viernes, 15 de agosto de 2014

La Máscara: El Retorno / The Mask Returns

Conocí al personaje, como todo el mundo por estos lares, por la película. Y la verdad es que me gustó bastante en su momento, excepto por unos pocos detalles que me parecían ridículos como la reacción de los gamberros en la escena de los globos o todas aquellas en las que se rompe el cuarto muro. No se había hecho antes nada así, los efectos especiales digitales eran increíbles, Cameron Díaz era increible, y para mi fue una suerte no tener conocimiento previo de Jim Carrey – no había visto Ace Ventura – con lo cual atribuí al personaje la pantomima habitual del actor. Probablemente no habría resultado tan fresco de haber sido de otra manera.

Entonces Norma Editorial, para aprovechar el tirón, editó en castellano la miniserie La Máscara: El Retorno (The Mask Returns). Normalmente no me llaman la atención los comics protagonizados por personajes violentos que usan ametralladoras, violencia gratuita o donde sale sangre por doquier pero La Máscara me gustó. Por la trama, por el dibujo y por la idea de que el protagonista no era un solo personaje sino cualquiera que, eventualmente, pudiera colocarse la máscara. Por si a alguien se le escapa a estas alturas, la versión de la película es bastante descafeinada, si bien hay que tener en cuenta que el personaje varía según quien porta la máscara.

Las estupendas portadas de La Máscara: El Retorno (The Mask Returns)

La miniserie, escrita por John Arcudi, trata una historia de policías y mafiosos, donde un don nadie, que trabaja para una de estas familias, se hace accidentalmente con la máscara, dándole un vuelco a su situación dentro del crimen organizado de la ciudad… aunque a mitad de la miniserie acabará perdiendo la máscara. El comienzo de la segunda mitad empieza con un flashback que durante seis escasas pero preciosas páginas cambia el escenario para mostrarnos una aventura con reminiscencias de aventuras a lo Indiana Jones, con ritos tribales, junglas, magia, vudú… En ese momento entiendes, mejor que en cualquier otro, que la protagonista es la máscara, el objeto mágico por el que se pelean todos, y que sus historias no tienen porque estar delimitadas dentro de un género o escenario: la historia de mafiosos solo es el marco actual. Acto seguido volvemos a la historia de mafiosos con otro portador, portadora en este caso, de la máscara,  enfrentándose a un psicópata y asesino a sueldo, un juggernaut llamado Walter. Sin embargo, en este caso, la motivación de Walter no será el dinero. Walter se acabará convirtiendo en el archienemigo de la máscara, el objeto, sin importarle quien la lleva hasta el punto de ignorar a la persona cuando esta se quita la máscara. Tampoco tiene el más mínimo interés en conseguir la máscara para sí mismo.
 
Páginas de La Máscara: El Retorno.
Dos de las prometedoras páginas aventureras de La Máscara: El Retorno.

La Máscara es un personaje creado por Mike Richardson aunque en su diseño definitivo y despegue no se puede obviar el buen hacer de Dough Mahnke, como dibujante, y los guiones de John Arcudi. Me gusta el dibujo de Mahnke, lo veo muy apropiado para el tipo de historia que cuenta y su diseño del personaje es simplemente genial. Especial mención a las portadas del segundo y tercer número, las cuales me encantan, por el dibujo de Mahnke y el uso del color.

Como el propio título indica, la miniserie era continuación de otra, The Mask, también de cuatro números, la cual a su vez continuaba la historia original, un número único llamado The Mask Mayhem. Nada de esto se ha publicado en España. Quizás en Norma pensaron que Returns era la saga más atractiva de cara a atraer lectores y, en caso de que funcionara, publicar posteriormente ese otro material, pero eso nunca llegó a ocurrir. Todo el material que posteriormente publicó Norma se limitó a especiales de uno o dos números donde La Máscara compartía protagonismo con algún personaje que vendiera más como el Joker o Lobo, ambos de DC Comics.

Imagen comparativa de Walter y el actor Larry Drake
Walter me recordaba al actor Larry Drake, el malo de Darkman (1990).

Una pena porque tras The Mask Returns hay unas cinco miniseries. Lamentablemente solo la primera de ellas, The Mask Strikes Back, cuenta con los autores originales, pero al menos parece que los sucesivos artistas intentaron ser fieles al diseño de Mahnke. Quizás la gran pega que le veo es que se han mantenido en la línea del personaje macarra dejando de explorar otras ideas como, por ejemplo, la que apunto arriba, la del flashback, con aventuras en lugares exóticos y misteriosos.

Sería interesante, ahora que están más de moda que nunca las adaptaciones del comic, una serie de televisión de The Mask en imagen real respetando el espíritu del comic. Podría ser algo al estilo de tantas series como El Fugitivo, El Increible Hulk, etc. solo que ni siquiera repetiría un actor principal, solo la máscara. No sé, capítulos autoconclusivos o tramas de dos o tres episodios como máximo, con diferente reparto, incluso género... podría estar muy bien.

En cualquier caso, y volviendo a los comics, estaría bien que Norma Editorial se animara a publicar en España – en tamaño comic book, por favor – todo ese material inédito, especialmente cuando todo él se encuentra recopilado en USA en dos volúmenes Omnibus*, que lo llaman los americanos.

*En España, un ómnibus es un autobús
.

domingo, 10 de agosto de 2014

Penny Dreadful

Nota: El siguiente artículo de opinión contiene spoilers del contenido de la primera temporada de la serie.

Hace unas semanas terminé de ver la primera temporada de esta serie y la verdad es que me ha sido terriblemente decepcionante. Y lo digo con pena porque la serie tiene un muy buen reparto y una gran ambientación pero a los que no sabe sacarle provecho.

Un gran reparto donde destacan especialmente Timothy Dalton y Eva Green.

En general el desarrollo de la trama transcurre pesadamente, cuenta  poco, y a veces el guión busca una grandilocuencia y sofisticación innecesaria, como buscando que el espectador se sorprenda con cosas que se ven venir a leguas o con frases que buscan que piense “que guay es este personaje”. Algo en esa línea, y que me aburre en general en las producciones americanas, es el concepto de “el elegido”, aquí la elegida Vanessa Ives: no es necesario todo ese rollo de fin del mundo vampírico como si el maestro vampiro – presumiblemente Drácula – no fuera de por sí bastante amenaza. 

Como digo, el desarrollo se me ha hecho lento y de hecho hay un par de episodios de los cuales gran parte de su contenido, en mi opinión, sobra y lastra el ritmo de la serie. El primero de ellos es la historia de La Criatura, cuya narración resulta, por un lado, artificial y forzada en el momento y, por otro, un tanto inverosímil. Lo mismo ocurre con el episodio dedicado al pasado de Vanessa, el cual interrumpe la historia con unos hechos que deberían haber sido expuestos a través de los diálogos entre personajes y, quizás, unos pocos pequeños flashbacks.

Hay que tener en cuenta que, probablemente intentando no parecerse demasiado al comic La Liga de los Caballeros Extraordinarios de Alan Moore, cuya influencia es obvia, se trastocan los nombres de los personajes. De esta manera Vanessa Ives hereda el carácter de la Mina Murray de los comics de Moore y Mina Murray queda relegada al ocupar el lugar que en Drácula, la novela, ocupa Lucy Westenra.

Una pena que argumentalmente no esté a la altura del reparto o la ambientación.

Personalmente me gusta más que en este tipo de pastiches se respeten los personajes originales cuanto más mejor, en vez de reinventarlos. En ese sentido, y partiendo de cómo quedan configurados los personajes en la serie, creo que lo ideal habría sido conectarla al final de la novela de Stoker. De hecho prácticamente lo plantean así pero, desde mi punto de vista, cometiendo tres errores fatales que de haberse evitado podrían haber mejorado bastante el resultado final. Los dos primeros están conectados y básicamente son haberle dado poca relevancia al personaje de Mina y no haber mencionado en algún momento – tan solo eso – a Lucy Westenra. El tercer error no tiene disculpa posible: un Van Helsing incomprensiblemente desaprovechado y más aún teniendo a un actor como David Warner encarnándolo.

En la misma tónica igualmente creo que se debería haber conectado la serie al Frankenstein de Mary Shelley: La Criatura clamando venganza debería haber sido una mucho mas escarmentada, la que hay hacia el final del libro, incluso tras haber vivido el episodio de la prometida… ¿quizás reclamando una segunda prometida? ¡Después de todo Victor lo ha vuelto a hacer! Lamentablemente eso, que después de todo solo es una opinión mía de cómo se debería haber enfocado, no es el fallo que le veo a la trama de Frankenstein sino el hecho de que La Criatura tiene en todo momento un comportamiento moralmente incoherente y bastante contradictorio. Para mí es una trama que falla desde el momento en que regresa La Criatura.  

El final de la temporada en la línea de los episodios que lo preceden, sin que llegue a importar demasiado el destino de Mina o de su captor. Tiene una única sorpresa final, de la cual se dan pistas a lo largo de toda la temporada pero que personalmente yo veía venir desde la primera escena del segundo capítulo. Una pena también que los detectives de Pinkerton no se usaran para otra cosa que desvelar dicha sorpresa.

Como dije al principio lo mejor son los intérpretes, empezando por Eva Green y Timothy Dalton con un personaje que remite al Allan Quatermain de, nuevamente, La Liga de los Caballeros Extraordinarios. Buen trabajo también por parte de Harry Treadaway (Víctor) y Josh Hartnett (Ethan Chandler) y es que en general el reparto es muy bueno.

En fin, una lástima, esperemos que la segunda temporada resulte mejor.

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