viernes, 24 de julio de 2020

Cuentos del Mono de Oro

Jake y Jack

Hace un par de meses o así he vuelto a ver esta serie, una de aquellas que marcaron los veranos de los que fuimos niños a principios de los 80s. Se trata de una serie de aventuras de corte clásico, realizada en 1982 aprovechando el éxito de En Busca del Arca Perdida (1981), que, sin embargo, tiene sus propias marcas de identidad. Y es que, aunque nos sitúa en la misma época, y tenemos algún que otro villano nazi, la ambientación es muy particular.

El protagonista es Jake Cutter (Stephen Collins), un piloto de hidroavión que se dedica al transporte de mercancías entre las islas del Pacífico Sur y que siempre va acompañado de su perro Jack (que lleva un parche, porque le falta un ojo) y su mecánico Corky. Las distintas aventuras tienen como marco el ficticio archipiélago de las Marivellas y, particularmente, la isla de Bora Gora (inspirada en Bora Bora), donde Jake tiene su base de operaciones.

El escenario principal es el bar regentado por “Bon Chance” Louie (Roddy McDowall), administrador de Bora Gora y amigo de Jake. En dicho lugar se dan cita personajes principales como la chica de la serie, Sarah White (Caitlin O'Heaney), una espía norteamericana que, como tapadera, trabaja como cantante en el bar o personajes recurrentes como el reverendo Willie Tenboom, un espía nazi en realidad, pero que parece contento estando en un lugar tan retirado y que, contra todo pronóstico resulta hasta simpático dando pie a situaciones divertidas, especialmente aquellas que tienen que ver con “evangelizar” a las nativas… En general, el bar, y el hotel aledaño, como lugares de paso, propician que conozcamos a los personajes secundarios que darán lugar a la trama de los distintos capítulos, a menudo requiriendo los servicios de Jake y su hidroavión, y que incluyen toda clase de viajeros, espías, soldados, contrabandistas, etc. Otro personaje recurrente que no debemos olvidar es a la princesa Koji (Marta DuBois), la belleza exótica - mestiza japonesa - que legisla la parte de las islas que pertenecen al Japón.

Reparto principal de la serie

La serie empieza con un episodio piloto doble (lo habitual en la época) en el cual se nos habla de la leyenda sobre una de las islas en las cuales habría un ídolo con forma de mono, hecho completamente de oro. Aunque la trama del episodio tiene su conclusión, da pie a pensar que en algún momento futuro se volvería a ella. Incluso el título de la serie parece hace pensar en ello, no tendría sentido de otra forma. Sin embargo, esto nunca llegó a ocurrir, aunque probablemente se debiera a que la serie solo contó con aquella primera temporada, tras la cual quedó cancelada. Al parecer la serie resultaba demasiado cara para la audiencia que tenía. Por cierto, en este primer episodio, Louie fue interpretado por el actor Ron Moody (Dentro del Laberinto, la serie) .

No nos engañemos, la serie es producto de su época, y, por tanto, no vamos a negar que con frecuencia las tramas son algo simplonas y, hasta en alguna ocasión, algo fantasiosas en el peor de los sentidos: hay un episodio en el que aparece una tribu Watusi cuyos ancestros habrían llegado al pacífico trasladando el tesoro del Rey Salomón. Y hay otro con un culto egipcio. Sin embargo, la serie en general, tiene alicientes que la hacen muy especial, empezando por la ambientación en las islas del pacífico, la época, que efectivamente evoca a las aventuras tipo Indiana Jones o el romanticismo de Casablanca (1941) - de hecho, en el piloto suena As Time Goes By – o incluso el propio hidroavión resultaba un elemento exótico.

El hidroavión.

Y por supuesto, lo que principalmente hace que la serie funcione, es el carisma de algunos de los personajes principales empezando por el de Stephen Collins, Jake, y el Louie de Roddy McDowall (¿A quién puede no caerle bien McDowall?) o ese Jack, el perro con parche porque Jake se jugó su ojo falso, una piedra preciosa, a las cartas y está a la espera de poder recuperarlo. También resulta curioso ver a actores y actrices que más tarde se hicieron populares como Kim Cattrall o Faye Grant (El Gran Héroe Americano, V)

Habría estado bien que la serie continuara. Pero bueno, tenemos esta primera temporada que sigue siendo muy entretenida hoy día, precisamente por todo eso que digo arriba que la hace especial. Desde luego muchos, quienes la vimos en aquel verano de los 80s, la recordamos con cariño y ya digo que a mi particularmente en una revisión se me ha hecho entretenida, sin más, pero interesante. Por cierto, siempre he pensado que la serie de Disney Aventureros del Aire (1990), protagonizada por los personajes de El Libro de la Selva (1967), estuvo inspirada directamente en esta serie. 

Arte promocional


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