domingo, 19 de mayo de 2019

La Censura y Hellboy


Al parecer la película no ha estado obteniendo buenos resultados en taquilla y la productora ha optado por hacer cambios que hagan la película adecuada a un rango más amplio de espectadores a fin de que no se convierta en un completo fracaso económico. Estos cambios consistirían en la eliminación de planos con violencia explícita. Y parece ser que así es como se ha estrenado la película en nuestro país. Por supuesto esta idea ha molestado a mucha gente, especialmente en un país con el pasado de este, donde enseguida salta la alarma de ¡censura! pero… ¿realmente lo es?
 
Cuando en una película o cómic eliminan parte del contenido original con el que iba a contar y especialmente si ese contenido era de carácter sexual o violento de manera casi automática nos vemos retrotraídos a otras épocas cuando efectivamente se acostumbraba, por parte de las autoridades, a eliminar el contenido que consideraban que podían ser pernicioso para el público. Y es normal que sintamos rechazo ante el hecho de que alguien se permita por nosotros decidir, de una manera paternalista, a qué debemos o no tener acceso, qué puede ser o no perjudicial. Pero este no es el caso.
 
Y es que, para empezar, lo que ha motivado eliminar esas escenas no ha sido ese ejercicio de celo de la moralidad que se da en otros casos. No ha sido el decidir que lo que se estaba ofreciendo no era apto para el público al que iba dirigida la película sino, como decíamos más arriba, precisamente cambiar ese público objetivo. Y esto ha sido hecho por motivos económicos. Por ninguna otra razón.


Podríamos considerar que efectivamente se trata de censura si pensamos que se está coartando la visión original del director, pero creo que eso sería algo ingenuo: esto no es cine de autor precisamente. Una película como esta no es como una película independiente que un director o guionista lleva a una productora sino todo lo contrario: la productora decide que quiere hacer una nueva película de Hellboy y busca a alguien que se la haga. La productora, desde el principio, supervisa el producto que se está haciendo y quiere vender. Incluso tienen pases de prueba para ver qué le gusta o no al público1 y arreglarla según los resultados. Y no pasa nada. Incluso es posible que el mismo director haya estado de acuerdo con los arreglos. Es algo que ha pasado, por ejemplo, con Star Wars: Rogue One y a mi me parece una buena película.
 
También habría que preguntarse por qué la película tenía originalmente esas escenas. Porque probablemente la respuesta igualmente sería “dinero” con lo cual aún más razonable sería esta decisión de última hora. Desde el éxito de Deadpool parece que hay cierta apetencia de películas con una calificación de edad para público adulto y ello podría haber motivado que originalmente se hubiera optado por ella con la esperanza de que fuera un taquillazo. Pero… ¿realmente es necesaria esa violencia explícita para la historia que vas a contar? Y es que, si no lo es, y solo se metió para atraer al público con esa expectativa de “película para adultos” – sí, entre comillas – entonces está más que justificado que en el momento que han visto que estaban perdiendo dinero hayan cambiado de opinión.

1 Recomendaría Algo pasa en Hollywood (2008) de Barry Levinson, protagonizada por Robert DeNiro. Quizás no sea una gran película pero es interesante ver los entrecijos de la industria. También en la estupenda El Juego de Hollywood (1992) de Robert Altman y protagonizada por Tim Robbins hay algunas escenas en las que vemos que acaba ocurriendo con lo que en un principio va a ser la producción de una película de autor...

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