sábado, 16 de noviembre de 2024

Viajes en el Tiempo: Terminator 2. El Juicio Final

John Connor conoce al T-800


Este artículo, como todos los de esta serie dedicada al análisis de los viajes en el tiempo en el cine, por razones evidentes, contiene spoilers de toda la trama. Además, es necesario conocerla más o menos bien para una plena comprensión del artículo. Por todo ello, recomiendo no leer el artículo si no se ha visto antes la película. El análisis de la primera película aquí: Viajes en el Tiempo: Terminator

De todas las películas de la saga, Terminator 2: El Juicio Final (1991) es la favorita del público en general. Es una película mucho más grande que la anterior, y que cambia el enfoque casi de película de terror de aquella por el de gran película de acción, buscando en todo momento ser lo más espectacular posible, y reivindicar a Arnold Schwarzenegger como gran estrella del género. Y todo esto, no cabe duda. lo consigue.

Particularmente yo le veo dos pegas. La primera es que, pese a todo, no deja de ser una suerte de remake de la historia original con un mismo esquema que repetirán casi todas las demás secuelas que le sucederán. La segunda, que es la que nos atañe en este artículo, es que su tratamiento del viaje en el tiempo es irregular, casi compromete la historia de la película original, y que no caiga en incoherencias parece más un resultado algo casual y no, desde luego, el de una cuidada planificación.

Y es que la primera Terminator fue concebida como una película auto conclusiva. La narración en off que nos servía de prólogo decía literalmente “pero no se libraría la batalla final en el futuro, se libraría aquí, en el presente, esta noche…”, lo que le daba una gran relevancia a lo que en ella se contaba. Sin embargo, el prólogo de Terminator 2, con voz en off de Sarah Connor (Linda Hamilton), comienza aportando nuevos datos que diluyen dicha relevancia y complican la coherencia que debería haber entre ambas películas:

“La computadora que controlaba las máquinas, Skynet, envió a dos terminators a través del tiempo, su misión destruir al líder de la resistencia humana, John Connor, mi hijo. El primer terminator fue programado para destruirme en el año 1984, antes de que naciera John, fracasó. El segundo fue enviado para destruir al propio John cuando aún era un niño. Igual que antes, la resistencia pudo enviar un solo guerrero, un protector para John. La única incógnita era cuál de ellos llegaría antes a él.”

Sarah Connor

El enfoque de esta narración parece dar a entender que, tras el fracaso del primer terminator en su intento de matar a Sarah, Skynet habría enviado a este segundo terminator a matar a John. Pero esto no es coherente con el planteamiento de cómo funcionan los viajes en el tiempo que se estableció en la primera película, es decir, el de la paradoja cerrada. A Skynet le habría sido imposible cambiar su pasado, alterar la sucesión de acontecimientos de su propia línea temporal y, por tanto, no puede, tras enviar al terminator, obtener una respuesta que le indique que el primer terminator ha tenido éxito o ha fracasado. Más allá del hecho de que, tras enviarlo, absolutamente nada ha cambiado, cosa que sí es cierto que podría interpretar como señal de fracaso. Pero, como ya comentamos en el artículo sobre la película anterior, la propia Skynet probablemente habría anticipado la futilidad del mero hecho de intentar cambiar el pasado.

Así que el envío de un segundo terminator no podría haber estado condicionado por el resultado del primero, sino que Skynet habría enviado a los dos terminators de manera independiente, cada uno con su propio objetivo, el uno tras el otro. Y no solo eso, sino que ni siquiera habrían sido enviados en el orden que Sarah expone en su narración.

Nos hemos referido a los terminators enviados por Skynet como primero o segundo en función del orden en el que aparecen en las películas, es decir, en el orden en que van llegando desde el futuro. Y cuando vemos la primera película damos por sentado que si Skynet ha enviado al terminator a matar a Sarah Connor en 1984 es porque es la mejor opción que tiene para matar a John antes de que se convierta en el héroe que la derrotará. Pero con Terminator 2 esto cambiaría por completo por dos razones: Skynet sabe dónde y cuándo localizar a John, y porque destina a ello un terminator de un modelo superior: el T-1000. Así que ahora debemos interpretar que Skynet habría enviado primero al T-1000 a destruir al joven John Connor, y luego como refuerzo a su plan, a un T-800 a matar a Sarah. ¿Cómo quedaría justificado que no hubiera enviado a otro T-1000 a matar a Sarah? Bueno, eso es sencillo, sabemos, por el propio Kyle en la primera película, que la serie T-800 era nueva. Podemos asumir entonces que Skynet solo tendría un T-1000 que sería un prototipo.


Y el gran problema de todo esto es que es algo que podemos deducir o imaginar en función de la información que se da en la primera película y de cómo funciona el viaje en el tiempo en ella. Que ya dijimos que era ejemplar. Pero realmente en este prólogo de Terminator 2 no solo no hay una explicación explícita de todo esto, sino que, como dije más arriba, induce a pensar que el viaje en el tiempo funcionaría de otra forma. La única razón en este punto, para darle un voto de confianza a James Cameron, y pensar que sabía lo que estaba haciendo, es el hecho de que este prólogo es narrado por la propia Sarah, que hace referencia a los terminators como primero y segundo desde la perspectiva de su propia experiencia. Y, como dijimos en el artículo anterior, lo que un personaje en una historia sobre viajes en el tiempo piense y exponga sobre cómo funcionan estos, no necesariamente se corresponde con cómo lo hacen realmente en dicha historia. Si la voz en off de ese prólogo hubiera sido la de un narrador omnisciente, se habría cargado por completo la coherencia de la película y delataría que James Cameron no sabía que estaba haciendo.

¿Por qué cuestiono la posibilidad de que James Cameron supiera lo que estaba haciendo? Porque no solo es este prólogo en sí, sino que hay una idea base que está presente a lo largo de toda la película: “El futuro no está establecido. No hay destino, solo existe el que nosotros creamos”. Y no es así. No según las bases establecidas en la primera película sobre cómo funcionaba el viaje en el tiempo y, por tanto, tampoco debería ser como funcionara en esta. No tendría sentido que la física de este universo, de repente, empezara a funcionar de otra forma.

En realidad, parte de esa línea de guión, en iglés “the future is not set”, ya estaba presente en la primera película, en el mensaje de John que Kyle le daba a Sarah, pero, como aquello otro de “un posible futuro”, se decía de pasada, no se le daba peso, y simplemente se podía tomar como que era la idea que los personajes tenían de cómo funcionaba el viaje en el tiempo. Y que es algo que, más allá de formularlo oralmente, va implícito en la propia idea de tener que salvar a Sarah. Es necesario que los personajes crean eso, que el futuro puede cambiar y que, por tanto, el terminator puede matar a Sarah. Y tal como está escrita aquella primera película, subrayando sutilmente lo que los personajes creen, enriquece la narrativa. Si es que Cameron las añadió siendo consciente de lo que era trabajar con una paradoja cerrada.

Miles Dyson y su esposa.

Efectivamente en esta segunda película esa idea podría, igualmente, funcionar como motivación para que los personajes actúen. Sin embargo, se insiste tanto en esa idea, especialmente en la narración en off por parte de Sarah, presente durante todo el metraje, que casi adquiere ese peso que tendría ese narrador omnisciente que mencionábamos, lo cual resultaría incoherente. E insisto una vez más, lo que salva la película de que podamos tacharla como fallida como historia de viajes en el tiempo es que, por suerte, no deja de ser la voz de Sarah.

Aunque la cosa va más allá. Y es que esta idea, originalmente, era rematada por una escena final, que incluso fue rodada, y en la que se veía a una Sarah Connor anciana, en un parque, en un futuro en el que efectivamente habrían evitado el Día del Juicio Final. Lo cual no tiene ningún sentido. No sé si por suerte, o porque Cameron se dio cuenta de esto tras haber rodado toda una película cuya coherencia se tambalea, que esa escena fue eliminada del corte final, con lo cual la coherencia acaba salvándose por los pelos.

Particularmente, la admito sencillamente como correcta en su tratamiento del viaje en el tiempo porque, después de todo, al final las incoherencias se quedan en lo que los personajes dicen, y una vez eliminada la escena final con la Sarah anciana, nada en los acontecimientos comprometen la coherencia. Y, una vez más me repito, realmente no es que los personajes en una paradoja cerrada no tengan libre albedrío, sí que toman sus decisiones, simplemente sabemos de antemano a donde, inexorablemente, les van a llevar. Me gustaría pensar que James Cameron entendía esto y así es como lo enfocó, pero, como hemos visto, me temo que es muy cuestionable.

La anciana Sarah Connor que se cargaba la coherencia.

Aun así, hay varias cosas interesantes sobre esta película que me gustaría señalar.

Una de las razones por las que prefiero la primera película es que no dejo de ver en esta algo que suele darse con frecuencia en secuelas y es que hay mucho de remake en ella. Y la espectacularidad de lo que en su día fueron unos efectos especiales innovadores en materia de CGI se pierde un poco. No han envejecido mal en absoluto, pero cuando has visto la película por enésima vez, y has visto otras muchas con efectos similares, dejan de tener el mismo peso a la hora de disfrutar de la película. Disfruto mucho más las partes protagonizadas por Sarah, sus escenas en el hospital psiquiátrico de Pescadero, su fuga, y su intento de asesinar a Miles Dyson, que todo lo que tiene que ver con el T-1000 o incluso la relación entre el T-800 y el joven John. No puedo evitar preguntarme como habría sido una secuela centrada enteramente en Sarah. Sin el T-1000 o el T800 de por medio. O quizás si solo hubiera la amenaza de otro T-800, sin un protector. Creo que el T-1000 me sobra bastante.

Por otro lado, no puedo evitar pensar en los buenos mimbres que dejaba esta película para siguientes secuelas. Y es que los huecos que nos hemos empeñado en rellenar en este artículo, para darle coherencia a esta película, podrían haber servido para hacer una secuela que la reforzara. Por ejemplo, el ver ese futuro en el que la resistencia localizaría el equipo de desplazamiento temporal, descubrirían en los registros el último envío, el del T-800 para matar a Sarah, John enviaría a Kyle a salvarla y, tras ello, se descubriría el envío del T-1000 y se pondrían a investigar y preparar a un T-800 para enviarlo tras él. Me parece fascinante como todos esos detalles, que parecen condicionar de manera rígida cómo deberían haber sido las posibles secuelas, pueden ser usados precisamente como cimientos sólidos para construir sobre ellos de manera coherente. Lamentablemente no fue así, y ya a partir de la tercera película todas hacen aguas.

Conclusiones: Terminator 2 es una gran película de acción, probablemente sea una de las más importantes del género, y lo valorada que está por los fans está perfectamente justificado desde ese punto de vista. Sin embargo, su tratamiento del viaje en el tiempo es irregular, ambiguo, no siendo necesariamente fallido si queremos verlo así, que ha sido el enfoque que le hemos dado en este artículo, pero que no queda nada claro. Desde luego no está bien elaborado. No la usaría como ejemplo de buena película de viajes en el tiempo, pero tampoco como mala. Y de hecho es la razón por la que he escrito este artículo, por sus particularidades y lo irregular que resulta en ese aspecto.



domingo, 3 de noviembre de 2024

Viajes en el Tiempo: Terminator

Arnold Schwarzenegger como el terminator.

Este artículo, como todos los de esta serie dedicada al análisis de los viajes en el tiempo en el cine, por razones evidentes, contiene spoilers de toda la trama. Además, es necesario conocerla más o menos bien para una plena comprensión del artículo. Por todo ello, recomiendo no leer el artículo si no se ha visto antes la película.

De todas las películas de la saga, para mí, la primera, Terminator (1984), es la mejor. Por varias razones. Para empezar, obviamente, me gusta la historia que cuenta. Pero, además, por ser la primera, no depende de haber visto nada antes. Y tiene un final cerrado. Aunque apetecían, no eran necesarias las secuelas. El resto de películas de la saga, no solo dependen al menos de ella, sino que, excepto Terminator: Salvation (2009), prácticamente son remakes encubiertos. El esquema es el mismo una y otra vez, y sus aportaciones son, mayormente, superfluas y prescindibles. Sí es verdad que Terminator 2: El Juicio Final (1991), la película de la saga favorita de muchos, presenta excepciones y particularidades de las que hablaremos en un próximo artículo. Sin embargo, esta primera tiene algo muy importante y que es único en la saga: es la única en la que realmente se trata bien el tema de los viajes en el tiempo.

La historia comienza cuando dos viajeros en el tiempo llegan a 1984. Uno de ellos, el terminator (Arnold Schwarzenegger), una máquina con aspecto humano, con la misión de matar a una mujer, Sarah Connor (Linda Hamilton), quien acabará siendo la madre del héroe que dará la victoria a los humanos en su rebelión contra las máquinas en el futuro, John Connor. El otro viajero, Kyle Reese (Michael Biehn), un voluntario enviado para protegerla del terminator y acabar con su amenaza. Es importante subrayar aquí, que cuando estos dos viajeros parten del futuro, la guerra ya ha terminado. Skynet, la computadora de defensa que se levantó contra la humanidad, ha sido ya derrotada, y el envío del terminator a través de la maquina de desplazamiento temporal supone una jugada a la desesperada. Pero que, como veremos, está abocada al fracaso.


Y es que no puede ser de otra forma. Cambiar lo que llevó a Skynet a la situación que hizo que enviara al terminator al pasado haría que no hubiera razón para hacerlo. Con lo cual nos encontraríamos en un caso de paradoja abierta. Es más, lo razonable es pensar que, con toda seguridad, Skynet habría anticipado la futilidad de dicha acción de la misma forma que nosotros. Pero, al igual que nosotros, tampoco tiene la certeza de qué pasaría si el viaje en el tiempo al pasado fuera posible. Así que no pierde nada por intentarlo.

De la misma forma, inevitablemente, Kyle tendrá éxito en su misión y Sarah acabará salvándose, engendrando a John, adiestrándolo, y éste convirtiéndose en el héroe en la rebelión contra las máquinas. Realmente ni Kyle ni Sarah pueden hacer (o dejar de hacer) algo de forma que eso cambie. No es que no actúen con libre albedrío, sino que, simplemente, ya sabemos a donde les acabará llevando las decisiones que tomen. Porque conocemos su futuro. Hay un momento dado en el que Kyle, respondiendo a las preguntas de Sarah, dice “un posible futuro”. Sobre esto hay algo que debemos tener en cuenta: los personajes involucrados en una historia de viajes en el tiempo no necesariamente saben cómo funciona. Y precisamente no tener esa certeza, creer que se puede cambiar lo que sucedió, es lo que motiva al personaje para proteger a Sarah, el creer que realmente está en peligro.

Terminator es una historia de viajes en el tiempo que en todo momento juega con la paradoja cerrada. El pasado no se puede cambiar y el desarrollo de los acontecimientos es inalterable. Y, basándose en eso, la historia se permite un par de filigranas del tipo de las que hacen bellas las paradojas cerradas. La primera de ellas es que realmente Kyle acaba resultando ser el padre de John. No tendría por qué ser así, si eliminamos la escena íntima y la mención al final al embarazo y la paternidad de Kyle el argumento seguiría siendo sólido y correcto. Pero jugar con este tipo de cosas es lo que hace interesantes las paradojas cerradas. La segunda filigrana es que la foto de Sarah al final de la película es la misma que vemos en las manos de Kyle en los flashbacks del futuro. Con esta foto la película nos confirma definitivamente que se trata de una paradoja cerrada. Porque es imposible que fuera exactamente la misma foto si la línea de sucesos en la vida de Sarah hubiera podido ser alterada. Nos está diciendo que todo esto siempre fue así, un ouroboro perfecto, donde origen y desenlace están irremediablemente conectados.

Linda Hamilton como Sarah

Pero… ¿podría la película ser enfocada de otra forma, de manera que el terminator realmente pudiera matar a Sarah, y deshacer la victoria de la rebelión contra las máquinas?

Como hemos comentado más arriba, si el terminator eliminara a Sarah, John Connor dejaría de existir, y por tanto no se convertiría en el artífice de la derrota de las máquinas. Skynet no tendría una razón para enviar al terminator al pasado para evitar el nacimiento de alguien que ni siquiera habría existido y, por tanto, del cual no sabe nada. Estaríamos, como hemos dicho arriba, con un caso de paradoja abierta. Insisto una vez más: no sabemos qué pasaría si realmente pudiéramos viajar al pasado, pero lo que sí sabemos es que trabajar en narrativa con una paradoja abierta es… complicado. No niego la posibilidad, a mí mismo se me ocurren algunas aproximaciones al problema, pero no es algo que yo haya visto hacer de manera correcta aún.

Pero tenemos una alternativa a la paradoja abierta: las líneas temporales alternativas. Las cuales sí permiten crear historias coherentes. Pero el resultado del uso de las líneas temporales alternativas no suele ser el que se busca en muchas películas sobre viajes en el tiempo: cambiar el pasado. Así que acaban creando historias sin sentido que incluyen paradojas abiertas e incluso paradojas cerradas, a pesar de que son conceptos mutuamente excluyentes. Así que a continuación vamos a exponer el problema de trabajar con líneas temporales alternativas, de una manera estricta, centrándonos en esta primera Terminator.

Tenemos un futuro en el que John Connor, liderando la rebelión contra las máquinas, consigue derrotar a Skynet, y esta, como última jugada, hace uso de la máquina de desplazamiento temporal para enviar un terminator a matar a la madre de John antes de que él siquiera sea engendrado. A esta línea temporal primera, la original, la vamos a llamar LT-01.

Escena de Terminator

El terminator llega al pasado con la intención de eliminar a Sarah Connor. La mera irrupción del terminator en ese pasado estaría creando una versión distinta de la línea temporal original, en la cual no había ningún terminator. Recordemos que por eso se le ha enviado, para cambiar ese pasado. A esta nueva línea temporal la llamaremos LT-02-A. ¿Por qué A? Enseguida estaremos con ello. La cosa es que en esta segunda línea temporal el terminator acaba eliminando a todas las Sarah Connor que encuentra en la guía telefónica, incluyendo a nuestra protagonista. John nunca llega a nacer. Y aunque realmente la existencia de John no es realmente determinante, ya que otros posibles líderes de la resistencia igualmente podrían haber conseguido la victoria, supongamos que efectivamente, gracias a esto, Skynet gana. ¿Realmente lo hace? Skynet habría ganado la guerra en esta segunda línea temporal LT-02-A… pero la línea original LT-01 no habría sido alterada en absoluto. La Skynet de LT-01 habría enviado un terminator para evitar su derrota, pero no habría conseguido nada en absoluto, nada habría cambiado para ella, con lo cual nada de lo que hizo tiene demasiado sentido. Ya hablamos de ello en el primer artículo de esta serie: si un personaje viaja al pasado para salvar a su prometida de la muerte y lo consigue… estará salvando a la prometida de su yo alternativo en esa otra línea temporal que ni siquiera existiría si no hubiera intentado salvarla, pero no a la suya. Pues lo mismo.

¿Pero… y Kyle Reese? La cosa es más divertida aún. Ya que la línea temporal original LT-01 no ha sido alterada en absoluto con el viaje del terminator al pasado… cuando Kyle entra en la máquina para interceptar al terminator realmente no puede viajar a otro pasado que el de LT-01. No puede viajar al pasado en el que está ese terminator porque ese es el pasado de la línea temporal que su llegada ha creado, LT-02-A. Así que, a su vez, el viaje de Kyle al 1984 que para él tiene vigencia (LT-01) también creará una nueva línea temporal. La llamaremos LT-02-B. Y en esta nueva línea temporal tendríamos a Kyle en un pasado en el que no hay un terminator al que combatir. Paradójicamente podría ser el propio Kyle quien borrara de la existencia a John Connor ya que, sin duda, lo primero que haría, como efectivamente hace en la película, es buscar a Sarah, no al terminator. Y que Kyle encuentre a Sarah supondría cambiar la línea de acontecimientos de la vida de Sarah… ¿Qué probabilidad hay tras ello de que Sarah acabe engendrando exactamente al mismo hijo, al mismo John Connor? Ninguna.

Sarah y Kyle


Pero Kyle es el padre de John… ¿lo es? No, si trabajamos con líneas temporales alternativas no, no al menos el padre del John original de LT-01 porque al 1984 de esa línea temporal original no llegó ningún viajero en el tiempo. Pero venga, sigamos jugando.

Supongamos que este Kyle, llega al pasado (LT-02-B), encuentra a Sarah, y aunque no aparece ningún terminator, y el tipo parece estar como una chota, ella acaba enamorándose de él y acaban concibiendo un hijo. Que sería una persona distinta porque, para empezar, sería de un padre distinto. Y esto dando por sentado que naciera niño, que bien podría ser niña. Y efectivamente le ponen de nombre John, por cumplir con lo que creen que es historia. Y al final acaba apellidándose Connor porque acaban separándose, o Kyle fallece, o acaba en un psiquiátrico, o lo que sea. Y supongamos, una vez más, que efectivamente John acaba siendo, de la misma forma que el John original, el líder que lleva a la resistencia a la victoria contra las máquinas. Y que Skynet haciera respondiera de la misma forma. Y que un segundo Kyle Reese, el que originalmente se habría criado en esta línea temporal (LT-02-B), es enviado por ese John al pasado…

Aparentemente, según la película, Kyle llegaría instantes después del terminator, con lo cual, si este terminator de LT-02-B viajara exactamente hasta el mismo momento en el que lo hace su versión de LT-01, es decir antes de que Kyle llegue. Estaría creando otra línea temporal alternativa a LT-01,  porque antes de la llegada de Kyle no existe LT-02-B, es su llegada la que la crea, pero el pasado previo sigue siendo LT-01. Así que vamos a suponer que la llegada del terminator y de Kyle, tal como la vemos en la película, se estuvieran dando simultáneamente.

En este caso, este nuevo terminator, viajando al pasado, crearía una nueva línea temporal paralela idéntica hasta ese momento a LT-02-B. La llamaremos LT-03-A. Y a la cual llegará el Kyle Reese original de LT-01 de la misma forma que llegó a LT-02-B, y creyendo a este nuevo terminator aquel al que siguió desde LT-01nota1. Y en este momento el panorama es interesante porque tenemos exactamente el mismo que vemos en la película. Solo que, una vez más, al haber tantos cambios en la línea temporal, si algo podemos dar por sentado es que el hijo que engendren Kyle y Sarah no será el John Connor original (LT-01), quien ni siquiera era hijo de Kyle, ni el John Connor LT-02-B, que sí sería hijo de Kyle, pero que sería una persona distinta porque es imposible que hayan engendrado exactamente a la misma persona. Sería el equivalente a un hermano. Mismos padres, pero no la misma persona. Y al igual que en el caso anterior dando por sentado que nace varón, que podría ser que no. Llegados a este punto la cuestión sería… ¿realmente importa John Connor? La importancia en la historia original radica en la idea de la posibilidad de eliminar de la existencia a una persona especial, única y decisiva. Pero con lo volátiles que son los hechos, los acontecimientos, al usar líneas temporales alternativas, resulta que estamos sustituyendo continuamente a esa persona por otras, que solo conservan, si acaso, el nombre John Connor. Con lo cual esa relevancia desaparece.

El terminator sin su envoltura orgánica.

De la misma forma, el plan de Skynet carece de sentido porque nunca conseguiría cambiar el resultado de la guerra que le afecta… sino que estaría recreando el mismo problema en otra línea temporal. Quizás algunas de las otras Skynet ganen la guerra, otras la perderán, pero ninguna solucionará su propia situación, la que les hace enviar un terminator al pasado.

Y hay algo que jamás se repetiría cuando hablamos de líneas temporales alternativas: la fotografía de Sarah al final de la película. Esa foto, en ese momento y lugar, es expresamente el resultado de la línea de acontecimientos que la ha llevado hasta ese punto. De otra forma, no hay manera de que se volviera a repetir esa misma foto. En el mejor de los casos, si se acabara dando la improbable situación de que en otra línea temporal se hiciera una foto en el mismo lugar no sería exactamente la misma. Porque es sumamente improbable, por no decir imposible, que acabara haciéndose la misma foto en el mismo lugar, momento, ángulo, etc.

Conclusiones: Terminator es una buena película, con una historia bien escrita, y su tratamiento del viaje en el tiempo es ejemplar. Circunscrito al uso de la paradoja cerrada. Si tuviera que señalar alguna pega desde luego no se las veo en cuanto al viaje en el tiempo en sí. En todo caso a lo insólito que resulta alguien con el físico de Arnold Schwarzenegger como una unidad de infiltración. Cosa que debemos tomar como una licencia artística, para darle envergadura a este "villano",  pero que no tiene mayor importancia.

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