaje en el tiempo no se puede cambiar nada, es decir, paradojas cerradas y este NO es el caso como hemos visto desde el principio. Así que en este caso ¿qué es lo que tenemos? Diez líneas temporales alternativas, en ocho de las cuales hay un Thanos deseando hacerse con las gemas del infinito y aunque a cuatro de ellos les faltará alguna gema… los otros cuatro siguen pudiendo conseguirlas todas. Y, por cierto, en una de esas realidades Thor se ha quedado sin Mjölnir porque al intentar devolverlo junto a la gema del espíritu ha creado esa otra línea alternativa donde efectivamente ha devuelto el martillo.


Además, Steve viaja al pasado para quedarse con Peggy. Ese pasado al que viaja Steve es el canónico, pero claro, el mero hecho de viajar a él hace que cree una nueva línea alternativa (¡un nuevo Thanos!) De esa línea no sabemos nada excepto que vivió feliz con Peggy, llegado el momento usa el traje para volver al pasado sobre su propia línea temporal… y en su pasado está el momento en el que se fue a devolver las gemas… Vale… ¿Por qué no aparece en la plataforma de anclaje? Entiendo que, para viajar a través de la línea temporal universal, como en el salto que dan Tony y él a los 70s, no necesiten el sistema, pero para salir de una realidad alternativa viajando sobre su propia línea temporal si debería usar ese anclaje. Y aunque no lo necesitara… ¿por qué no usarlo?

En fin, que este planteamiento de los hermanos Russo que permitiría viajar entre líneas temporales alternativas, no deja de ser un tanto chapucero, y que deja muchos cabos sueltos. Una vez más, como suelo pensar, la mejor manera de enfocar una historia de viajes en el tiempo es haciendo uso de la paradoja cerrada que es como al final el resultado acaba siendo perfectamente coherente. Y lo realmente triste, también una vez más, es que Endgame se presta fácilmente a ello con solo corregir unas cuantas cosas. Como dije en el artículo anterior la visita de Steve y Tony a los 70s o lo del viejo Steve funcionan perfectamente en un ámbito de paradoja cerrada. Una verdadera pena.
  

lunes, 29 de abril de 2019

Vengadores Endgame (con spoilers)


Nota: Varios días después de pùblicar este artículo entendí mejor el enfoque le habían dado los hermanos Russo a los viajes en el tiempo. Aunque el artículo sigue hablando de los dos tipos de enfoques que se suelen dar los Russo optaron por una variación nueva sobre uno de ellos que en aquel momento no consideré. Por ello escribí un nuevo artículo contemplando mejor el enuevo enfoque el cual, igualmente, no deja de ser imperfecto. Este es el enlace a ese segundo artículo: Vengadores Endgame II

Durante estos últimos días había visto críticas según las cuales no estábamos preparados para lo que los hermanos Russo habían hecho con esta película, que ninguna de las teorías hubiéramos podido elucubrar se anticipaba a lo que íbamos a ver e incluso que Endgame es una película irrepetible y que jamás volveremos a ver algo así. Ante esto, particularmente, no podía sino mostrarme escéptico. Además, si algo era previsible es que habría viajes en el tiempo en la película y eso, desde mi perspectiva, era malo. Y es que tengo una relación amor/odio con las películas de viajes en el tiempo porque me encanta el tema pero no dejo de ver como en muchísimas películas lo usan mal. Que Endgame incluyera viajes en el tiempo hacía probable que hubiera muchas cosas mal en ella.

Cuando aparece durante la película la idea de viajar en el tiempo tuve ciertas esperanzas de lo hubieran hecho bien porque precisamente empiezan hablando sobre que muchas películas lo usan mal (si, Regreso al Futuro lo usa mal1). Lamentablemente al final la película cae en los mismos errores que muchas otras. Y es una pena porque al principio lo enfocan bien.


Pero antes que nada vamos a aclarar cómo deberían usarse los viajes en el tiempo. No estamos hablando de física sino de coherencia. La física no tiene respuestas aún para muchos de los pormenores que se darían en los viajes en el tiempo y solo podemos trabajar especulando desde la lógica y coherencia. En esta línea, a la hora de crear una historia de viajes en el tiempo, debemos elegir entre dos opciones: si los actos del viajero en el tiempo afectarán al pasado o no lo harán. Si decidimos que sí, tenemos un problema, el efecto mariposa, y es que, si un personaje viaja al pasado creando con ello un hecho que no había ocurrido originalmente, esto empieza a provocar a su vez otros cambios, sutiles en principio pero que acabarán, por efecto cascada, provocando cambios enormes. Con lo cual acabaremos encontrándonos con una paradoja abierta, también conocida como paradoja del abuelo: si viajas en el tiempo al pasado y matas accidentalmente a tu abuelo antes de que tu padre nazca, no existirás y por tanto no podrás viajar al pasado y matar a tu abuelo. Otro ejemplo: si un viajero en el tiempo intenta salvar a una novia que murió en el pasado y lo consigue… no tendrá razones para viajar al pasado y salvar a su novia. Hay una manera de resolver el problema de cambiar el pasado sin provocar una paradoja abierta: recurrir a la creación de líneas del tiempo alternativas. Según esto el viajero que salva a su novia, crea una línea alternativa donde consigue salvar a la chica… pero la línea original sigue existiendo y es una donde en un momento dado el viajero del tiempo desapareció con su máquina del tiempo y nunca volvió. Es el problema de una película como, por ejemplo, X-Men Días del Futuro Pasado (2014). Realmente, Logan no consigue cambiar el futuro malo… solo consigue crea uno en que las cosas son diferentes. Como vemos…. no es una solución. No se puede cambiar el pasado. Una paradoja abierta generalmente supone un fallo en la coherencia. El uso de una línea temporal alternativa es correcto pero no nos permite sacarle juego.


La otra opción, como decíamos, era aceptar directamente que el viajero en el tiempo no puede cambiar el pasado y crear una historia basada en ello: el presente permanecerá inalterable porque todo lo que haga el viajero en el pasado formará parte de la historia que le llevó a ese presente. Aunque el viajero no lo sepa antes de partir, su participación en el pasado ya formaba parte de la historia. Es lo que llamamos la paradoja cerrada y produce un elegante efecto de círculo cerrado: por ejemplo, el viajero hace que su abuelo y su abuela se conozcan. Antes de que el viajero hiciera su viaje eso ya había pasado2. Sigue siendo una paradoja, pero al contrario que la paradoja abierta no deja cabos sueltos con resultados caóticos.

Y ahora sí, volvemos al Endgame. Y es que hay partes que funcionan dentro del concepto de paradoja cerrada, resolviendo las situaciones de manera elegante sin “romper” nada. Por ejemplo, la incursión de Tony y Steve en Shield en los 70s. No hacen absolutamente nada que entre en conflicto con lo que ya conocemos de la historia, entre otras cosas porque no hemos visitado ese lugar y ese momento anteriormente en las películas. Tenemos a Hank Pynn y Howard Stark trabajando en unas instalaciones en las que también tienen trabajando a Arnin Zola en el mismo lugar en el que vimos su mente recluida en los ordenadores en Capitán América: El Soldado de Invierno (2014). Incluso la interacción entre Tony y su padre, Howard, no crean ningún tipo de conflicto, esa situación ya ocurrió en los 70s de este universo cinemático solo que ni Tony ni nosotros los espectadores lo sabíamos.

Otra de estas escenas bien llevadas es la de Bruce-Hulk hablando con la Anciana. Quizás la única pega que se le podría encontrar es que, aunque en ese momento la Anciana ya conoce el futuro del Doctor Strange, luego, cuando él vaya a buscarla para que cure sus manos, en principio ella pondrá reparos a enseñarle y será Mordo quien la convenza. Pero podemos suponer que quizás solo lo está poniendo a prueba a pesar de que sabe que acabará enseñándole.  Así que creo que podemos dar esta parte por buena.

Sin embargo, en la incursión de Tony y Steve previa a viajar a los 70s es donde encontramos problemas de coherencia. En principio el escenario es ideal porque ocurre justo al final de Los Vengadores (2012), lo cual les permite meter escenas con cosas que pudieron ocurrir, pero no llegamos a ver, como la intervención del personaje de Alexander Pierce (Robert Redford) antes de su primera aparición en el UCM. El problema viene con la lucha de Steve con su yo del pasado. Aunque es algo que podría haber pasado… el Steve de Endgame debería recordarlo. No tiene sentido que no lo recuerde. Ahí se está cayendo en una incoherencia del tipo paradoja abierta. En esa misma parte vemos a Steve hacer uso del conocimiento que tiene ahora sobre Hydra en la genial escena del ascensor donde en vez de hacer lo que hizo en una situación parecida en Capitán América: El Soldado de Invierno lo que hace es hacerse es soltar ese “Hail Hydra” que le permite salir de la situación sin tener que luchar. La escena es genial… pero… entra en conflicto con lo que vendrá después. Y es que para cuando lleguen los acontecimientos de Capitán América: El Soldado de Invierno… los malos deberían pensar que Steve sabe de la infiltración de Hydra en Shield3. En cuanto a la escapada de Loki con el teseracto se me queda coja, nos falta ver a Thor atrapándolo de nuevo para que coincida con el final de Los Vengadores donde Thor y un Loki amordazado se llevan el dispositivo a Asgard.


Y las cosas se complican con Nébula. Al igual que en el caso de Steve, Nébula debería recordar haberse encontrado consigo misma. En principio la intervención de Gamora podría no ser un problema porque podría dar más sentido al porqué en Guardianes de la Galaxia (2014) decide traicionar a Thanos. Lamentablemente la película empieza a complicar las cosas con el viaje de Thanos al futuro. Acabará dándonos esa fantástica batalla del final, pero vuelve a estropear la coherencia. Desde el momento en que Thanos viaja al futuro hay un crescendo en el número de circunstancias que hace más difícil cerrar el círculo y es que lo ideal habría sido que en vez de matar a Thanos, lo hubieran llevado de vuelta al pasado sin recordar lo que había descubierto. Con Thanos muerto en el futuro lo que tenemos es que en un momento del pasado Thanos desapareció (viajó al futuro y nunca volvió) con lo cual no llegó a convertirse en una amenaza e Infinity War (2018) nunca sucedió. Con lo cual tampoco sucedería Endgame y no habría necesidad de viajar al pasado… Paradoja abierta. No funciona. Y eso me entristece porque podría haber quedado una película redonda y no lo es.

Dejando ya el tema de los viajes en el tiempo, a mí me ha gustado lo que han hecho con Hulk. Siempre he pensado que la mayoría de las veces se le da al personaje un enfoque incorrecto, entendiendo que Bruce y Hulk son personalidades diferentes. En mi opinión Hulk no es otra cosa que Bruce muy enfadado4, cegado por una ira que normalmente contiene. La bomba gamma (experimento en el UCM) le dio a Bruce unos poderes que no sabe activar conscientemente pero que se manifiestan de manera colateral con la ira. Me pareció muy acertada aquella parte de Vengadores en la que Bruce decía “Ese es mi secreto, siempre estoy enfadado”. Da rienda suelta a su ira y se transforma. Podría hacerlo sin la ira, pero no sabe cómo. Cuando lo vemos en Endgame ha encontrado el equilibrio, la forma de transformarse sin pasar por el estado de ira. Ojo, no significa que no pueda enfadarse y que en ese estado volviera a actuar como el "Hulk aplasta". Para mi está bien esa forma de Hulk que han presentado. Pero lo que echo en falta es el camino que lo ha llevado hasta ahí. Tras Infinity War nos quedamos especulando con qué podía haber pasado con Hulk y pensamos que nos darían una buena explicación de por qué Thanos lo derrotó tan facilmente. No la hemos tenido y eso hace que ahora aquella derrota resulte más insatisfactoria aún. Además, habría querido ver la revancha y no ha tenido lugar. Y es que a Hulk le pasa como a Superman, que es un personaje tan poderoso que cuando es incluido en un grupo de superhéroes a menudo reducen su poder para que el grupo no quede muy desequilibrado. Aún no hemos visto en este UCM lo realmente poderoso que es Hulk.

En cuanto a Thor no puedo entender por qué han hecho eso con él. Creo que todos hemos pensado mientras veíamos la película que en algún momento recuperaría su condición física y esa esperanza se fue disipando a medida que la historia avanzaba.


El final que se le ha dado a Steve Roger me ha parecido amargo porque marca el final del Capitán América de Chris Evans pero por otro lado me ha parecido bonito el que Steve pueda llegar a tiempo aún para ese baile y pueda tener la vida que no pudo tener. Y lo mejor es que si algún día Chris Evans decide volver al UCM puede hacerlo: Steve ha estado viviendo una vida en paralelo a la de su yo congelado. Ha vivido todo ese tiempo como una figura en la sombra, junto a Peggy Carter y podría haber participado en misiones bajo otra identidad de las que ha tenido en los cómics. En cuanto a que, en principio Steve no vaya a salir más en las películas, la idea de que pudiera levantar Mjölnir, algo que ya se insinuó en Vengadores: La Era de Ultrón (2015), me ha parecido genial.

En cuanto al resto, en términos generales muy bien. La batalla espectacular como ninguna otra jamás vista en cine, aunque particularmente no entendí cómo, para ocultar el guantelete de Thanos, no optaron por miniaturizarlo. Me ha gustado la película, pero siempre me va a quedar la espinita de las chapuzas que han acabado haciendo con los viajes en el tiempo, que, como dije al principio es algo que ya me temía antes de ver la película. Mucha gente quiere ver en el futuro del UCM a un villano, Kang, que precisamente viaja en el tiempo, pero yo particularmente espero que no vuelvan a tocar el tema porque probablemente vuelvan a hacerlo mal.

1 Aunque también mencionan Terminator y la película original es correcta.

2 Y es lo que debería haber pasado en Regreso al Futuro. Que al volver Marty al presente sus padres fueran exacatmente los mismos, que ya al principio de la película ellos hubieran vivido aquello. (y lo de la tontería de la foto en la que desaparecen partes del cuerpo sobra)


3 Lo ideal sería si vemos ahora de nuevo las películas, conociendo las incursiones de los personajes en busca de las gemas, no encontráramos ninguna incoherencia. Igualmente tampoco deberíamos encontrarlas si en todas las escenas en las que sale Peggy Carter pensamos que está teniendo una relación con el Steve venido del futuro.


4 Desarrollaré esta idea en un próximo artículo centrado en Hulk.

sábado, 6 de abril de 2019

Juegos de Guerra

 

Un pequeño "clásico" para todos aquellos que amamos el cine juvenil de los 80s, con un reparto de secundarios repleto de rostros conocidos, y protagonizado por Mathew Broderick y Ally Sheedy. Particularmente no me canso de verla y la verdad es que cuanto más la veo más virtudes le encuentro. Y es que a pesar de que es un título que suele quedar a la sombra de muchos otros de la época, creo que es una muy buena película. Dirigida por John Badham, quien ese mismo año, 1983, estrena El Trueno Azul y tres años más tarde, protagonizada también por Ally Sheedy, Cortocircuito. Es interesante este dato porque las tres películas, de un modo u otro, tratan sobre el potencial peligro del mal uso de la tecnología. Ya de paso mencionar que Badham en los 70s había dirigido dos títulos interesantes como el Drácula (1979) de Frank Langella y Fiebre del Sábado Noche (1977).

La historia va sobre un chico, David (Mathew Broderick), quien, mientras busca acceder a los próximos lanzamientos de una compañía de videojuegos, conecta por error con la computadora* del Departamento de Defensa, activando un programa, Joshua, que simula un escenario de guerra nuclear en forma de juego y que, por error, podría acabar provocando el inicio real de la Tercera Guerra Mundial. En su intento por resolver el problema que ha ocasionado, David busca al profesor Stephen Falken (John Wood), el creador de Joshua.

Jennifer (Ally Sheedy) y David (Mathew Broderick)

La película invita continuamente a la reflexión sobre el sinsentido que supone un conflicto militar y cómo, a pesar de ello, los seres humanos aceptamos formar parte del juego casi de manera automática, sin plantearnos realmente todo lo que implica. Así, ya al principio de la película podemos escuchar a John McKittrick (Dabney Coleman) decir “no podemos permitirnos que en una guerra nuclear nuestros misiles se queden en los silos porque nuestros hombres se nieguen a girar una llave cuando nuestras computadoras se lo ordenan”. Da que pensar.

Falken es un hombre derrotado desde que su mujer y su hijo murieron en un accidente de coche y probablemente fue el momento en el que entendió mejor que nunca el gran error que él mismo menciona: “…en esa sala de guerra creen que se puede ganar una guerra nuclear, que las perdidas pueden ser aceptables…”. Falken se aparta del mundo, no quiere tener nada que ver con eso y, una vez David y Jennifer (Ally Sheedy) le explican que posiblemente han provocado el comienzo de la Tercera Guerra Mundial, se muestra impasible. Para él entra dentro de la naturaleza de la especie humana el que acabe destruyéndose a sí misma. Ha perdido la Fe. Pero por suerte no del todo, una chispa de idealismo en su fuero interno, reavivada por la desesperación de los chicos, propiciará que se decida a intervenir.

Dabeny Coleman como John McKittrick.
  
“General, ¿cree de veras que el enemigo atacaría sin una provocación, utilizando tantos bombarderos, misiles y submarinos, obligándonos a que no tuviéramos más remedio que aniquilarlos totalmente? ¿General está usted haciendo caso a una máquina? Hágale un favor al mundo y no se comporte como otra máquina”

Con estas palabras de Falken se subraya lo absurdo del comportamiento humano en ocasiones, cuando se deja de cuestionar las cosas y nos limitamos a abandonarnos a merced de las inercias. Sumado a la idea de que no hay bajas aceptables, resume la reflexión a la que invita la película y es la conclusión a la que, finalmente, llega la propia máquina, Joshua: “curioso juego, Profesor Falken, la única forma de ganar es no jugar”. Si juegas al juego de la guerra pierdes, no hay bajas aceptables, no hay daños colaterales asumibles. No importa si se le ha causado más bajas al enemigo o incluso si se le ha derrotado completamente.

Jennifer, Stephen Falken (John Wood) y David.

Dejando de lado ya la historia en sí, algo que me llama mucho la atención es que los actores principales en general hacen muy buen trabajo y se nota que están muy bien dirigidos, pero que es algo que pasa desapercibido por no tratarse de actores con rango de estrellas y porque el propio título, como digo, tampoco goza quizás de la popularidad que merecería. Quizás algún día debería escribir sobre esto, sobre cómo a no ser que hablemos de estrellas y papeles con una gran carga dramática o especialmente exagerados, no reconocemos la labor de muchos actores.

También me ha parecido interesante que los personajes no están demasiado estereotipados, como, por ejemplo, en el caso del General Beringer (Barry Corbin). Aunque al principio de la película, si es que la vemos por primera vez, podríamos pensar que se trata del típico militar obcecado, resulta ser el que está más abierto a reconsiderar la situación si lo comparamos, por ejemplo, con McKittrick, quien en teoría debería ser el más razonable.

El general Beringer, interpretado por Barry Corbin.

El personaje de Ally Sheedy me ha hecho pensar en estos días que parece que no tenemos memoria y que los personajes femeninos importantes no han existido jamás en el cine. Jennifer, es un personaje que demuestra que no es así sin necesidad de irse a una Sarah Connor o a una Ellen Ripley. Y es que Jennifer no es una heroína sino una chica normal que va al instituto. Cierto es que no es la principal protagonista de la película, pero lo que vemos en ella todo el tiempo es a una mujer moderna. Si, Jennifer es el interés romántico de David pero es mucho más que eso. De hecho, es ella la que se acerca a él, y si uno de los dos personajes parece más vulnerable ante el otro en algún momento, es él. Que tampoco mucho, porque ambos personajes, en distintas situaciones, muestran valor e iniciativa.

La película no es perfecta. En pos de la dramatización, especialmente en los momentos finales, hay una serie de incoherencias para alargar un poco el final, como el hecho de que Joshua intente descubrir el código de lanzamientos de misiles dígito a dígito, lo cual no tiene mucho sentido, o que cuando David decide enseñarle a Joshua que es imposible ganar el juego busque juegos como el ajedrez y no directamente el tres en raya, que fue precisamente el ejemplo que les dio Falken. Pero bueno, se ve que se hizo así para hacerlo más emocionante y realmente no son detalles demasiado importantes.

En definitiva, siempre en mi opinión, una película entretenida, desenfadada pero que invita a la reflexión.  

lunes, 25 de marzo de 2019

Love, Death & Robots



Se trata de una serie compuesta por 18 cortometrajes de entre seis y diecisiete minutos rodados con diferentes técnicas de animación. Muchas de las historias son de ciencia ficción, pero también hay otras de género fantástico o de terror. También hay sexo y violencia explícita. Y es la serie del momento. Todo el mundo está hablando de ella. Particularmente la descubrí gracias a un amigo que me pasó el enlace de un artículo hablando sobre la serie. Dicho artículo empezaba definiéndola como “mejor que Rick & Morty” y casi tan buena como Black Mirror. ¿Pero por qué se la compara con estas dos series?

No soy un gran fan de Rick & Morty (2013-2017). He empezado a verla hace un par de semanas y solo he visto las dos primeras temporadas hasta ahora. No es una serie que me entusiasme, pero hay algo que tengo que reconocerle especialmente y es un amplio dominio de las temáticas recurrentes de la ciencia ficción. Eso y que se atreve a decir según qué cosas sin tapujos. Dicho esto… ¿Son comparables Love Death & Robots con Rick & Morty? Pues no. No tienen nada que ver. Además, a pesar de lo que podamos creer en principio - yo lo hice - Love Death & Robots no es una serie de ciencia ficción. Una gran parte de los cortos lo son, otros no y otros son pseudo ciencia ficción. Además, el tono es muy diferente, no se pueden realmente comparar, pero si tuviera que responder a si efectivamente Love Death & Robots es mejor que Rick & Morty en función de lo que aporta de nuevo mi respuesta es no.

La Testigo, en mi opinión el mejor de los cortos de Love Death & Robots.

La comparación con Black Mirror (2011-2018) la estoy viendo por todas partes hasta tal punto que no puedo evitar sospechar que forma parte de la campaña de promoción que se le ha hecho a la serie. Porque es que además Black Mirror si es una serie de ciencia ficción, de ciencia ficción a la vuelta de la esquina. Particularmente me parecería más correcto comparar Love Death & Robots con La Dimensión Desconocida (The Twilight Zone)* en la cual había tanto historias de ciencia ficción como otras en las cuales no había una explicación racional, simplemente ocurrían cosas extrañas. Pero claro… ¿quién conoce hoy día La Dimensión Desconocida? No tenemos memoria. Y menos hoy día con la saturación de ficción televisa que tenemos. Si quieres llamar la atención del público actual en general tienes que aludir a lo mas reciente. Y más aún si, además, como es el caso, es de la misma cadena, es normal la mención a Black Mirror como vehículo de promoción. Pero insisto, nada que ver. Además, si lo que vamos a comparar es el formato, el de colección de cortos y nos empeñamos en acudir a la ciencia ficción, habría sido mas apropiado hablar de Heavy Metal (1981), Robot Carnival (1987) y Animatrix (2003). Es decir, nada nuevo, que no hayamos visto antes.

Así pues, centrándonos ya en el contenido de la serie, he de decir que en general me ha resultado mediocre. Y es que, si dejamos a un lado el apartado técnico que le da a la serie un acabado impecable y nos centramos en lo realmente importante, en lo que nos cuenta y en cómo nos lo cuenta, realmente en general hay poco que rascar. Algunas historias son interesantes si, muchas otras se dejan ver sin más, y otras son simplemente insulsas. Sobresaliente creo que realmente ninguna. Es posible que, en algunos casos, especialmente en aquellas historias que cuentan con una animación CGI que se limita a hacer que los personajes casi parezcan personas reales, el espectador quede deslumbrado hoy día por un apartado técnico que tiene fecha de caducidad. Además, creo que algunos de los cortos no aprovechan bien el formato porque en vez de encontrarte con una pequeña historia lo que te encuentras es un fragmento de historia descontextualizado.

Zima Blue, una historia muy Asimov.


A continuación, haré una breve reseña de los episodios, y por tanto habrá SPOILERS, con lo cual es el momento de dejar de leer si no se ha visto ya la serie.

1 - La ventaja de Sonnie
De los más interesantes por su giro final. Nada realmente nuevo pero interesante. Y una de las razones para no leer esta reseña sin haber visto el episodio antes. Supe lo que iba a pasar precisamente por leer una reseña así.  Pero yo os he avisado de que habría spoilers.

2 - Tres robots

Siempre mola ver robots. Pero empiezan a hablar sobre el pasado y empiezas a ver incoherencias en su conocimiento sobre los seres humanos. El chiste que supone el absurdo giro final puede parecerte gracioso… o no.

3 - La testigo (yo lo habría traducido como “Testigo” solamente)
Por desgracia fue el primero que vi y me hizo tener unas expectativas altas sobre la serie que luego no se cumplieron. Visualmente interesante. Pensé que sabía cómo iba a acabar, pero no acababa de convencerme porque no tendría mucho sentido ya que el tipo siempre sería consciente de lo que iba a pasar a continuación si vivía una y otra vez lo mismo. Por suerte ese no fue el final, ganando en coherencia con la alternancia de la situación de los dos personajes. Aun así, ni hay respuesta a por qué ocurre ni creo que sea necesaria darla en este caso. Para mí, el mejor de todos.

4 - Trajes
Una historia de granjeros espaciales. Bonita estética. Se deja ver y no tiene vuelta de tuerca final a no ser que entendamos como tal el hecho de ver que la acción no transcurre en la Tierra. Lo cual realmente es indiferente.

5 - Devorador de almas
Supuestamente una historia de vampiros. Que en realidad acaba convirtiéndose en otra cosa. Tenemos en un principio una excavación en la tumba del mismísimo Drácula con una advertencia sobre el peligro que entraña profanarla. Pero después resulta que Drácula es una especie de monstruo gigante y que ni siquiera es el único con lo cual no queda muy claro que tuviera su propia cámara. Bastante insulsa y no le veo mucho sentido a usar un personaje como Drácula o el concepto de vampiros para lo que al final acabamos viendo.

6 - Yogur al poder
Una historia absurda. A algunos les resulta divertida, a mí no me lo parece.

7 - Más allá de Aquila
La primera de las historias con personajes que parecen personas reales. Interesante el giro final. No el hecho de que todo sea una ilusión creada por esta “araña” monstruosa en su “telaraña” sino el que, a pesar de su aspecto, parece que realmente actúa movida por buenas intenciones. Por lo que vemos, parecer ser que la criatura se apiada e intenta hacer más llevadero lo que les queda de vida a aquellos viajeros perdidos que, sin posibilidad de volver, acaban llegando hasta ella.

8 - Buena caza
Historia interesante, que se deja ver, aunque quizás un tanto apresurada. Quizás lo suyo habría sido que con esta idea se hiciera un largometraje.

9 - Vertedero
Historia en la línea típica de La Dimensión Desconocida. Se deja ver. Sin más.

10 - Metamorfosis (yo habría respetado la traducción literal “Cambiaformas”)
Me encantan los hombres lobo. Pero es como ver un fragmento de una película. No hay un principio ni un final. Te dejan a medias y te quedas insatisfecho.

11 - Mano amiga
Me hace recordar Gravity (2013) de Alfonso Cuarón. Una astronauta en apuros. Ni siquiera es ciencia ficción o fantasía.

12 - Noche de criaturas marinas
Me ha gustado. Una de esas historias que no necesitan explicación en la línea de La Dimensión Desconocida.

13 - Afortunados 13
No me ha encantado, pero entiendo que es una historia que puede gustar. Especialmente a aquellos quienes gusten del cine bélico o ambientación militar.

14 - Zima Blue
El tipo de historia de robots que escribía Isaac Asimov y que uno espera ver en una antología de cortos de robots. Aunque tampoco es para tirar cohetes.

15 - Punto ciego
Una historia de robots que intentan robar un chip que es transportado en una especie de tren. Simplona.

16 - La edad del hielo
Otra historia tipo La Dimensión Desconocida. Algo que simplemente ocurre, sin ninguna explicación. Además, este corto es principalmente imagen real. Se deja ver porque es cortito.

17 - Historias alternativas
Ver morir a un joven Hitler de formas absurdas y sin la menor coherencia en seis distintas líneas alternativas. Supuestamente divertido.

18 - La Guerra Secreta
Soldados rusos en una contienda particular alejados del conflicto con Alemania. En concreto han de enfrentarse a unos demonios que fueron invocados en un principio para que ayudaran al bando rojo pero las cosas no salieron como esperaban. Soldados contra bichos.

Enlace a la Reseña de la Segunda Temporada

viernes, 15 de marzo de 2019

HeroQuest, el Juego de Fantasía Heroica



Ya en el artículo sobre Masters del Universo comenté que uno de los anuncios de juguetes que más me había impactado cuando era niño fue el de HeroQuest, un juego de mesa editado por MB en colaboración con la empresa de miniaturas Games Workshop. El juego estaba inspirado en los juegos de rol y por tanto creo que es necesario, por si alguien no lo sabe, explicar qué son: los juegos de rol son juegos donde uno de los jugadores, al que se suele llamar “el master”, se encarga de dirigir una aventura a base de narrar lo que va aconteciendo a una serie de personajes, cada uno con unas características predefinidas, que son interpretados por el resto de los jugadores. Estos deciden en todo momento qué harán sus personajes ante las situaciones que se van sucediendo y se determina el éxito de sus acciones a base de tiradas de dados según las reglas del juego en cuestión. Así pues, en general, lo que hace falta para jugar a un juego de rol, son los manuales de reglas de ese determinado juego, dados y papel y lápiz para hacer anotaciones puntuales. Y poco más. Todo transcurre en la imaginación de los jugadores. El primer juego de rol y el más conocido es Dungeons & Dragons (Dragones y Mazmorras).

Los Héroes de HeroQuest: el Enano, el Elfo, el Mago y el Bárbaro.

Y es en los juegos de rol como Dungeons & Dragons, que transcurren en mundos de fantasía de espada y brujería, en los que se inspiraba HeroQuest. Pero HeroQuest no era un juego de rol, era un juego de mesa que tomaba elementos de los juegos de rol. Y de esta manera, efectivamente, entre los componentes del juego teníamos, aparte de los dados, un tablero, cartas, etc. Componentes típicos de los juegos de mesa de aquella época. Pero había algo más: un montón de figuritas.

La Gárgola, el Brujo del Caos y uno de los cuatro Guerreros del Caos

En ese aspecto, en cierto modo, HeroQuest tenía algo de juguete, de playset de figuras de acción. Los “peones” que se movían por el tablero no eran los típicos pivotes de colores como en tantos juegos, o representaciones simbólicas como en el caso de los bustos de detectives de los juegos de Cefa, sino que eran pequeñas figuras representado a los héroes y monstruos de los pies a la cabeza. Igualmente, el atípico tablero, que estaba dividido en secciones a modo de habitaciones, no tenía una configuración predefinida que estableciera por donde tendrían que ir los personajes, sino que para cada aventura de las que venían en un librito, se establecía en el mismo donde estaban las puertas, el mobiliario, trampas, puertas secretas, tesoros, etc. De esta manera el escenario de juego siempre era diferente. Y esa fue la magia de HeroQuest, que todo eso que pasaba en la imaginación en los juegos de rol, lo tenías físicamente delante, las mazmorras, los héroes y monstruos “moviéndose” por los pasillos, etc.

Parte trasera de la caja (es de la edición alemana pero la española era igual)

Mis principales referentes en cuanto al género de espada y brujería hasta aquel momento habían sido principalmente la película El Señor de las Bestias (1982), los juguetes de Masters del Universo, los dibujos animados de Dragones y Mazmorras (1983) y, especialmente, los libros de Dungeons & Dragons tipo Elige tu Propia Aventura de Timun Mas. Ya en aquellos libros había anuncios de una temprana edición del juego de rol de Dungeons & Dragons pero nunca lo vi en ninguna tienda y no fue hasta varios años después que no me acerqué por primera vez a los juegos de rol. Volviendo a HeroQuest, lo que vi en aquel anuncio me encantó. Y me cogió justo en esa edad en la que todo el mundo te daba a entender que ya eras demasiado mayor para jugar con juguetes. Me había desprendido de muchos de ellos si no todos y entonces apareció HeroQuest y yo aquellas navidades preguntándome “¿Cómo digo ahora que lo que quiero por Reyes es un juego que trae más de treinta… “muñequitos”? Estimo que tenía unos 14 o 15 años, y a día de hoy me resulta gracioso pensar en el pudor que sentí por algún tiempo a volver a acercarme a cosas que alguien pudiera etiquetar de infantiles.

El resto de los monstruos: Fimir (3) Esqueleto (2) Orco (8) Zombi (2) Goblin (6) y Momia (2)
Son los que se repitieron en las dos primeras expansiones.
  
Me lo trajeron los Reyes, incluso fui yo mismo a por él* y como cualquiera que decide confiar en un producto nuevo pagué las consecuencias: unos años más tarde salió una edición ligeramente ampliada, aunque por suerte la ampliación no era a mis ojos excesivamente importante y probablemente aquella edición resultó algo más cara. Me encantó el juego, sus miniaturas, el concepto del tablero, etc. y jugué partidas cuando pude convencer a alguien para que jugara a aquello, pero la verdad es que no demasiadas, y quizás por ello fue que no puse especial empeño en aquella época en conseguir las expansiones que sacaron. Y es una pena porque llegaron a estar de saldo en algún hipermercado.

Durante un tiempo me dio por intentar aprender a pintar miniaturas y algunas de las figuras sufrieron esa suerte, incluso mutilaciones intentando modificarlas para que no fueran iguales todas las de un mismo tipo. Finalmente, hace unos años, decidí restaurar el juego a su estado original, así que compré a través de internet las piezas que había estropeado. En realidad, alguna no estaba tan estropeada pero ahora tengo muy claro que particularmente no me gusta pintar miniaturas de juegos, me gusta conservarlas tal cual. También aproveché para hacerme con las dos primeras expansiones que salieron, La Torre de Kellar y El Retorno del Lord Brujo, que no resultaron demasiado caras ya que las figuras que traían eran más de las mismas que originalmente traía el propio juego así que eran muy fáciles de encontrar. No pude hacerme, en cambio, con las dos expansiones siguientes, Los Hechiceros de Morcar y Contra la Horda de Ogros, porque al tener miniaturas nuevas, y por tanto escasas, el precio se disparaba. ¡Cómo me gustaría echarles mano a esas dos expansiones!

Los ogros de Contra la Horda de Ogros. De la roja había cuatro, las otras eran únicas.
 
Desde aquella época he jugado a distintos juegos de rol, pero a día de hoy sigo prefiriendo el tipo de juego de mesa al que abrió paso HeroQuest, juegos de mesa con montones de figuritas, de “muñequitos”, de diversas temáticas, pero con sus figuras. También los prefiero cuando el tablero tiene una escala acorde a las figuras en vez de tener casillas que representan en vez de una losa, todo un edificio, por ejemplo. Aunque depende del juego, de la temática, etc. Por ejemplo, tengo un juego, A Touch of Evil, que es uno de estos juegos en los que hay casillas que representan localizaciones, sin embargo, el tablero es una preciosidad, representando un pueblo tipo Sleeppy Hollow (es la inspiración clara) o Salem y cuyas localizaciones representan el típico molino o el puente techado. No habría sido posible un tablero de otra forma. Por cierto, es un juego en el que precisamente eché de menos que, aunque los héroes tuvieran sus figuritas, los monstruos enemigos no.

Volviendo a Heroquest, hoy día puede pecar de ser un juego simplón. De hecho cuando salió poco después para el mercado americano se hicieron correcciones en las reglas para aumentar un poco su dificultad. Además, la versión española tenía alguna que otra errata. A pesar de todo, para los que lo tuvimos en su momento, no ha perdido un ápice de su encanto. Y hay algunas webs de fans en las que se pueden encontrar modificaciones de reglas, nuevos personajes, etc. En concreto si hay una web  destacable para España es heroquest.es. Otra fuente de material muy interesante es yeoldeinn.com, una web donde se recoge información y material escaneado de todas las versiones que salieron de Heroquest por todo el mundo.

Por cierto os dejo enlance al anuncio de TV. Quizás a día de hoy no sea gran cosa pero en aquella época no había ningún juego ni remontamente parecido. Quizás lo mas cercano podían ser juegos del tipo Imperio Cobra, con sus Hombres-Cobra impresos en cartón y con sus peones en forma de bustos de colores.


 
* Y lo mismo eso me salvó de que los Reyes se equivocaran y me trajeran aquella copia pirata llamada Herocult que le trajeron a otros niños... Ya se sabe, los Reyes se lían con estas cosas.

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