viernes, 10 de mayo de 2019

El Extraño Caso del Dr. Banner y el Increíble Hulk



El Increible Hulk siempre ha sido mi personaje Marvel favorito, seguido por Spider-Man y Los 4 Fantásticos. Recuerdo claramente cómo lo descubrí, cuando estaba en preescolar, gracias a un cromo que tenía algún otro niño y cómo así supe de la serie de Bill Bixby y Lou Ferrigno que por entonces emitían aquí en España los domingos en la segunda cadena. Recuerdo también los minicomics que venían en los pastelitos de Cropán. Después de ello tuve comics sueltos, principalmente de la editorial Bruguera, hasta que pude empezar a seguir al personaje a través de las publicaciones de Forum. Y así hasta el día de hoy.

Algo que he lamentado durante todo este tiempo ha sido ver como parece no haber un consenso claro sobre cómo enfocar al personaje. Por ejemplo, en su primera aparición prácticamente actúa como un Bruce amnésico. Con el tiempo se establece el estándar, a grandes rasgos, de lo que será el personaje, el "Hulk aplasta” verde, que con frecuencia es tratado como una doble personalidad separada de la de Bruce. A pesar de lo cual, según la interpretación de los distintos autores, encontraremos diferencias sobre si conserva recuerdos de una identidad a la otra, si es más o menos inteligente, sobre cómo se dispara la transformación, etc. Todo esto hace que no quede tan claro que realmente estemos hablando de una doble personalidad o de una alteración en la conducta del propio Bruce. Por otro lado, otros guionistas no se conforman con esta idea de la doble personalidad y la amplían a un trastorno de personalidad múltiple según el cual dentro de Bruce habría distintos Hulks. Si en un principio estos Hulks distintos eran físicamente diferenciables (Hulk Verde, Hulk Gris, Profesor Hulk…) a la larga esto no ha hecho sino dar pie a que, aunque distintos autores estén trabajando con un mismo Hulk, el distinto enfoque por parte de cada autor se adjudique bastante gratuitamente a una personalidad distinta. Así lo podemos seguir durante un tiempo y ver como su inteligencia y personalidad varía sin razón justificada. Y si esto pasa con Hulk, peor ocurre con la parte “sosa” del personaje, Bruce, con quien algunos guionistas directamente no saben qué hacer más allá de esconder dentro a Hulk. En general el resultado me parece bastante chapucero y particularmente no puedo entender que Marvel no establezca de manera firme un canon sobre el personaje. A continuación, voy a exponer cual debería ser, en mi opinión, el enfoque correcto.
 
Mr. Fixit, el Hulk gris, más inteligente, no tan grande, y menos fuerte.

El concepto de la doble - o múltiple - personalidad de Bruce es un error heredado en su origen de la influencia obvia y declarada del personaje: la novela El Extraño Caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de Robert Louis Stevenson. Aunque la idea general que ha quedado, especialmente a raíz de las distintas adaptaciones cinematográficas, es que se trata de la historia de una persona que se transforma en otra, una buena en una mala, la realidad de la novela no es esa. El brebaje del no tan buen doctor no lo transforma en otro individuo, sino que lo despoja de la represión a la que se encuentra sometido por su posición social y la época en la que vive. Evidentemente hay un cambio en la forma de actuar - Jeckyll en todo momento lamenta lo que hace como Hyde - pero no constituye otra entidad diferenciada: Hyde es Jeckyll liberado y de hecho cada una de sus identidades en todo momento recuerda sus experiencias como su alter ego.

Este mismo enfoque, en mi opinión, es el acertado con Hulk. Bruce no tiene, estrictamente hablando, una doble - o múltiple - personalidad. Ya podemos apreciar algo de ello en el primer número de El Increíble Hulk escrito por Stan Lee pero el punto álgido en la construcción del personaje nos lo da el escritor Bill Mantlo en el estupendo The Incredible Hulk nº 312. En él nos cuenta el auténtico origen del monstruo, y que habría tenido lugar mucho antes de la exposición a los rayos gamma. Nos habla de la infancia de Bruce con un padre que lo odiaba. Nos habla de miedo, de soledad y de sentimientos reprimidos que acabarán formando el carácter introvertido de Bruce. En ese mismo número, saltando al futuro, a los acontecimientos que ya nos expusiera Stan Lee en el primero de su cabecera, somos testigos del manifiesto rechazo de Bruce, como hombre de razón, a las injusticias y al uso de la violencia, y de la evidencia, a través de los enfrentamientos con personajes como su ayudante Igor y, sobretodo, con el déspota General Ross, de que la represión e impotencia ante figuras con una ideología totalitarista ha debido ser una constante durante toda su vida: la semilla de lo que es Hulk siempre ha estado ahí, no es algo creado por la bomba gamma sino la ira reprimida de Bruce.


Así pues, tal como yo lo veo, Hulk es Bruce enfadado. O quizás debería decir liberado. Solo siendo Hulk, Bruce se permite a si mismo gritar "¡basta ya!", no en vano el gigante esmeralda se jacta de ser "el más fuerte que hay", lo cual no significa en realidad otra cosa que el hecho de que nada ni nadie puede ya hacerle daño ¿acaso no ha dejado claro en un infinito número de veces que solo quiere que lo dejen en paz?

El comportamiento de Hulk es primario, pero no deja de ser Bruce, simplemente la ira le ciega y eso congestiona su capacidad - y ganas - de racionalizar de manera compleja, de concentrarse e incluso de expresarse. No es ficción, es algo que realmente ocurre cuando estamos enfadados y en mayor grado en personas que padecen represión de la ira. A pesar de todo lo cual, su alineación moral sigue siendo la misma, recuerda perfectamente quien es la amenaza, a quien debe proteger y, en definitiva, qué está bien y qué está mal. Su violencia tiene como objetivo destruir la fuente de dolor.

Lo que le ocurrió a Bruce cuando se vio expuesto a la explosión gamma, como suele ocurrir en los tebeos de superhéroes, fue que consiguió superpoderes. Solo que, en su caso, para acceder a estos superpoderes, necesita un catalizador. Y la forma en que Bruce reprime su frustración hace que eventualmente acabe teniendo explosiones de ira en las cuales, casualmente, es donde aparece ese catalizador. Se dispara la metamorfosis y con el estrés de esta, a su vez, se terminan de resquebrajar las barreras represoras en la mente de Bruce.


El catalizador está estrechamente vinculado con la ira: Bruce no se transforma en un monstruo iracundo, sino que primero aparece la ira y por ello se transforma. Con lo cual Bruce no debería convertirse en Hulk por el mero hecho de tener acelerado el ritmo cardíaco, por correr o estar nervioso, que es algo que algunos guionistas parecen obviar. De hacerlo, con solo ponerse a correr por el parque, Bruce podría cambiar, volverse verde... ¡y seguir siendo Bruce! No habría ninguna razón para que una vez verde estuviera enfadado si no lo estaba antes.

¿Significa que Bruce solo puede transformarse a través de la ira? No, en realidad, debería poder hacerlo sin ayuda de la ira. Para apoyar esta idea, de hecho, encontramos que la ira no está presente en otros muchos irradiados gamma como Doc Samson, El Líder, La Abominación o Hulk Rojo. La excepción sería Hulka en sus primeros años y no solo acabó aprendiendo a controlar la transformación sin que la ira estuviera presente sino que optó por permanecer transformada de manera continuada. El propio Bruce durante ciertas épocas ha adoptado otras formas de Hulk en las que, de un modo u otro, mantenía distintos niveles de control: Mr. Fixit o Profesor Hulk. Es decir que o bien se puede acceder a ese catalizador sin que la ira esté presente o bien hay otros posibles catalizadores.

Tal como yo lo veo, en cierto modo la relación de Bruce con sus superpoderes sería similar, pero a la inversa, a la de Ben Grimm, La Cosa. Creo recordar que fue John Byrne quien estableció que Ben, al igual que los demás integrantes de Los 4 Fantásticos, habría tenido originalmente la capacidad de activar y desactivar sus poderes a voluntad y que si nunca había podido revertir a su forma humana era por una razón psicológica. Pues bien, a Bruce le ocurre algo similar, es incapaz de activar a voluntad sus poderes gamma. Solo lo consigue a través del catalizador que aparece durante un episodio de ira.

La encarnación conocida como "profesor". Hulk con la inteligencia de Banner y con el ego algo subido.
 
¿Qué es lo que tenemos cuando Hulk se manifiesta? Hulk no tiene un comportamiento ofensivo sino defensivo. Si, Hulk aplasta, aplasta a lo que le hace daño a él o a sus amigos, pero no se puede obviar que en esos momentos Bruce es un juggernaut de mal humor. Son inevitables los daños colaterales pero, a pesar de ello, en general, todo suele limitarse a daños materiales. Es algo en lo que algunos autores han insistido, en que, a pesar de todo, del caos que provoca Hulk, en el fondo controla la situación: no hay bajas. Tal así la cosa que, si no recuerdo mal, la etapa de Bruce Jones partía del hecho que Bruce se sentía culpable porque un niño había muerto por culpa suya. Luego se aclaraba que eso no había pasado. En el mundo real sería imposible que algo como Hulk arrasara una ciudad sin que inevitablemente acabara habiendo víctimas, pero en la ficción de los comics sirve para subrayar el hecho de que Hulk, a pesar de todo, no es uno de los malos.

Y cuando Hulk vence a los malos, Hulk se va. Busca tranquilidad, algún lugar donde los débiles humanos lo dejen en paz. Y es el trágico destino de Hulk, el de que cuando empieza a encontrar esa paz, cuando se calma en algún lugar alejado del mundo del hombre... vuelve a ser uno, vuelve a ser Banner, alguien con una mente mucho más complicada que la que tiene cuando es Hulk, y a la que paradójicamente lo primero que atormenta en esos primeros momentos tras el cambio es qué ha hecho siendo Hulk. Es fácil de entender que Hulk - es decir, el Bruce invulnerable - odie volver a ser el debilucho Banner, el Bruce vulnerable. Hulk es "el sitio más seguro del mundo" a donde Bruce puede huir, también es el más confortable, donde su mente está más relajada, en contraposición a la compleja mente de Banner, que, como hombre de razón, en busca siempre de una postura más lógica, razonable, diplomática, acaba siendo reprimida ante la tiranía de personajes como el General Ross.

Breve escena del Hulk de Ang Lee que realmente transmite la paz y libertad que Bruce/Hulk ansía

Cuando es Bruce, odia en lo que se convierte cuando es Hulk. Y como Hulk odia en qué se convierte cuando es Bruce. No es una doble personalidad sino una alteración de la misma, un cambio de perspectiva, una evaluación distinta de la situación, de la misma forma que se da en cualquier persona bajo un ataque de ira, los efectos del alcohol o las drogas o cuando se padece una depresión, por poner algunos ejemplos.

Si hablamos de las adaptaciones en imagen real, a pesar de las enormes diferencias que había en la serie de TV de Bil Bixby y Lou Ferrigno, en realidad el trasfondo psicológico estaba muy bien enfocado. También ocurre con Hulk (2003) de Ang Lee que, de hecho, se basa principalmente en el mencionado número 312 de Bill Mantlo. Sin duda hay cosas en la película que la perjudican, pero en general el enfoque es el adecuado y me parece que aporta cosas esenciales para entender el personaje que se echan en falta en otras versiones.

La película salió perjudicada frente a un público que quizás demandaba menos trasfondo psicológico y más “Hulk aplasta”. Y eso es lo que tuvimos en la siguiente versión, El Increíble Hulk (2008), protagonizada por Edward Norton y primera aparición del personaje en el UCM. Particularmente, el diseño del personaje me pareció horroroso pero una vez más el enfoque era correcto en general. Excepto el absurdo, como hemos comentado anteriormente, de que Bruce no pudiera permitir que su pulso subiera, que no pudiera tener relaciones sexuales o simplemente correr. No tenía mucho sentido.

Es en las películas del UCM donde el enfoque tiene altibajos incluso en una misma película. Por ejemplo, en Los Vengadores (2012) en ocasiones se comporta como un cachorro gigante y otras tenemos momentos geniales como ese “Dioses a mí…” tras la paliza a Loki. Lamentablemente en Vengadores: Infinity War (2018) el enfoque es definitivamente el de doble personalidad. Y sin entrar en spoilers, sobre el enfoque que se le da en Vengadores: Endgame (2019), me limitaré a decir que lo veo correcto en la línea de cierta posibilidad que hemos contemplado más arriba.

2 comentarios:

  1. No crees que en Vengadores: Infinity War (2018) el enfoque es que el miedo u otro sentimiento le impide sacar el Hulk de dentro sin que se toque el tema de doble personalidad?.

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    1. Es que expresamente vemos a Bruce hablarle a Hulk y a este manifestarse brevemente para decir que no, que no sale. Aunque sería posible interpretarlo como metáfora del conflicto interno, teniendo en cuenta que la interpretación de la doble personalidad es demasiado popular lo más probable es que efectivamente sea la que le dan los hermanos Russo. Pero es que además no tiene sentido que Hulk tenga miedo y Bruce se enfuende la Hulkbuster para la lucha sino es porque se está tratando como dos personalidades distintas.

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